Palma, dos décadas sin nuevas escuelas ni institutos

La población de entre 10 y 14 años ha crecido en 2.548 jóvenes desde 2003, un aumento que ha tensado los centros públicos, que ahora atienden a más alumnos con necesidades

El principal problema se concentra en la zona B, con más hogares pero en los propios centros.
22/10/2025
6 min

PalmaIES La Ribera y CEIP Cas Capiscol. Estos son los últimos dos centros públicos que se construyeron en Palma, en 2003 y 2005, respectivamente. Desde entonces, la población escolar de 0-4 años ha descendido en 1.958 niños, hay 2.203 alumnos más de entre 5 y 9 años y 2.548 jóvenes más de entre 10 y 14, según los datos de la primera versión del Plan de infraestructuras educativas que todavía ha diseñado la Conselleria de Educación en cabeza. La población escolar ha aumentado en general pero los centros no lo han hecho. Actualmente, en Palma existen 22 institutos (IES), 42 escuelas (CEIP) y cuatro escuelas-instituto (CEIPIESO).

El principal problema de espacio se concentra en los institutos, señala el ex director general de Planificación, Ordenación y Centros del Pacto de Izquierdas, Antoni Morante. Los datos de la Conselleria de Educación indican que tienen ratios medios de 25,06 en ESO y de 26,56 en Bachillerato. El número máximo de alumnos en el aula que permite la normativa es de 30 y 35, respectivamente. Ahora bien, los docentes consultados señalan que la vulnerabilidad de los alumnos de Baleares hace que, aunque no se llegue a los máximos ratios, la gestión dentro de clase sea muy complicada. Desde 2009 hasta ahora sí que se han ampliado el IES Josep Sureda i Blanes y el CEIPIESO Pintor Joan Miró y ahora está en proceso, precisamente, la ampliación del IES La Ribera.

Hay que decir que en 2023 se inauguró un instituto, el del Centro de Tecnificación Deportiva de las Islas Baleares. Pero es un centro destinado a los alumnos deportistas federados, de alto nivel, y pueden ir jóvenes de todas las Islas. Por tanto, no soluciona el problema de Palma. Morante explica que su equipo tuvo la voluntad de hacer institutos en Ciutat, pero los problemas fueron varios. "Cuando llegamos nos encontramos que en toda la legislatura 2011-2015 no se había hecho ninguna intervención en ningún centro. Los primeros cuatro años los destinamos a reformar escuelas e institutos", expone.

Otro percance fue la dificultad para encontrar solares urbanizables. "La política habitual en infraestructuras es que los ayuntamientos ceden los solares y Educació construye", señala. "El tema es que en Palma nunca se ha hecho una planificación urbanística, ni planificación de equipamientos, y después tienes un problema. Dispones de solares para construir edificios, pero no tienes escuelas. Teníamos capacidad para levantar centros, pero no podíamos por falta de espacios", dice. Esta situación se dio pese a que el PSOE también gobernaba en Cort y era del mismo color político que el Gobierno. Entre 2016 y 2023 se amplió el CEIP La Casa Blanca y se proyectó el CEIP Femu, ahora en ejecución. También se reformaron 42 centros y se dejó en diferentes estados de tramitación la ampliación del IES La Ribera, del IES Ses Estacions (ahora en licitación) y del nuevo IES Son Ferriol.

Los barracones del IES Son Pacs.

Los institutos de la zona B de Palma, que incluye las barriadas de Camp Redó, Son Sardina y Cas Capiscol, son los más afectados por el déficit de infraestructuras. "El IES Josep Maria Llompart está en una de las zonas con mayor presión demográfica, porque se levantan nuevos edificios, se hacen nuevos CEIP, pero no institutos", expone Jaume Salvà, director del centro. El problema vendrá cuando el CEIP Femu, ya en construcción y con una capacidad de 675 alumnos, acabe. "Deberán ir al instituto y nos los enviarán a los institutos que ya están saturados: Madina Mayurqa, Joan Maria Thomàs, Josep Maria Llompart y Son Pacs", explica.

Cuatro barracones y ningún espacio común

En Son Pacs ya tienen los ratios máximos, al menos en primero de ESO, con 30 alumnos por aula. "A veces son 27, porque la Conselleria nos envía menos para compensar que tenemos muchos con Necesidades Educativas de Apoyo Específico (NESE). Pero cuando deben reubicar a recién llegados, yo sé que acaban subiendo a 30", lamenta el director, Antoni Tornero. La situación en el centro, construido en 1981, no es la idónea. Tiene cuatro aulas en barracones, ha tenido que suprimir los espacios de los departamentos didácticos para poner aulas y los claustros y reuniones deben realizarse en un espacio polivalente. Son Pacs tiene más de 800 alumnos y recibe 12 escuelas diferentes.

