Así era y no era... Antònia Ferrer Ferrà (según su madre): "No era antipática, pero no reía las gracias a todos"

PalmaLa conocemos sin conocerla; hemos pasado más ratos con ella de las que pensamos y seguro que, este verano, más de una persona ha hecho un capfico con ella. Casi podemos decir que hemos visto crecer, porque hace años que la vemos –y ella nos mira– a través de la pantalla. Es la presentadora y periodista Antònia Ferrer, una de las caras más conocidas del programa Cinco Días de IB3 Televisión hasta septiembre de 2024, cuando se convirtió en la presentadora del concurso ¡Cogeme si puedes! Ahora, hace mejores de llevar las tardes pesadas de calor con Capfico. Y para poder decir que la conocemos un poco más, pedimos a mamá, Magdalena Ferrà, que nos cuente algunos secretos de la infancia y adolescencia de la porrerenca, que este verano ha cumplido 31 años y tiene una hermana mayor, Agustina, que le toma 10 años.

Competitiva, independiente, ligeramente arisca. Son algunos adjetivos con los que la describe su madre. De pequeña, Antonia ya llamaba la atención para tener una personalidad bien marcada: "Era mala. No le gustaba nada que la mandaran. Cuando le pedía que diera un beso a la madrina, sólo rumiaba. No era antipática, pero no le reía las gracias a todo el mundo", explica Magdalena, que recuerda que el día de su cumpleaños, ahora recuerda que el día de su cumpleaños. Un día después, día 30 de julio, nació Antònia. Desde entonces, lo celebran juntas.

La presentadora ha tenido una relación muy fuerte con la madrina materna, que ya no está. "Pasaba mucho tiempo con mi madre, y le contaba cosas que conmigo no tenía la confianza para hacerlo. Ahora bien, era una muñeca tan competitiva que cuando jugaban a cartas oa parchís, la madrina tenía que dejarla ganar porque si no la montaba gorda".

Toda la energía que Antònia ponía en la competición le valió la entrada en el Centro de Tecnificación Deportiva de Baleares cuando hacía 2º de ESO y era una de las grandes jugadoras del club de baloncesto de Porreres: "Nunca daba un balón por perdido; si se tenía que encarar con alguien, se encaraba con alguien. Actualmente, ha dirigido este espíritu hacia el perfeccionismo, dice la madre: "Si hace una cosa, debe hacerlo bien. Da lo máximo y hace todo lo que puede para conseguir lo que se ha propuesto o lo que le han encomendado. Tiene mucha seguridad en sí misma y le gusta tener la conciencia tranquila sabiendo que ha hecho las cosas como toca", asegura Magdal.

A Antònia le encantan los animales y, cuando era una muñeca, cada dos por tres "recogía gatos de la calle y los llevaba a casa". Además, le gusta mucho la comida cociendo, y disfruta de los sabores fuertes y especiados de los países que visita. Viajar es una de sus grandes pasiones, lo que su madre relaciona con el hecho de que desde joven había manifestado la ilusión de estudiar Geografía. Este verano es para Bali, pero ha visitado sitios de Nicaragua, Costa Rica, Malasia, Islandia…

¿Y cómo es que acabó haciendo Periodismo? Magdalena responde la pregunta: "En el Centro de Tecnificación conoció a Marta Montoya, la presentadora de los Informativos en IB3. Como Marta quería estudiar Periodismo, a Antonia le picó el gusanillo. No era vocación pura, pero le hizo ilusión y finalmente entraron ambas en Madre Alberta".

Magdalena dice que a Antònia le ha ido bien lo de la televisión porque es extrovertida y charlatán, aunque lo es mucho más con la gente de confianza. A las distancias cortas, "no le da vergüenza expresar sus sentimientos, pero no es tampoco muy cariñosa. Con su pareja, con la que llevan casi una década, a veces se muestra más afectiva, pero en general no es de aferrarse demasiado. Es una persona de pocos amigos, pero buenos". ¿Un capfico?