Oposiciones docentes con temarios de los 90: "En Informática se habla de los disquetes, pero no sale internet"

Tampoco se menciona la IA, y en otras especialidades se hacen referencias a la LOGSE, derogada hace 19 años, una situación que el Ministerio de Educación conoce y debe resolverse

Los temarios para acceder a plazas docentes en la etapa de Primaria son los más recientes y se validaron en 2007.
08/07/2025
6 min

PalmaLas personas que deciden presentarse a las oposiciones para ser docentes, tanto en Baleares, como en todo el Estado, deben estar dispuestas a realizar un viaje en el tiempo. La razón es sencilla. El temario del proceso para la etapa de Infantil, por ejemplo, data del año 1993 e incorpora un tema que, ahora, en pleno siglo XXI, y en un momento en que las fronteras entre los géneros de cada vez son más invisibles, sería polémico: "La educación sexual en la etapa infantil. Descubrimiento e identificación con el mismo sexo. educativas para evitar la discriminación de género". Fuentes de la etapa consultadas por el ARA Baleares aseguran que ya en el momento en que se elaboraron estos temarios, hace 32 años, el citado apartado estaba obsoleto. "He estado toda la vida en Infantil y nunca hemos trabajado con niños sobre roles de género, por nada", asegura un profesional con más de 37 años de experiencia.

El temario de Infantil es el más antiguo y el de Primaria el más moderno (2007). Pero todo el de Secundaria y el de FP también es del siglo pasado, porque data de 1993 y 1996. Hay materias que han envejecido mejor, como pueden ser Matemáticas, Latín, Griego o las de lenguas, pero otras están del todo desfasadas hasta un punto inverosímil. Si un informático decide presentarse a las oposiciones de la especialidad, se dará cuenta de que en ninguna parte aparece ninguna referencia a internet. Está claro que en ese momento la red no estaba tan generalizada entre la sociedad, pero ahora, en el siglo XXI, prácticamente la totalidad de las empresas, hogares, centros educativos, docentes y alumnos la emplean en su día a día. Es una herramienta indispensable.

El temario de Informática tampoco menciona las redes sociales, ni la inteligencia artificial –tan debatida actualmente por su impacto en el sector educativo–, ni la robótica, las redes inalámbricas, ni el lenguaje HTML, entre otros. El coordinador del Colegio Profesional de Docentes de las Islas Baleares, Antoni Salvà, gran conocedor de la realidad educativa, sintetiza la situación: "Es un trámite administrativo de filtrado de quienes son capaces de superar una prueba escrita sobre temas de finales del siglo XX", dice. De hecho, es factible que actualmente se presenten a las oposiciones personas que no habían nacido cuando se publicaron los temas. Otras especialidades atropelladas por el paso del tiempo son Pedagógica Terapéutica (PT) y Audición y Lenguaje. En ambas se hace referencia a la LOGSE, una ley educativa derogada en 2006. En cualquier caso, los aspirantes deben adecuar los temarios a las lógicas de la época actual. Si un candidato a Informática no menciona internet a una prueba, o algún pedagogo terapéutico hace referencia a la LOGSE, los tribunales seguramente les suspenderán.

La ordenación de los temarios de las oposiciones depende del Ministerio de Educación. Desde 1993 se han alternado diferentes gobiernos, sin que ninguno haya logrado de forma efectiva realizar un cambio duradero. Se intentó, en 2011, durante el segundo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con la aprobación de nuevos contenidos. Sin embargo, cuando se produjo el cambio de ejecutivo, José Ignacio Wert (PP) accedió al Ministerio de Educación y los derogó. "Si yo fuera opositor, estaría dando botes de alegría para que me hubieran restituido el temario", dijo el ministro, quien criticó unos temarios que, hoy en día, también estarían obsoletos.

En definitiva, si bien las metodologías educativas de enseñanza y las formas de evaluar a los alumnos han cambiado radicalmente en la última década, el acceso a la profesión docente está estancado, a excepción de la etapa de Primaria, en el milenio pasado.

Un acuerdo necesario, pero difícil

¿Cómo se ha llegado a esa situación? Fuentes cercanas al Ministerio de Educación aseguran que se está trabajando para que el cambio de temario, así como la reforma de la función docente, pueda estar vigente lo antes posible. "Hace más de dos años se publicó el documento de 24 medidas para la reforma de la función docente. Lo primero de lo que se habla es de definir los perfiles profesionales, de determinar cómo debe ser el profesor del futuro, las competencias que debe tener. Y eso no es sencillo, porque hay que negociar con las universidades, comunidades autónomas, sindicatos...", explica. Y añade. "Es un tema crucial, pero no se resuelve en una tarde, son meses, por no decir años, de negociación", dice.

En la reforma de la función docente intervienen profesionales de Infantil y Prim de Educación del Estado. Uno de los proyectos que se quiere ejecutar es modificar los planes de estudios de las carreras de educación. También se quiere revisar el proceso de reciclaje pedagógico que realizan los profesionales de Secundaria. Se puede ser un gran matemático y, a la vez, un pésimo docente", explica la fuente cercana al Ministerio.

