Consejo de Mallorca

Poner orden en el alquiler turístico ilegal: el callejón sin salida de Marcial Rodríguez

El ya ex conseller tenía uno de los encargos más complicados de los que todavía la administración pública en un contexto de saturación y falta de vivienda

Marcial Rodríguez en el pleno extraordinario de este martes.
30/12/2025
6 min

PalmaHace meses que el consejero insular de Turismo, Marcial Rodríguez, se encontraba en un callejón sin salida. Este martes ha hecho efectiva su renuncia al cargo, que será sustituido por Guillem Ginard, poniendo punto y final a casi dos años y medio de mandato marcado por presión política, social y mediática. La decisión no es nueva: Rodríguez había manifestado en varias ocasiones su intención de dejar el cargo, pero no había podido hacerlo hasta que el PP encontró a un sustituto que asumiera el reto. Pero, ¿qué ha derribado al consejero?

Desde el primer día, Rodríguez había recibido el encargo político de poner orden al alquiler turístico ilegal en Mallorca siguiendo el modelo eficaz que el Consell d'Eivissa había implementado con éxito. Esta voluntad de replicar la estrategia pitiusa —considerada un referente en las Islas— se convirtió en uno de los principales focos de presión sobre el conseller, que debía demostrar resultados rápidamente para satisfacer tanto a la ciudadanía como a la propia institución. Sin embargo, la complejidad del problema y los obstáculos burocráticos hicieron que no se acabara de poner orden y que muchas medidas quedaran a medio camino. Rodríguez también debía asumir expedientes pendientes de la anterior legislatura y gestionar las consecuencias de decisiones adoptadas en mandatos previos, lo que complicó aún más su gestión.

Rodríguez aterrizó al cargo de 2023 con una problemática de masificación turística creciente. Además, en el mismo tiempo, el debate social sobre la problemática y sobre las consecuencias que se derivan como la crisis de la vivienda y la presión sobre el territorio. Rodríguez asumió el departamento de Turismo del Consell de Mallorca con dos claros retos: controlar la oferta turística ilegal y dibujar un cambio de modelo de la actividad turística. Además de esto, el consejero también debía hacerse cargo de los expedientes que se habían dejado en el aire en la anterior legislatura y también debía hacer frente a las problemáticas derivadas de las decisiones que se tomaron durante los anteriores mandatos.

Más inspecciones

Para cumplir sus objetivos, Rodríguez aumentó el número de inspecciones contra el alquiler turístico ilegal. En 2023 la institución insular realizó 965 actuaciones mientras que durante la campaña de verano de 2024 – que duró del 15 de junio al 15 de noviembre– realizó 2.554, de las que 1.765 eran inspecciones contra la oferta irregular. De 2023 a 2024 Rodríguez también aumentó el número de actas de infracción, ya que en 2023 se levantaron 222 mientras que en 2024 se abrieron 245. Con la intención penalizar con más dureza la oferta de alquiler turístico ilegal, Rodríguez las aumentó. Anteriormente, las multas iban desde los 40.000 a los 400.000 (dependiendo del tipo de irregularidad) y el conseller aumentó la cifra mínima hasta los 80.000 euros.

Al mismo tiempo que Rodríguez aumentaba la guardia y también el personal de su departamento para luchar contra la oferta turística ilegal, las presiones que ejercían los hoteleros con el objetivo de erradicar esta actividad también lo hacían. Por su parte, fuentes de la oposición y del Consell explicaron al ARA Baleares que el conseller insular tenía "un pacto no escrito con los hoteleros" para centrarse en la oferta de alquiler turístico ilegal y, de este modo, no controlar eloverbooking de los hoteles.

Al mismo tiempo, las críticas de la oposición por "la opacidad" de Rodríguez también incrementaban. De hecho, la oposición de la institución insular ha reclamado varias comparecencias durante los tres años de mandato para "exigir cuentas ante las reiteradas ausencias y la falta de información y resultado sobre su gestión", explicaban los socialistas en un comunicado. Todo ello se añadían las polémicas de los agroturismos de Juan Monje y Jaume Porsell. En ese momento, Rodríguez estaba en el punto de mira de la prensa y de la oposición que estaba pendiente de cómo actuaba el conseller, que comparte partido con ambos propietarios.

Con el objetivo de seguir ejerciendo su labor, Rodríguez dio "un impulso en forma de aumento de plantilla al departamento de Turismo", según dijo él mismo en una rueda de prensa en octubre del 2024. Antes de finales del 2024, el conseller se comprometió a cumplir 12 nuevas incorporaciones en el servicio de instrucción de sanción y otros cinco en el servicio de ordenación (en total 27).

