Población disparada y menos bienestar: los efectos del modelo económico balear
Según un estudio del Círculo de Economía, las Islas pinchan en distribución de riqueza y entre 2000 y 2023 sólo han aumentado un 8% el PIB per cápita, mientras que Extremadura y Galicia crecen alrededor de un 30%


PalmaSi Baleares fuese una fábrica, su historia reciente sería la de un centro que ha incrementado mucho su producción (un 155% entre 2000 y 2023), y que ha alcanzado el segundo crecimiento más importante de todo el estado español, sólo por detrás de la comunidad de Madrid. Pero una mirada más analítica, como la que han hecho tres especialistas por encargo del Círculo de Economía de Mallorca, retrata un hecho clave que explica la situación actual: esta fábrica que son las Islas ha tenido que poner a tantos nuevos empleados para producir más, que cuando llega la hora de repartir los salarios, el resultado es de una ineficiencia "muy importante", como dice.
El estudio retrata que las cuentas de la economía balear no salen. "El fuerte crecimiento del PIB no se ha traducido en un aumento del bienestar individual real por habitante en Baleares", concluye el documento. De hecho, "no sólo no se traduce en un aumento del PIB per cápita real, sino que este mismo indicador, que utilizamos como medida de la riqueza media de los ciudadanos, se ha ido deteriorando incluso antes de las crisis", añade.
Con un 42% de incremento de población, Baleares ha experimentado "el mayor aumento del Estado". Esto ha provocado "un bajón de la renta per cápita muy significativa". "Hemos producido más, pero hemos necesitado mucha más gente, por lo que el crecimiento real es muy bajo", explica el presidente del Círculo de Economía, Josep Vicens. Mientras el PIB ha subido un 155%, el PIB per cápita sólo ha crecido un 8,2%, un porcentaje que otorga a las Islas la duodécima posición entre las comunidades autónomas. "Una vez descontada la inflación (IPC), el PIB real per cápita prácticamente no ha crecido desde el año 2000", aseguran los autores del estudio.
Cuando se comparan Baleares con las demás comunidades autónomas y se estudia lo ocurrido, queda claro que "producir más, sin un modelo claro, no es necesariamente un objetivo que deba perseguirse, porque no se está generando valor añadido". "Baleares son fruto de un modelo económico que ocupa cada año más gente, pero que no reparte mejor la riqueza. Así, perdemos posiciones en términos de renta per cápita y es muy preocupante", lamenta Vicens.
Otros crecen mejor
El estudio del Círculo de Economía muestra que, pese a la llegada de más de 350.000 personas entre 2000 y 2023, la renta per cápita ha perdido posiciones, a diferencia de otras comunidades que han evolucionado justo en sentido contrario. Es el caso de Galicia y Extremadura que, con crecimientos del PIB por cápita en torno al 30%, cuadruplican en eficiencia las Islas. "Lo que realmente importa para el bienestar medio de la población no es sólo que el PIB crezca, sino que lo haga antes que la población", explica el catedrático y director del grupo de Investigación de Modelos Matemáticos de la Universidad de Las Palmas, Luis Álvarez, coautor del estudio.
Si se observa la evolución de la población de estas dos comunidades, prácticamente no ha cambiado, mientras que en las Islas se disparaba. "Es lo mismo que ha ocurrido en Canarias, donde también se ha incrementado mucho la llegada de personas a consecuencia del modelo económico basado en el turismo. Este aumento y la incapacidad de generar mayor valor añadido provocan un PIB per cápita que diluye el crecimiento que haya podido tener la comunidad", explica Álvarez. "Es algo que se repite en las comunidades turísticas", remarca Josep Vicens.
En Baleares, a pesar de ser la segunda comunidad con mayor crecimiento de PIB (un 155%), el aumento de producción se ha diluido por el enorme aumento de población, con el PIB per cápita real prácticamente estancado desde 2000.
Según el profesor de Economía de Baleares". "No es un problema que venga más o menos población, sino qué calificación tienen las personas, y para qué vienen. Si eres una economía que innova, que hace mejoras tecnológicas, que haya más gente permite crecer de forma real. El problema no es cuánto creces sino cómo", asegura. "Si eres capaz de importar talento, generas mucho valor añadido y el impacto sobre el crecimiento es significativo. Pero con población poco calificada el resultado no es el mismo. Y ese es el dilema que debería resolver la economía balear", añade.
Los datos recogidos por los investigadores van más allá y se remontan aún más en la parte demográfica: entre 1996 y 2024 la población de las Islas aumentó un 61%, al frente del aumento poblacional en España y también a nivel europeo. Pese a que las cifras oficiales reflejan un incremento superior (88%), los autores del estudio han introducido una serie de parámetros correctores para hacer más preciso el análisis.
El monocultivo turístico y la falta de atracción de mano de obra calificada han provocado, según los expertos, que el crecimiento económico de las Islas no haya supuesto un verdadero reparto de riqueza. El modelo de crecimiento de Baleares se ha basado en la población y el turismo, y este estudio evidencia que "no ha mejorado la riqueza media por habitante, ha aumentado la presión sobre los servicios públicos, haciendo perder posiciones relativas a la comunidad", concluye. Mientras tanto, comunidades como Galicia y Extremadura, con estrategias más moderadas y sostenibles, han logrado mejores resultados relativos a bienestar.
Efectos sobre los recursos y servicios
Los crecimientos demográfico y turístico en comunidades como Canarias y Baleares han provocado una enorme demanda de servicios, vivienda e infraestructuras, que pone presión sobre las finanzas, la capacidad de respuesta pública (sanidad, educación), el transporte, el agua, la energía, etc. El presidente del Círculo de Economía, Josep Vicens, recuerda que llevan dos legislaturas trabajando este tema "con mucha insistencia". "Esta dependencia del sector servicios no puede cambiarse a corto plazo, pero creo que ya tenemos claro el diagnóstico, y que lo que toca hacer ahora es poner las bases para una mayor diversificación, que apueste por la tecnología, por ejemplo".
Vicens recuerda que "los recursos naturales no son ilimitados". "Debe ser una prioridad tratar los objetivos concretos de cómo reorientar la economía isleña. No sólo por la dependencia excesiva [del turismo], sino también porque no podemos crecer de la misma forma que hasta ahora. Hay que apostar por el valor añadido", continúa. El presidente del Cercle cree que "hay que combinar un liderazgo político y empresarial para dar pasos claros y decididos".
Por su parte, Luis Álvarez destaca que en Baleares "hace tiempo que hay un debate muy intenso sobre la saturación, el consumo de recursos y la necesidad de encontrar otras maneras de producir. En Canarias este debate es algo más reciente, pero también ya se ha iniciado de manera intensa en los últimos tiempos debido al encarecimiento de la vivienda",