Tribuna abierta

Reacciona: el catalán como herramienta de resistencia

Pau Emili Muñoz
04/09/2025
2 min

Desgraciadamente hablar catalán en las Islas Baleares es todavía un acto reivindicativo. Según datos de la Plataforma por la Lengua, sólo el 20,4% de los jóvenes de 15 a 34 años tiene el catalán como lengua inicial.

Este retroceso no es casual. La falta de políticas firmes para proteger la lengua nos sitúa ante una situación de emergencia lingüística que pone en peligro la lengua propia de las Islas Baleares. Sufrimos un ataque silencioso, directo, firme y mediático por parte de sectores que se consideran 'conciliadores'.

Por eso los jóvenes (sí, los mismos jóvenes a los que se supone que no les importa nada) nos movilizamos en defensa de todo lo que representa nuestra lengua. Los días 5 y 6 de septiembre tenemos una cita en sa Pobla con el Festival Reacciona, organizado por la sección joven de Ona Mediterrània, con el apoyo del Congreso de Cultura Catalana y Manangelment gestionado por voluntarios y voluntarias, para reivindicar la lengua catalana como herramienta de resistencia.

Reacciona no es sólo un festival: es una llamada directa contra la persecución de la lengua y la represión cultural que sufre el catalán en Mallorca. Es un espacio donde los jóvenes nos organizamos, reivindicamos y exigimos información rigurosa en catalán, porque la lengua no sólo sobrevive, sino que se defiende, vive y reivindica en cada acción.

Este compromiso generacional es una señal de esperanza: existe una nueva generación dispuesta a luchar por su lengua y cultura. Pero esa lucha no puede ser sólo simbólica; es necesario exigir medidas concretas y un compromiso firme de las instituciones en educación, medios de comunicación, administración pública y sociedad civil. Sólo así podremos vivir plenamente en catalán en Mallorca. El futuro del catalán depende de cómo seamos exigentes con nuestras instituciones y del trabajo que hagamos entre todos: es hora de reaccionar.

El catalán no es sólo una lengua; es un elemento fundamental de nuestra identidad cultural. Cuando el joven, nacido en un territorio catalanohablante o no, de Sa Pobla, de Daimús o de Horta de Sant Joan decide hablar en catalán, no sólo ejerce un derecho lingüístico, sino que también reivindica su pertenencia a una comunidad con una historia y una cultura compartidas.

Sólo así podremos garantizar que el catalán no sea una lengua en peligro de extinción, sino una lengua viva, vibrante y en constante evolución. El futuro del catalán depende de nosotros; es hora de reaccionar.

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