La resurrección de El Caserío: "Hacemos el 65% del queso fuera que se come en España"
La entrada de Eduard Soriano y Mascaró Morera salva a Quesería Menorquina y la relanza: absorbe el 33% de la leche que se hace en Menorca, gana 3 millones al año y prepara nuevas marcas para sacar al mercado

CiudadelaQuesería Menorquina, la antigua El Caserío, vuelve poco a poco a sus orígenes tras dejar atrás la crítica situación, al borde del cierre, que le provocó la salida de Kraft en el 2008, primero, y la gestión de la familia Ruiz Mateos, después. Durante diez años, entre 2011 y 2021, la sociedad laboral creada por los trabajadores y el equipo directivo ha permitido sostener la planta de Mahón, pero sin salirse del concurso de acreedores, hasta que la entrada de capital y de nuevos inversores le ha permitido remontar definitivamente la situación.
Al salir de la pandemia, Eduard Soriano Torres, presidente de Isba y de la Cámara de Comercio de Mallorca, aportó 1,7 millones de euros y se convirtió en el accionista mayoritario. "Solo puse una condición, que se levantara el concurso de acreedores, y lo logramos. El 2 de mayo del 2022 –recuerda Soriano– se empezó a remar para remontar la empresa".
"¿Que por qué me decidí?", se pregunta. "Me parecía un disparate que, con la historia, la plantilla y la producción que tiene, Quesería se fuera a pique", explica. Aunque la guerra de Ucrania retrasó su efecto, los 2 millones de beneficio obtenidos en 2023 marcaron el camino a seguir. "Ahora ya es una empresa plenamente normalizada y con los recursos necesarios para ir funcionando".
A través de su sociedad SF Alimentación, Eduard Soriano tiene el 33% de la fábrica y, junto a la empresa de transporte logístico Mascaró Morera, concentra cerca del 60% en el nuevo consejo de administración. Poco que ver con el equilibrio que, durante cerca de diez años, mantuvieron el anterior equipo directivo, con Paco Tutzó (Menorca Asesores) al frente, y los trabajadores que habían sobrevivido a la derrota de Rumasa, que se repartían el 51 y 49% de las acciones, respectivamente. Actualmente, sólo conservan el 20 y el 15%.
Pese a adquirir una tercera parte, Soriano descartó asumir la presidencia, que mantiene en manos de Paco Tutzó, "porque él es menorquín y el icono de la empresa". Otros cargos, como Jesús Esparza, siguen también en la estructura directiva.
Mascaró Morera, que tiene una cuarta parte, es una de las empresas menorquinas de mayor facturación y proyección. Líder del transporte de mercancías entre Islas y con la Península, ha comprado también recientemente la compañía de buses Transports Menorca. "Una empresa que saca cada año 12.000 toneladas fuera de la isla es un aliado más que interesante", sostiene Soriano.
Con los números ya en positivo, el objetivo de los nuevos gestores es "volver a los orígenes", cuando El Caserío absorbía la mayor parte de la leche producida en Menorca y la transformaba. "Pero ahora no debemos ceñirnos sólo al queso fundido, con porciones o rodajas, sino que debemos adaptarnos en todo momento a la demanda del mercado y diversificar la producción", avanza. Una de las próximas novedades consistirá en vender queso curado "en un formato especial. No para hacer la competencia a lo que ya se vende en hogazas, sino como un complemento que ayude a todo el mundo".
Nuevas marcas
La clave será la creación de nuevas marcas, un hito que todavía se está gestionando. Mientras, la planta de Maó sigue elaborando para marcas blancas de grandes distribuidores como Lidl y haciendo quesitos para El Caserío o La Vaca que Riu. "Prácticamente el 65% del queso fuera que se come en España lo hacemos nosotros", añade.
Quesería factura 50 millones de euros al año, pero genera un movimiento financiero de 80, ya que destina 30 a comprar materias primas. Desde 2023, sus ejercicios se cierran con superávit, el último en torno a los 3 millones, y ha hecho crecer al personal (155 trabajadores) y la inversión. Se ha renovado la maquinaria y los sistemas productivos, y está previsto gastar otros 3 millones en los próximos meses, "sin que tengamos ningún problema a la hora de conseguir créditos. Los bancos están a nuestro lado, pagamos a los proveedores en menos de 60 días y ya no debemos nada". Tan sólo 400.000 euros del millón que le adelantó el Govern balear para poder superar su momento crítico. "A diferencia de otros -se queja, sin mencionarlo, del caso de Coinga- nosotros no hemos recibido ninguna ayuda a fondo perdido".
Eduard Soriano admite que "todo de una, Quesería Menorquina me quitaba el sueño y tenía que venir mucho a Menorca", pero, desde que ha ordenado su nuevo rumbo empresarial, "ya camina sola y sólo es necesario hacer un seguimiento".
La reactivación impulsada por los nuevos propietarios y un cambio drástico en la política financiera, de ventas y de producción, ha sido fundamental para volver a hacer de Quesería Menorquina una empresa competitiva. "Tenía una forma de funcionar que todavía no he llegado a entender. Toda la leche sobrante de Menorca, unos 20 millones de litros, se enviaba a la Península, con el sobrecoste de transporte y comercialización que esto supone, lo que hacía inviable su rentabilidad", remarca. Es más, se daba la paradoja de que, mientras se vendía la leche de Menorca en Catalunya, "aquí estábamos consumiendo leche de fuera". El proceso ahora se ha vuelto a invertir, y da resultado.
El nuevo equipo directivo de Quesería Menorquina se ha planteado recuperar la marca de El Caserío, pero Eduard Soriano se muestra "personalmente" contrario por las "elevadas pretensiones" de los actuales propietarios del nombre comercial y, también, "porque ya no tiene la significación de antes". El vicepresidente ejecutivo lo razona: "Antes todo el mundo se sabía el eslogan, " del Caserío me fío ", pero ahora no ocupa el mismo sitio. Debemos centrarnos en sacar nuevas marcas y productos".
La multinacional Mondelēz, con sede en Illinois (Estados Unidos), es la actual propietaria de la marca El Caserío. Titular entre otras de las galletas Chips Ahoy y Oreo, y de los chocolates Cadbury o Toblerone, ha heredado todos los activos de la antigua Kraft Foods quien, al deshacerse de la fábrica de Maó, se llevó también la marca El Caserío fuera de Menorca. Sin embargo, todavía se nutre en parte de la producción de queso en polvo que se elabora en la actual planta de Quesería Menorquina. Las tradicionales porciones de quesitos de El Caserío se fabrican en Namur (Bélgica). La multinacional calcula que cada año se realizan 1.300 toneladas, sólo en España.