La hija única

¿Qué haría si ahora quedara soltera

Con Javiera, charlábamos del heteropesimismo como síntoma del fenómeno volcel, el celibato voluntario, del que tanto se ha hablado después de que Rosalía haya afirmado que lo practica, sobre todo en las redes sociales.

Cameron Diaz, en The Holiday, cuando acaba de quedar soltera.
30/11/2025
3 min

PalmaSomos más heteropesimista de lo que creía. De hecho, cuando mi amiga Javiera me planteó este tema, ni siquiera pensaba que yo tuviera nada que decir. Los hombres son la única opción que, hasta ahora, he previsto para relacionarme sexoafectivamente con ellos. ¿Cómo iba a ser pesimista ante este hecho? En caso de serlo, ¿no debería haberme planteado ya alguna alternativa? ¿Y si no lo había hecho todavía, entonces quería decir que era heterooptimista? Lo único que me quedaba claro es que somos una heterobásica con muchos privilegios. Bien, una heterobásica con muchos privilegios y unas amigas que saben hacerme las preguntas correctas.

Con Javiera, charlábamos del heteropesimismo como síntoma del fenómeno volcel, el celibato voluntario, del que tanto se ha hablado después de que Rosalía haya afirmado que lo practica, sobre todo en las redes sociales. En cualquier publicación que haya abordado este tema, es posible no encontrar hordas de mujeres afirmando que o hace rato que han decidido no tener relaciones con hombres o que si lo dejaran con su pareja, cerraban el grifo. "Por supuesto, querida", les digo mentalmente a todas. Un momento: ¿qué haría yo, si ahora quedara soltera?

En primer lugar, no haría absolutamente nada. Es decir, simplemente quedaría. Creo que no tendría demasiadas esperanzas en encontrar algo como lo que tengo ahora, y no lo digo sólo como muestra de amor a mi chico. Una tiende a acostumbrarse a que le lleven un vaso de agua en la cama antes de acostarse sin pedirlo, a ser la que siempre se queda el pedazo más grande de pizza o de pastel, a liberarse de las tareas más aburridas de la casa oa que lo escuchen durante 30 minutos seguidos. Y el hecho de pensar que todo esto (lo mínimo que todas merecemos) sólo lo podré encontrar un pico en la vida quizás sí que me hace algo heteropesimista.

En segundo lugar, lo siguiente que haría sería caer en scrolls infinitos en aplicaciones de citas, buscando validación instantánea en hombres que acaba de conocer. A días, mediría mi valía en el número de matchs que hubiera cultivado. Y después de muchas decepciones y cansada de no saber quiénes somos ni qué quiero, me acabaría dando de baja de todas. "Ahora, celibato", decidiría, rotundamente, hasta la siguiente noche que saliera de fiesta. Entonces, de camino a la discoteca, cantaría Indapanden, de Bad Gyal, que es la canción que me hace sentir como si estás ovulando en cualquier momento del ciclo: "A rom me sabe la boca, toda la ropa empapa. / Y por cómo me miras sé que me quieres hacer tu mujer. / Sólo esta noche, no quiero ser de ninguna persona. / Y ahora enséñame el piso, me enseña el piso. / Me siento orgullosa (Me has visto o qué?) / Me miro en el espejo y pienso: 'Qué bien estoy sola'". Y, al día siguiente, de resaca, sólo sentiría el eco del final de la canción: "Después al día siguiente, /pienso que he perdido el tiempo. / Y digo: '¿Por qué haces las cosas si en verdad no es lo que sientes?'. / Y estás muy bien, no te viene de un par de niños. / Te lo estás montón. shorty independiente".

La soltería ahora se nos plantea como una opción válida, como algo deseable, cuando hemos perdido la esperanza, cuando hemos pasado a ser heteropesimistas. Como dice la periodista Ana Bernal-Triviño, el aumento de mujeres que tiran por esta vía "es el resultado de una concienciación de lo que es no, lo que es, lo que es, no. plantearnos la idea de la soltería se me presenta también como una prueba de fuego del tipo de relación en la que estamos. Si, por ejemplo, mi respuesta a la pregunta '¿qué haría si ahora me quedara soltera?' empezara con un "al fin", creo que debería preocuparme de ello. Ésta es otra de las respuestas que, sin querer, he encontrado: que me siento en una relación sana, segura y feliz, y que no hablamos lo suficiente cuando esto ocurre. ejes vertebradores de las conversaciones. No seré yo quien diga "Not all men", pero sí que pondré en cuarentena cualquier frase que empiece por "Todos los hombres son". Y lo haré por nuestra propia seguridad. Porque si todo es violencia, nada es violencia. ¿Cómo debemos protegernos de algo que ni siquiera sabemos detectar? ¿Se supone que tenemos que vivir constantemente alerta, permanentemente en guardia? en la calle, en la cama, en el amor. Me niego a su pasividad, a que ellos lo tengan tan fácil como sentarnos a esperar que nosotros nos resignemos y damos por hecho que todos son iguales, a eliminar cualquier incentivo que les haga cambiar porque ya es hora de que el heteropesimismo también cambie de bando.

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