Como era Inès Mateu, según su hermano: “De pequeña ya cogía algo como si fuera un micro y decía: 'Inès Mateu, TV3, Bunyola'”
Joan Mateu, hermano de la periodista, nos explica los mejores secretos guardados de la adolescencia y la infancia de Mateu
PalmaEs tan rubia y tiene los ojos tan azules que, sobre todo cuando era pequeña, la gente pensaba que era guiri. Un tío suyo le decía "na Heineken". Quienes la conocen destacan la forma que tiene de explicar el mundo y su capacidad de observación. Ha crecido jugando a muñecas y Barbies –que guardaba en "la habitación de las marañas" así como su padre bautizó la habitación de los juguetes-, en una cámara propia llena de pósters de la primera edición de Operación Triunfo. Como tantas otras de esa generación, empezó el difícil camino del autoconocimiento haciendo los test de las revistas Bravo y Súper Pop. Hoy es periodista, y desde hace año y medio dirige el programa Xiu-xiu en IB3Ràdio. Nos habla de Inès Mateu Parra (Bunyola, 1993) su hermano pequeño, Joan Mateu Parra.
"El primer recuerdo que tengo de Inès, y no sé si es inventado de tantas veces que me lo han contado, es que le caí de la farola que había en medio de la plaza de Bunyola. Se supone que mi hermana intentaba subirme y yo me caí". Es lo primero que cuenta Juan, pero no es más que una pequeña anécdota. De repente que Inès ha hecho el papel de hermana mayor como toca: "Siempre tenía un 'ves alerta' en la boca, y un 'no debemos dar un disgusto a papá'. Es el instinto de protección", asegura el hermano.
Así como pasaba el tiempo, los caracteres y personalidades de Inès y Joan se fueron distanciando: "Nos llevábamos mal, chocábamos. Diríamos que yo tenía un perfil friki, me gustaban los cómics, dibujaba… Ella era una popu, la muñeca popular del instituto de Sóller. Era como una estrella del pop", dice Joan. Durante unos años tuvieron una relación de toma y daca, pero con el tiempo han acabado "compartiendo espacios de amistad y de vida".
Más allá de la fase de la adolescencia, que a veces es tumultuosa, Juan comenta que la periodista es, de por vida, una persona muy divertida y, a la vez, prudente. Y añade: "Tiene un mundo interior muy particular y una manera de observar el de fuera muy marcada. Lo de la observación es algo que tenemos ambos, y creo que nos viene de mi padre, que nos ha enseñado a anticiparnos a las cosas a partir de la observación de las personas y del entorno", apunta. Precisamente esta habilidad, dice Joan, le ha ayudado a mantener la calma en programas como el 5 días, donde tienes que entrevistar en directo a gente de toda casta: "Ella te escucha, pero, a la vez, está pendiente de otras tres conversaciones. La tele le ha aportado un nivel de toreo espectacular. Tiene mucha mano izquierda para el trato con las personas", manifiesta el hermano.
Aún hoy, la familia se ríe cuando recuerdan el "gran problema" que tenía Inés cuando era pequeña: "Seguido, seguido decía que se aburría. El tío Jaume decía que Inès era la primera muñeca que había oído decir que se aburría. Yo creo que se aburría porque nada estaba a su nivel, todo le hacía pereza. Y, seguramente para no aburrirse, desde pequeña que juega a ser periodista, y cogía cualquier cosa como si fuera un micro y decía: 'Inès Mateu, TV3, Bunyola'. Lo tenía muy claro. "A mí me sorprendió que le gustara tanto la radio, porque tiene un perfil muy de televisión".
Volviendo a la adolescencia, Joan recuerda un armario "verde hospital, mucho de los años 90" que tenía Inés en la habitación. Dentro de las puertas había pósters de David Bisbal y Chenoa, pero también de Fernando Torres el Niño, El Canto del Loco… De todo lo que tocaba: "De adolescente, nunca estuvo confundida. Le gustaba lo que le gustaba", dice el hermano, que menciona la película El diablo se viste de Prada y series como Sexo en Nueva York y Friends. Pese a la distancia que separaba a los hermanos en ese momento, ahora tienen un sueño compartido: "Tener un proyecto juntos en Mallorca". ¡Que vivan los hermanos que sueñan así!