El fuerte olor de heces de gallina procedentes de una finca obliga al Ayuntamiento de Manacor a actuar

La presión de vecinos afectados y el mal olor que sufre la ciudad hacen que el Consistorio traslade una denuncia a la Dirección General de Agricultura por una posible mala práctica en la gestión de gallinaza a una finca rústica

El Ayuntamiento de Manacor ha denunciado una posible mala práctica en la gestión de gallinaza en una finca rústica.
Sebastià Vanrell
15/09/2025
3 min

ManacorLos fuertes olores de heces de gallina, procedentes de tierras de una conocida empresa manacorina del sector, que esta última semana han transformado el aire de la ciudad de Manacor en un mal olor a gestionar y que en fincas rústicas ha impedido, incluso, cosas tan básicas como tender la ropa con tranquilidad, al fin ha encontrado una respuesta municipal.

El Ayuntamiento ha anunciado este lunes tarde el traslado a la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la denuncia de una posible mala práctica en la gestión de gallinaza en una finca rústica del término municipal, de la que la Sala no ha dado más datos, aunque en sus redes ha colgado la fotografía en una finca en Ten fin.

Según los informes de la Policía Local y de técnicos de los servicios municipales, "el pasado 9 de septiembre se detectó el vertido de gallinaza a una parcela manacorina, y el 15 del mismo mes (es decir hoy) se ha comprobado que el estiércol aún estaba esparcido, tanto en esta finca como en una parcela.

Estas circunstancias indicarían que se habrían superado las 72 horas establecidas para el entierro de este tipo de residuos, tal y como prevé la Ley 3/2019, de 31 de enero, agraria de las Illes Balears.

Zona de Justaní

En cualquier caso y según ha podido saber este medio, uno de los terrenos agrícolas más afectados por estos vertidos de gallinaza se encuentran en la zona de Justaní, cerca de la histórica finca manacorina de Albocàsser, siguiendo el camino de Son Fangos. Vecinos de este y otros foraviles del municipio llevan días denunciando ante el Ayuntamiento que los olores fuertes les impiden hacer vida normal.

Al mismo tiempo, los vecinos están preocupados, y mucho, de que las filtraciones de heces puedan llegar a sus pozos oa los acuíferos cercanos, por lo que reclaman también una investigación por parte de Recursos Hídricos.

A consecuencia de estas actuaciones, se registraron olores intensos que han ido generando quejas vecinales, no sólo en la zona cercana, sino que incluso han llegado, como decíamos, al núcleo urbano de Manacor. "Esto ha generado preocupación entre los ciudadanos y ha motivado la intervención de las autoridades", explica ahora el Consistorio, que recuerda que ya, hace tres años, denunció a la propia empresa avícola ante la Conselleria de Agricultura y el Seprona por hechos similares, en un claro ejemplo de gestión incorrecta de los residuos ganaderos en la zona.

Sebastià Llodrà Oliver, delegado de Policía Local, ha afirmado que "la protección del medio ambiente y la convivencia ciudadana son una prioridad para este Ayuntamiento. No permitiremos prácticas que vulneren la normativa vigente y que generen perjuicios a la población".

Para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y la correcta gestión de residuos ganaderos, el Ayuntamiento ha remitido toda la documentación disponible, "incluyendo informes y fotografías, a la Dirección General, para que pueda evaluar la situación y, en su caso, adoptar las medidas correspondientes en el ámbito de sus competencias".

Olores recurrentes

Y es que aunque el hedor empezara hace unos cinco años, en mayo del 2022, las quejas por el mal olor que llegaba las noches a Manacor ya fue un tema recurrente de conversación y malestar. La culpable fue nuevamente la gallinaza que se había vertido por toneladas en la zona de Son Suau (justo detrás de Sant Cirga) junto a la carretera entre Manacor y Portocristo. Unos vertidos que el Ayuntamiento de Manacor puso en conocimiento de la AMAS (técnicos de Medio Ambiente del Gobierno) y de la dirección general de Recursos Hídricos.

Como ya ocurrió en los meses de marzo y julio del 2020, se volcaron heces de gallina en tierras que, en teoría, deben ser productivas. Lo que obligó a la Conselleria a abrir un expediente a fin de comprobar si la proporción de toneladas por metro cuadrado sobrepasa los límites permitidos por la ley agrícola, y si efectivamente la gallinaza servía de abono para la producción agraria, o simplemente se había vertido en ella como si fuera un estercolero.

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