Las lecciones que Extremadura deja en el PP de Prohens
El auge de la extrema derecha y la imposibilidad de Guardiola de llegar a la mayoría absoluta aleja la tentación de convocar elecciones de los populares baleares
Palma¿Qué puede enseñar el PP extremeño de María Guardiola en el de Marga Prohens en las Islas? Las elecciones en esta comunidad han sido el pistoletazo de salida del nuevo ciclo electoral que continuará los próximos meses en Aragón, Castilla y León y Andalucía, y marcarán el tono del último año y medio del Gobierno. "Una mayoría absoluta de Guardiola habría sido épica", admite una fuente del Govern, que remarca que ese resultado habría "minado", de paso, los ánimos de los "otros", en referencia velada a Vox. También Prohens, en su tuit para felicitar a Guardiola, ha evitado referirse expresamente al partido de Santiago Abascal, El cual ha doblado más que resultados. Ésta es la primera lección que los comicios han dado al PP balear: por más que sea la fuerza mayoritaria, no puede deshacerse de la extrema derecha. Es una preocupación que, como explicó el ARA Baleares, lleva meses preocupando a la presidenta.
En este contexto, la posibilidad de que Prohens opte por avanzar los comicios se aleja. "Un resultado como el de ayer no cambia el ánimo para nadie, salvo el PSOE, que está peor de lo que pensaba", apunta la misma fuente. El pasado domingo, el PP liderado por María Guardiola fue la fuerza más votada con el 43% de los votos y 29 de los 65 escaños, pero no rozó la mayoría absoluta (33). Sin embargo, sí ha conseguido su propósito de superar el bloque de la izquierda en su conjunto, lo que le da aire, porque solo necesitará la abstención de Vox para gobernar. En este aspecto, Guardiola tiene ahora una situación similar a la de Prohens, que también tiene más diputados que toda la izquierda junta (29 escaños frente a 25). El PSOE extremeño, además, ha sufrido un batacazo histórico al perder 10 diputados (cae de 28 a 18) que Unidas Podemos, pese a crecer de 4 a 7 escaños, no compensa. Su principal problema sigue siendo Vox que, ahora que ha pasado de 5 a 11 escaños, ya ha advertido que le pondrá caro el precio de cualquier pacto.
Como baronesa del PP, Guardiola tiene varios puntos en común con Prohens. Por un lado, el talante más moderado que el de otros dirigentes populares, como Isabel Díaz Ayuso, desde su llegada al poder. Por otro, la incomodidad que siente a la hora de pactar con Vox. Mientras la presidenta balear ha tenido que hacer equilibrios para frenar los ataques de la extrema derecha contra el catalánGuardiola se negó durante la campaña de 2023 a tener nada que ver por negar la violencia machista, defender políticas xenófobas y lanzar ataques contra la comunidad LGTBI. Aunque, finalmente, se vio obligada a desdicharse de esa promesa para poder acceder al poder, forzada por la correlación de fuerzas y por Génova.
Extremadura es una comunidad históricamente de izquierdas: la victoria del PP de este domingo ha sido su segundo triunfo en unas elecciones extremeñas en 43 años. Si quería aspirar a la transversalidad y sostener a la mayoría, apuntaban fuentes del partido, Guardiola necesitaba presentarse como una opción centrada en el votante. De hecho, entre los cuadros de la extrema derecha se la definía como "la baronesa roja" y Abascal llegó a referirse a ella como "la Irene Montero del PP". Sin embargo, los resultados de Vox de este domingo contradicen este análisis: Extremadura ya no es un territorio de mayoría social cercana al centroizquierda.
Mientras Guardiola convocó elecciones por la imposibilidad de sacar adelante los segundos presupuestos de la comunidad, Prohens ha logrado aprobar dos, pese a los altibajos de su relación con Vox. La popular isleña no ha llegado al grado de bloqueo con el que debía operar Guardiola antes de los comicios. La presidenta de las Islas ha logrado mantener cierta actividad legislativa –eso sí, inferior a la de los gobiernos anteriores de Francina Armengol. Aunque ha tenido que prorrogar los presupuestos para 2026, el PP cerró el año con una victoria parlamentaria, al conseguir que Vox rectificara y apoyara el decreto ley de aceleración de proyectos. Ante los resultados de Extremadura, por tanto, el PP se mantiene en la misma posición que hace unos meses: aguantar lo máximo posible al frente del Gobierno, y esperar a que el auge de la extrema derecha sea menos pronunciado en el 2027.