"Hay mucho marketing en torno a santa Catalina Tomàs"
La escritora Rosa Planas profundiza en la figura de diversas religiosas isleñas y en el misticismo en el libro 'Místicas mallorquinas' (Leonard Muntaner)


PalmaAyunos, silíceos, pasear con una cruz cargada en la espalda o llevar una corona de espinas. Éstas son algunas de las vías que han utilizado diversas figuras místicas para alcanzar lo que se conoce como estado de éxtasis, la conexión con la divinidad. Religiosas como Elisabet Cifre de Colonya, Joana Oliver Andreu y sor Anna Maria del Santísimo Sacramento, entre otras muchas, son algunas de las figuras que recoge la escritora Rosa Planas (Palma, 1957) en el libro Místicas mallorquinas (Leonard Muntaner), un volumen con el que quiere acercar a estas mujeres y su trascendencia a la actualidad, dar visibilidad a unas figuras que han sido olvidadas y divulgar una dimensión desconocida de la cultura religiosa mallorquina. "Hay toda una parte de simbolismo que hoy parece abandonada y que es necesario recuperar", reivindica Planas.
A pesar de que en el libro la autora insiste en que no es necesario distinguir entre mística masculina y femenina, Planas reconoce que las figuras femeninas de nuestra historia religiosa han sido olvidadas, "salvo a santa Catalina Tomás (Valldemossa, 1531), que siempre ha tenido un gran arraigo popular y hay todo un marketing en torno a ella. el resto, la mayoría han sido ignoradas y completamente olvidadas, y eso que muchas son hijas ilustres de Palma y tuvieron un papel importante en su momento histórico”, explica Planas. Destaca el caso, por ejemplo, de Alberta Giménez (Pollença, 1837), que modernizó la pedagogía entre las mujeres. "He querido, aunque sea de forma breve, dar un espacio a cada una, porque cada una podría requerir cuatro libros", expresa.
Otra de las figuras en las que profundiza Místicas mallorquinas es la de sor Ana María del Santísimo Sacramento. Esta mística, que de muñeca practicaba ayunos y la ascesis –conjunto de prácticas, como la mortificación o la meditación, encaminadas a alcanzar la perfección personal, especialmente dentro de una religión–, sufrió dificultades cuando decidió ingresar en el monasterio de dominicas de Santa Catalina de Sena a raíz del rechazo de la comunidad, que se prolongó durante1. Una vez ingresó, se puso enferma, lo que le provocó el aislamiento: estuvo encerrada sin comunicación con las monjas durante años. Más adelante, cuando sus capacidades espirituales e intelectuales se conocieron, escribió 94 versículos sobre el Libro de Amigo y Amado, de Ramon Llull, lo que la sitúa como la primera escritora en catalán que se ha conservado en Mallorca. En este sentido, Planas destaca este hecho porque, a raíz de la influencia que tuvo Santa Teresa de Jesús, la mayoría de monjas escribía en castellano. "Estas mujeres tienen un interés más allá de lo religioso, son fundadoras, creadoras de lenguajes, innovadoras e influyentes", señala.
Experiencias místicas y brujería
Las experiencias místicas, detalla Planas, siempre fueron sospechosas, "se han visto con prevención, no sólo por parte de la religión, sino por parte de la sociedad". "La experiencia mística es mala de definir: aunque se ha estudiado y hay teología, se define por unos fenómenos que no son racionales y que ponen a la persona al límite de su humanidad", señala la escritora, que las califica de "experiencias paranormales" y que remarca que este contacto puede ser de carácter espiritual positivo –a pesar del sufrimiento –a pesar del sufrimiento– a pesar de sufrimiento y aspectos vinculados a lo que se consideraba brujería.
Planas también insiste en que ninguna de ellas tuvo una vida fácil, sino más bien complicada, y que lo pasaron mal, ya que en muchas ocasiones su consideración de místicas era juzgada y perseguida, "a pesar de que después prevaleciera su bondad e inteligencia", hecho que cambiaba la visión de que.
El dolor para alcanzar el placer
Uno de los hechos que también llama la atención de la experiencia de estas mujeres es el dolor y sufrimiento al que se sometían para alcanzar determinados estados. Tanto es así, que la mayoría utilizaba silíceos o se fusteaba. de Jesucristo durante la Pasión y de la corona de espinas y que incluso vivió como una figura de Cristo crucificado se descolgaba de la cruz y la abrazaba. "BK_SLT_LNA~" Pasión de Jesús, la máxima expresión de dolor, la adoptan ellas mismas, y es una vía para llegar a los estados místicos de unión con la divinidad”, cuenta Planas. Se deberían recuperar todas las figuras que tenemos que son de gran interés y valor, a nivel europeo", subraya.
- Precio: 10 €
- Colección: Tornaveu/13
- Páginas: 104