En el Plan de infraestructuras la Conselleria prevé una intervención en Son Pacs a medio plazo. "Necesita más espacio. Se prevé una reforma integral. Hay que construir un centro nuevo junto al actual para ESO y Bachillerato. En segunda fase deben remodelarse antiguas instalaciones para FP", dice el documento. En cuanto al Llompart, prevé su reforma, pero a largo plazo. El director de este centro señala que el edificio tiene importantes deficiencias. "Más allá de tener 1.460 alumnos, que hacen que empiece a ser prácticamente ingobernable; nuestra fachada da pena, porque ha perdido protección; cuando llueve el agua se filtra, los pilares de hierro se hinchan y después habrá que intervenir para que el edificio cae", expone Salvà. La imagen que se encuentran alumnos y profesores a su llegada al centro no es agradable. "Lo primero que ves es un porche oxidado y después unas puertas de aluminio de los años 80 aguantadas con unas cadenas para que queden abiertas", apunta. Aún así, asegura que su instituto es de los que mejor están de la zona, aunque en Bachillerato tiene grupos con 34 alumnos –el máximo son 35.

El ARA Baleares ha solicitado a la Conselleria hablar con algún responsable de infraestructuras, para analizar el estado de los centros, los planes previstos y el impacto pedagógico de trabajar en edificios viejos y en mal estado. En estos momentos, Educació subraya la necesidad de mejorar los resultados académicos porque Baleares están en la cola. Ahora bien, la Conselleria ha ignorado el requerimiento de este medio. El Plan de infraestructuras prevé construir tres institutos y ampliar cinco en los próximos 10 años, mientras que proyecta levantar 11 escuelas y ampliar ocho. Cabe decir que no todo son intervenciones generales, sino que hay algunas que son para incorporar aulas para las etapas 0-3 y por 0-6.

Uno de los centros donde también se quiere intervenir a medio plazo es el CEIP Jafudà Cresques, en Pere Garau. El centro data de los 60. La directora es Aina Picó y tiene una perspectiva histórica de cómo se ha llegado a la mala situación de las infraestructuras de Ciutat. "Durante muchos años se han pasado el balón entre la Conselleria y el Ayuntamiento, lo que ha provocado que muchos centros no se hicieran", señala. El Jafudà tiene necesidades urgentes, como un nuevo suelo para el patio, porque el actual es de los años 80, y los baños de uno de los edificios, que son de los 60. En Pere Garau –la barriada más poblada de Palma– existen dos escuelas de Atención Preferente, una clasificación que implica ratios más reducidos. "La diferencia de niños acaba en las concertadas", lamenta Picó.

Detalle de los barracones del IES Son Pacs.

¿Cómo afecta trabajar en estos contextos? Los directores consultados subrayan que no es lo mismo trabajar con 25 alumnos por aula hoy en día que hacerlo hace 20 años. "La vulnerabilidad de los jóvenes ha aumentado muchísimo, además de las dificultades. Tengo aulas de 30 estudiantes donde 15 son NESE, sumando la llegada constante de recién llegados, que suponen una dosis extra de trabajo en un contexto precario". "El centro no es un espacio amable visualmente donde alumnos y profesores puedan sentirse a gusto", explica Salvà. En el caso de Son Pacs, la falta de espacios es uno de los principales problemas. "El ambiente no es adecuado", dice el director.

La presión demográfica de la zona Palma B es tal que entre los cuatro institutos de la zona se alternan para acoger una quinta línea. Es decir, si el curso actual comienza un quinto primero de ESO en el IES Joan Maria Thomàs, el siguiente lo hará en el Madina Mayurqa y así sucesivamente. Cuando la promoción termina, comienza otra. La saturación se agravará cuando acabe el CEIP de la Femu, a la espera de que se amplíen el IES Joan Maria Thomàs (que tiene barracones), Son Pacs y se construya el nuevo instituto Palma B.

Además del déficit de infraestructuras educativas, será necesario valorar qué impacto tiene el cierre del IES Politécnico. Según su director, Francisco Javier Caparrós, supondrá la supresión de 300 plazas entre ESO y Bachillerato. "Se aumentará la presión sobre el IES Ramon Llull y, sobre todo, se beneficiarán las concertadas de la zona", señala. Ramon Llull ya tiene unas ratios altas de entre 25 y 27 alumnos en ESO y 30 en Bachillerato. Todo ello en un edificio con espacios muy limitados. "Mientras no se mejoren los ratios de alumnos será imposible mejorar el sistema educativo de Baleares, por mucho que los políticos se llenen la boca y nos comparen con Castilla y León. No es comparable. Por nada", sentencia Salvà.

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