07/07/2025
Professora
3 min

La imaginativa presidenta Prohens quiso subrayar el solsticio de verano con una lluvia de proyectos y inversiones realmente espectacular. No en vano, ya se sabe, la Noche de San Juan es una noche mágica y este año no ha sido necesario esperar a los Reyes, para repartir "ilusiones".

La "magia", en este caso, se concreta en un supuesto plan de 3.800 millones de euros. Un auténtico y prodigioso manda caído del cielo. Para poner en contexto la cifra, el presupuesto 2025 de la comunidad autónoma –este que Vox ha pactado "en solitario" con el PP– asciende a 7.469 millones.

El plan se presentó en sociedad en una ceremonia bien lucida y con un vídeo polidísimo titulado Islas en transformación, que incluye toda casta de renders, simulaciones, imágenes virtuales, recreaciones ficticias, localizaciones imaginarias... al servicio de una narrativa visual que conjura el futuro.

Unas inspiradoras imágenes de la sierra de Tramuntana –donde, por cierto, ahora quedarán amnistiadas las ilegalidades urbanísticas incluso en espacios protegidos– y una musiquita seductora, acompañan el anuncio de todas las bendiciones que caerán sobre el país, subrayadas por una finísima retórica: mirada histórica...

La presidenta liderará el acontecimiento con la elocuencia y gesticulación que le son propias, pero con la flamígera intensidad que reserva para las grandes ocasiones. claro, no de la balanza fiscal), "suerte que ahora vamos a arreglarlo", "el país merece una presidenta como yo"...

El episodio tuvo una gran cobertura mediática y algunos medios, incluso, dedicaron los días sucesivos a presentar los mismos proyectos y las mismas cifras bajo diferentes enfoques: ahora por sectores, ahora por islas, ahora por pueblos, ahora por orden alfabético... No podemos reprocharlo, lo han aprendido directamente de la presidenta.

Sorpresas, ya hemos dicho que no hubo, un pequeño hándicap en una presentación, todo debe decirse. La cosa tenía un aire algo gastado. En parte por haber apostado una vez más por la tradicional puesta en escena popular –"libre entre cardos" sobre cadalso azul marino y fondo de azur en el display habitual–, y en parte porque todos los proyectos ya habían sido presentados y representados varias veces, y no existía la más mínima primicia. Más allá de la cifra mágica, claro, que alguien ha tenido el trabajo de calcular y recalcular, ahora así, ahora así.

Reconozco que mi "inversión sin precedentes" favorita es la de Educación: 600 millones de euros, 77 nuevos centros, 60 ampliaciones, 158 reformas y la creación de 1.554 plazas de 0 a 3 años. Este hipotético Plan de Infraestructuras Educativas ya se había presentado pomposamente –con cadalso y fondo de azur, naturalmente– hace justo un año. No son otros 600 millones. Son los mismos 600 millones. Inexistentes, por cierto.

El ejercicio consiste básicamente en imaginar infraestructuras, conjeturar inversiones, inventar planificaciones ficticias, dibujar mapas inverosímiles con muchos puntitos... y, sobre todo, asegurarse de que todo sea a 10, 15 o 20 años vista, de modo que nunca se deba responder por el flagrante incumplimiento.

En Educación se prefigura un futuro de cifras fabulosas por dentro de 10 o 20 años. La realidad, sin embargo, en el ecuador de la legislatura, es más bien precaria: cierre del IES Politécnico, 900 alumnos 0-3 sin plaza en el último proceso de escolarización... o el caso del flamante CEIP Tramuntana –el primer equipamiento escolar de Palma en 20 años– empezó la anterior pero que finalmente sólo ofrecerá 225 por decisión de la Conselleria.

Por no hablar de los proyectos imposibles, como los dos trenes anunciados: el de Llucmajor, que supuestamente debe soterrar la tercera parte de los 30 km de recorrido; y el de Alcúdia, que prevé perforar dos montañas enteras. Y eso en un país donde cada gestión, por pequeña que sea, conlleva dilaciones inasumibles: cerrar una gasolinera ilegal, tramitar un vado municipal... o dar cumplimiento a las propias medidas estrella: abrir la oficina antiokupación, tramitar el anunciado Cheque-Canguro...

Ahora "gobernar" significa "proyectar" Y contarlo una y otra vez. Como los 300 millones de la Playa de Palma: 35 proyectos en 300 millones. la "Playa de Palma".

¿Quién dice que ya no existen políticos utópicos? Éstos lo son. Por nada del mundo se dejarían condicionar por la realidad.

stats