Por su parte, desde el organismo aseguran ser "plenamente conscientes" de la situación y estar trabajando con diferentes sectores para reformar la profesión docente. "El Ministerio sabe de la necesidad de modernizar los temarios para los temarios. Otra de las metas es que se adapten al enfoque competencial de los currículos LOMLOE. Todo ello se abordará próximamente", expone el gobierno de España. El ARA Baleares ha pedido hablar con el director general de Personal Docente de la Conselleria de Educación, Ismael Alonso, sobre los procesos de oposición y los modelos de prueba. No se ha concedido la entrevista.

de ahora están completamente desfasados ​​y no se ajustan en absoluto a la realidad. No podemos tener temarios del cuerpo de maestros donde se hable de las tendencias del siglo pasado, o un temario de Informática que habla de disquetes, de lenguajes de programación obsoletos y que no menciona internet", expone Lluís Segura, secretario general de Enseñanza pública del STEI. Por su parte, Miquel Àngel Santos, portavoz de Al competencia educativa está transferida a las comunidades autónomas, pero toda la normativa sigue dependiendo del Estado".

Salvà, coordinador del colegio, es aún más taxativo. "Los procedimientos utilizan temarios contradictorios con la LOMLOE y los Reales Decretos de Ordenación y Enseñanzas Mínimos de las etapas", la diversidad, el temario también es contrario a la normativa vigente. Se detienen en la 'integración'", explica, y todo en un momento en que las nuevas disciplinas educativas han sustituido el concepto de integrar alumnos, por el de incluirlos. El matiz es importante. La inclusión educativa de todo el alumnado es hoy una de las bases del funcionamiento de los centros educativos.

Una prueba que no elige los mejores

Más allá de los temarios, el formato de las pruebas requiere también una reforma urgente. Tiene una primera prueba que consiste en exponer por escrito un tema de la especialidad. Es memorística en un momento en el que la educación de cada vez lo es menos. La segunda es un ejercicio práctico en el que se plantea un supuesto relacionado con la especialidad y el aspirante debe resolverla. No es hasta la tercera prueba cuando el candidato, si llega, puede exponer oralmente y defender una planificación de situaciones de aprendizaje o una programación didáctica. "Hay mucha gente que no supera la prueba del tema escrito, porque al verla directamente se retira. Y quedan buenos profesores", explica Santos.

Lo confirma Miquel Bujosa, director del CEIP Es Puig de Lloseta, que ha estado dos veces en un tribunal de oposiciones. "La prueba teórica es para escabechar gente. Un tribunal puede tener 80 aspirantes, de los que 35 pasan a la segunda prueba y sólo 15 llegan a la última. Puede haber muy buenos maestros que se queden por el camino, y de males que se quiten la plaza", asegura. "Es necesaria una reforma para que los aspirantes tengan que demostrar que saben aplicar los conocimientos y transmitirlos, no memorizarlos", opina Joan Crespí, portavoz del sindicato SIAU. "No puede ser esa dualidad entre trabajo práctico dentro de las escuelas y empollada en las oposiciones. Porque mucha gente se afloja", añade.

En el año 2025, en una época de gran reforma pedagógica, de replanteamiento de metodologías y estrategias, los profesores que aspiran al funcionariado tienen como referencia los temarios de una época –en los años 90– en la que, a veces, si un alumno no rendía, se decía que no valía. Más de 25 años después, se ha descubierto que algunos de estos niños tenían trastornos de aprendizaje: TDAH, Asperger, autismo, entre otros.

Hacer las oposiciones docentes es entrar en un viaje inicial al pasado, para adaptar el temario al presente y enfocarse en una profesión que exige mirar al futuro para hacer frente a los retos del sistema educativo, en este caso de las Islas Baleares –que no son pocos. Y todo con un examen que, si se tiene suerte, y se supera la prueba completamente memorística, ofrece la oportunidad de demostrar que puede ser el maestro que los alumnos necesitan. La buena noticia es que el Ministerio trabaja para cambiar el acceso a la función docente, paralizada mayoritariamente en los planteamientos fijados en la LOGSE. Esta ley transformó el sistema educativo del Estado, lo modernizó y es el texto que ha estado vigente más años desde el restablecimiento de la democracia (16). Ahora bien, hace dos décadas que se sustituyó por la LOE, una ley que se reformó en la LOMCE y que también reformuló la vigente LOMLOE. La incógnita, por ahora, es cuando se hará efectivo el cambio en el acceso y en la definición de la función docente, que hace ya mucho tiempo que hace tarde. Pero la educación no puede esperar más.

Los opositores dicen que hay que revisar temarios, pero no quieren que les afecte

Hace muchas generaciones que los postulantes en las plazas de las oposiciones docentes se enfrentan al mismo estilo de pruebas y temarios. "Está claro que deberían actualizarse, pero yo me había presentado varias veces a las oposiciones de Pedagogía Terapéutica y me hubiera jodido mucho que me hubieran cambiado los contenidos durante el proceso", asegura una profesional que sacó la plaza hace dos años. Su opinión la comparten otros docentes consultados.

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