Modelo económico

La dualidad de Baleares: récord de turistas, pero en la cola en investigación y desarrollo

El mercado laboral también crece, con un incremento del 3% en el número de trabajadores y una duplicación en la creación de empresas

Turistas en la playa de Palmanova.
22/10/2025
4 min

PalmaAunque las Islas Baleares consiguieron acoger a 18,7 millones de turistas en el año 2024 —un 4,9% más que el año anterior, y un nuevo récord histórico—, continúan en la cola en inversión en investigación y desarrollo (I+D), con sólo un 0,48% de su PIB destinado a este ámbito en el año 20. investigadores por cada 1.000 habitantes en Baleares sólo hay 3,4. Esta paradoja evidencia uno de los grandes retos del territorio: sostener un crecimiento económico liderado por el turismo mientras se mantiene una baja apuesta por la innovación y el conocimiento, clave para un desarrollo a largo plazo.

Esta realidad se desprende de la memoria anual del Consejo Económico y Social (CES) correspondiente al año 2024, presentada por su secretario general, Antoni Alcover, y por el presidente, Francesc Fiol. Pese a las dificultades globales -como las tensiones comerciales con China, la guerra en Ucrania y las elecciones estadounidenses-, Baleares ha mostrado una economía resiliente, con un Valor Añadido Bruto (PIB) que ha crecido un 4%, una subida superior al crecimiento medio estatal. El PIB per cápita también mejoró (+10,9%), alcanzando los 34.381 euros.

Desde el punto de vista territorial, Mallorca sigue liderando la actividad económica. Si se compara con 2014, el Valor Añadido Bruto (VAB) de las Pitiusas creció un 37,1%, mientras que en Mallorca aumentó un 27,2%, en Menorca un 24,7% y la media balear se situó en un 28,3%. Pero si se observa la variación respecto a 2023, Mallorca encabeza con un 4,4%, seguida de Ibiza (3,3%) y Menorca (1,5%).

Economía turística en auge

El sector servicios, principal motor económico de las Islas, ha experimentado una notable expansión del 6,9 por ciento impulsado por la llegada de turistas (+4,9 por ciento). Aparte del incremento de visitantes, el gasto turístico ha aumentado un 12%, superando los 22.000 millones de euros. El 82% de los turistas son extranjeros y su estancia media es de cinco días. Además, se ha consolidado una tendencia al alargamiento de la temporada gracias al incremento del turismo en temporada baja. La tarifa media hotelera es la más elevada de España (146 euros por día) y cada visitante gasta una media de 187 euros diarios. La mayor parte de los turistas se alojan en hoteles (86%), seguidos de los apartamentos turísticos (12%) y los alojamientos rurales (2%), con un total de 120 millones de pernoctaciones registradas este año (+7,1%), aunque la estancia media desciende un 2,8%. Los precios hoteleros han subido un 7,3 en un año y un 41,3% desde 2019.

Sin embargo, este crecimiento económico y turístico convive con problemáticas estructurales graves, como la crisis de la vivienda. Según el CES, los residentes de Baleares necesitan 60,8 años para adquirir una vivienda si destinan un 30% de su salario -el doble de la media española. Además, un 26% de las compras de viviendas las han realizado extranjeros, muy por encima del 7,8% de media estatal. El alquiler también registra las cifras más elevadas del Estado, con un aumento anual del 3,2% y del 23,9% desde 2015. Hoy en día, el 30% de la población vive de alquiler, el porcentaje más alto de todas las comunidades autónomas.

En cuanto a los distintos sectores económicos, la evolución es desigual. La industria recuperó dinamismo, con un incremento del índice de producción del 6% (de 100 a 106), mientras que la construcción creció un 3%. El sector servicios apuesta por diversificación hacia actividades de mayor valor añadido en ámbitos como la comunicación, la información y los transportes. El sector primario muestra también una mejora que se hace visible, por ejemplo, en el aumento del 40% en el número de trabajadores, aunque sólo representa el 0,7% del total del empleo.

La locomotora laboral, en marcha

El mercado laboral también bate récords, con un incremento del 3% en el número de trabajadores y una duplicación en la creación de empresas respecto al año anterior. Baleares es la tercera comunidad autónoma con más contratos indefinidos (85,5%), todo el número de funcionarios ha disminuido un 3,4%.

La población de las Islas sigue creciendo y alcanza ya los 1.231.768 habitantes, con un aumento de 21.682 personas en un año (+1,8%). De ese total, el 27,7% son nacidos en el extranjero. La franja de edad más numerosa es la comprendida entre los 16 y 64 años (68,7%), mientras que el 14,6% son menores de 16 años y el 16,7% tienen más de 65 años. Esto significa que ya hay más población envejecida que niños. El descenso de la natalidad se acentúa: en 2023 se registraron sólo 8.768 nacimientos, muy por debajo de los 11.918 de 2007, cuando la economía vivía su momento álgido y el sector inmobiliario estaba en pleno auge.

Sostenibilidad comprometida

El Indicador de Sostenibilidad de las Islas Baleares (ISM), que evalúa la evolución ambiental del archipiélago a partir de seis dimensiones y 23 indicadores, ha experimentado importantes oscilaciones desde 2019. En una escala de 0 a 100, el valor inicial del conjunto de las Islas se situaba en 44,9 puntos. Menorca lideraba con 49,1 puntos, mientras que Eivissa se encontraba en la cola con sólo 35,3.

En 2020, coincidiendo con la pandemia y las restricciones de actividad económica, el ISM aumentó hasta los 56,5 puntos. Este incremento se achacó a la caída del consumo energético, la reducción en la generación de residuos y la disminución de emisiones contaminantes. Sin embargo, con la reanudación de la actividad económica, los indicadores retrocedieron. En 2022, el índice había caído hasta los 43,6 puntos, por debajo incluso del nivel registrado en 2019.

Por islas, Menorca ha mantenido los valores más altos a lo largo del período, con registros que oscilan entre los 43,5 y los 58,9 puntos. Formentera y Mallorca siguen por detrás, mientras que Eivissa presenta sistemáticamente los resultados más bajos, entre los 36,7 y los 46,1 puntos. En 2023 y 2024 han aportado cierta mejora en ámbitos como la gestión del territorio y de los residuos. Sin embargo, los indicadores relacionados con la sequía y otros fenómenos climáticos han empeorado.

La situación hídrica de las Islas Baleares sigue siendo crítica. El archipiélago se caracteriza por la ausencia de ríos permanentes y embalses, lo que obliga a cubrir la demanda hídrica principalmente con aguas subterráneas. La variabilidad de las precipitaciones y el aumento del consumo han provocado fuertes tensiones. En junio de 2023, las reservas hídricas se situaban en un preocupante 45%, el menor valor de los últimos cinco años en este mes. Por islas, Mallorca registraba un 44%, Menorca un 56%, Ibiza un 38% y Formentera un 42%.

Ante esta situación, las plantas desaladoras se han convertido en una infraestructura clave, especialmente en las zonas con mayor presión turística. En Mallorca, la desalación cubre el 30% del consumo urbano; en Ibiza, llega hasta el 70%, y en Formentera representa prácticamente la única fuente de agua urbana. Aunque ofrece estabilidad en el suministro, estas instalaciones suponen un elevado coste energético.

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