En enero de 2025, Rodríguez empezaba el año con una nueva polémica que hizo temblar los cementos del departamento de Turismo. El Sistema Interno de Información del Consell de Mallorca recibió una denuncia anónima acusando al consejero insular de Turismo de intentar agredir al jefe del servicio de inspección durante una discusión. En la denuncia se aseguraba que no era la primera vez que el conseller "tenía una actitud amenazante" hacia los trabajadores. Rodríguez negó los hechos y tildó de la denuncia de "falsa". "Niego rotundamente cualquier acusación de falta de ética, abuso de poder u otras acciones que se aparten de la legalidad y la transparencia en mi gestión y la de mis colaboradores", insistió Rodríguez, insistió en una rueda de prensa. A pesar de esta justificación, el malestar en el entorno laboral estaba presente e, incluso, hubo inspectores que abandonaron el cargo.

Sin embargo, los focos mediáticos y políticos se centraron una vez más en su cargo y su gestión. Sin embargo, la polémica no pasó de enero ya que día 11, la Comisión del Sistema Interno de Información del Consell de Mallorca archivó la denuncia. Rodríguez resistía la presión y anunciaba cifras basadas en estudios del Consell de Mallorca para justificar su gestión. Según un estudio de la institución municipal que el consejero presentó en agosto de 2025, el 40% de la oferta turística que se anuncia en las plataformas no está registrada. El análisis también determina que de una media mensual de 20.204 publicaciones estudiadas, 7.978 corresponden a inmuebles que operan de forma irregular y suman 42.342 plazas turísticas. Tras conocer las cifras, la Asociación de viviendas turísticas de Baleares, Habtur, puso en duda a los datos difundidos por el Consell de Mallorca. La patronal del alquiler turístico le reclamaba también lo mismo que la oposición: transparencia.

En un comunicado, la patronal del alquiler turístico calificó los datos como "cuestionables" y criticó el "despilfarro" de dinero público en el estudio que arrojó estas cifras. "Dudamos firmemente de la fiabilidad de estas cifras. El Consell admite que ha utilizado una plataforma privada para detectar y categorizar inmuebles, pero no ha publicado la metodología ni los márgenes de error", indicaron.

Por su parte, el sector primario también presionaba a Rodríguez porque, como avanzó el ARA Baleares, hasta junio de este año el Consell no había hecho ninguna inspección presencial para comprobar si los establecimientos turísticos ofrecían el 3% del producto local marcado por la ley. Tampoco abrió expediente sancionador alguno y para comprobar el cumplimiento de la normativa sólo envió cartas.

Caos en la adjudicación de plazas

Además del golpe de la patronal del alquiler turístico y también del sector primario, en septiembre el Consell realizó el primer proceso de adjudicación de plazas de alquiler turístico –que dio de baja al entrar en vigor el decreto de contención turística del gobierno de Prohens. Por adjudicar las plazas primaba el orden de petición. El primer intento fue fallido, ya que el sistema telmático colapsó y no se pudieron registrar las solicitudes. Por eso, la oposición señalaba que todo parecía aderezado para adjudicar las plazas a personas concretas.

El segundo intento también fue fallido por la misma razón y el tercero, que estaba previsto que empezara el 20 de diciembre se ha aplazado por los reiterados problemas técnicos ocurridos en las convocatorias anteriores. Además, la próxima convocatoria todavía no tiene fecha porque la institución insular todavía no la ha fijado. A este caos en la adjudicación de plazas se añade que en noviembre El departamento de Turismo del Consell de Mallorca reconoció que 52 expedientes sancionadores que se habían iniciado han caducado al no ser resueltos ni notificados en el plazo de un año.

Todo ello ha colmado el vaso hasta hacer renunciar a Rodríguez. La oposición ha celebrado la renuncia en el pleno extraordinario del Consejo de Mallorca que se ha celebrado este martes. Por su parte, la portavoz del PSIB en el Consell de Mallorca, Catalina Cladera deseó que el cambio "sea para mejorar el rumbo del equipo de gobierno más allá de hacerse fotos e ir de viaje". Por su parte, el portavoz de El Pi, Antoni Salas opinó que el mandato de Rodríguez "ha sido convulso y lleno de conflictos con el personal", por lo que "no ha dado ningún resultado ni uno". Del mismo modo, la portavoz de MÉS por Mallorca, Catalina Inès Perelló consideró que "no se ha avanzado en ninguna medida concreta" debido a la "no gestión" de Rodríguez.

Con todo, Rodríguez pone fin a un año que empezó con polémica ya tres años de mandato muy inestables en un departamento difícil de gestionar.

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