Menorca se vuelve insostenible: más turistas, más coches y menos agua
La isla hace crecer la oferta de alojamiento sin poner limitaciones todavía a la entrada de vehículos y sin tener garantizadas las reservas hídricas necesarias

PalmaMenorca, la isla Reserva de Biosfera y con el modelo territorial y de sostenibilidad de referencia para el resto del Archipiélago, comienza a desfallecer. Arranca el verano con una previsión creciente en la llegada de turistas, pero con menos agua y menor descarbonización y separación de residuos de la esperada. También será la última isla de Baleares en aplicar medidas para reducir la entrada de vehículos en verano, aunque el propio gobierno del PP en el Consell reconoce que las carreteras ya están mucho más saturadas de lo que puede absorber la actual red viaria insular. Algunos indicadores de la estrategia ambiental que se comprometió a cumplir para el año 2030 incluso han retrocedido. Ésta es, hoy en día, la radiografía ambiental de Menorca.
Más turistas
Hasta el mes de mayo el movimiento de pasajeros en el aeropuerto de Menorca es ya un 3,2% superior al del año pasado y roza el millón de personas. También han aumentado las llegadas a los puertos de Ciutadella y Maó. habitantes, entre residentes y turistas, lo que supone un 160% más que la población actual
En los últimos cinco años, desde 2019, la entrada de coches a través de los puertos, especialmente Ciutadella, ha crecido casi un 40%. Entran unos 60.000 en Maó y cerca de 200.000 ya en el puerto de Ciutadella, que triplica los registros de 10 años atrás. La consecuencia directa es que, como corroboraba un estudio encargado en el 2023 por el anterior gobierno de izquierdas en el Consell de Menorca, el exceso de vehículos en las carreteras de la isla es del 30% y el 45% de los que circulan son coches de alquiler.
El actual gobierno del PP en el Consell, que nunca ha dado por bueno el estudio anterior, ya admite que el tráfico actual está sobrepasando la capacidad de las carreteras menorquinas. Así lo confirma –dice el consejero Juan Manuel Delgado– el estudio de capacidad de carga que se encomendó y que todavía no se ha hecho público. Sin embargo, no se tomará ninguna medida en este sentido, al menos hasta el próximo verano, pese a que la Ley de Reserva de la Biosfera ya permite desde 2023 que Menorca pueda restringir la entrada de vehículos. Incluso Mallorca e Ibiza se han avanzado y ya han puesto en marcha los mecanismos legales necesarios para seguir los pasos de Formentera, la única isla que ya pone limitaciones.
Desde la oposición, el PSOE y Més han criticado con insistencia el retraso en la aplicación de medidas en este sentido. Los socialistas presentarán una moción a todas las administraciones de Menorca para forzar al Consell a aplicarlas. "Parece mentira que haya sido el Consell de Eivissa el que haya liderado esta iniciativa", dice el secretario general del PSOE, Pepe Mercadal, quien recuerda que, hasta ahora, Menorca siempre había sido un "referente" en gestión turística.
Menos agua
La temporada ha empezado en la isla con las reservas hídricas al 51%, el nivel más bajo de la última década, y con municipios que hace casi un año que no pueden abastecer agua potable, como Maó. Además, las previsiones de crecimiento de la población y del alojamiento turístico contrastan con la realidad de la escasez de agua que se da, por ejemplo, en Ciutadella, donde Recursos Hídricos ya ha impuesto que deberá sustituirse el 45% del agua que ahora se saca de los pozos por agua desalinizada. La idea es hacer descansar las captaciones y que el 57% de toda el agua que se suministre a la población sea desalada.
En el levante de Menorca también se ve ya necesaria la construcción de una desaladora, mientras que los ayuntamientos de Maó y Sant Lluís avisan a los grandes consumidores y revisan al alza sus tarifas para castigar económicamente el sobreconsumo.
Aun así, hay algunas soluciones en marcha. Los ayuntamientos aprovechan las millonarias inversiones en mejora del ciclo del agua para renovar las tuberías y reducir las fugas en las redes de distribución, mientras que el Govern impulsa proyectos de reutilización del agua depurada para el riego El Consell de Menorca también ha puesto en marcha un proyecto a gran escala para aprovechar y gestionar el agua de lluvia de los principales polígonos industrial. La idea es recoger el agua que caiga en los polígonos de Maó, Alaior, Sant Lluís, Ciutadella y Ferreries para recuperar 700.000 metros cúbicos cada año, el equivalente a cinco piscinas olímpicas.
Menos reciclaje
Seis de los ocho ayuntamientos de Menorca aún no aplican el sistema de recogida de estiércol puerta a puerta y se enfrentan a sanciones económicas de la Unión Europea por no haber alcanzado los porcentajes de reciclaje que la normativa ahora exige. Sólo cumplen Castell (71%) y Maó (50,7%), que ya han iniciado la recogida separada. El resto queda muy lejos del objetivo, sobre todo Ciutadella (34,9%), Alaior (35,6%) y Mercadal (39,7%). La media de recogida separada de residuos en toda Menorca es tan sólo del 43%.
Energía renovable desperdiciada
La Estrategia Menorca 2030 para la completa descarbonización de la isla se encuentra estancada porque, aunque crece la oferta de parques e instalaciones generadoras de energía renovable, el sistema eléctrico actual no puede dar respuesta, al menos hasta que no se ponga en marcha el segundo cable con Mallorca. una cifra superior a los 130 MW que la isla necesita para abastecerse a los picos de demanda del verano. Pero el sistema no está preparado para absorber tanta producción, lo que hace inviable a corto plazo cumplir el objetivo de que el 85% de la energía generada en la isla sea renovable. edificios públicos. En estas circunstancias, se mantiene la dependencia de la central térmica del puerto de Mahón y las emisiones de CO2 han aumentado.