Una empresa de Mallorca no dejará entrar a los turistas: “El campesinado no puede convertirse en una monea de circo”

Ha anunciado que desde ese momento quedan totalmente prohibidas las visitas turísticas a su finca

Ponç Cloquell, en el centro con sus hijos Joan y Miquel Àngel, de la empresa Flor de Figa
Josep Maria Sastre
18/07/2025
3 min

SinedLa empresa algaidina Flor de Figa ha anunciado que cierra las puertas de la finca Es Rafalet de casa del amo Julià en las visitas turísticas. La gota, nunca mejor decir, que ha colmado el vaso es la negativa y las trabas del Gobierno de las Islas Baleares a pagar las camionadas de agua en la comarca del Pla de Mallorca.

Ponç Cloquell, copropietario de la finca junto con sus dos hijos (la empresa recibió el premio Relleu Generacional Rural Up 2023), explica que la decisión llega también porque "creemos que debemos dar un paso, no podemos continuar con este turismo. Los que nos dedicamos al campesinado no nos podemos convertir en una moneya de circo, la page

En este sentido, recuerda las declaraciones hechas esta semana por parte del decano del Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares, Bernat Nadal, quien, en referencia a la decisión de dejar construir en suelo rústico común, como prevé el Gobierno del PP y la extrema derecha, dijo que Baleares "se convertirán en un decorado". Cloquell menciona estas declaraciones y añade que "eso mismo pensamos; no queremos ser un decorado y no necesitamos el turismo".

De hecho, explica que "nuestro negocio no es dar visibilidad turística al campo mallorquín, nuestro negocio es vender higos. Por ahora tenemos clientes autóctonos que nos compran los higos y el día que no los podamos vender y tenemos una guarda de cerdos y se los daremos".

En un mensaje publicado en las redes sociales conun vídeo de la fincaque se ha hecho viral, Flor de Figa explica que en los últimos años habían abierto sus puertas a las visitas turísticas: "Les hemos mostrado nuestras casas, nuestras plantaciones de almendros, de algarrobos y nuestras reinas… las higueras, pero ya hemos dicho basta", porque "resulta que el Govern balear ha cerrado la puerta para subvencionar. Añaden que "mientras tanto se construyen desaladoras para toda la costa y para los turistas". "Esto ya no puede ser así, nosotros no podemos seguir manteniendo el paisaje, nuestras explotaciones sin agua ni siquiera para alimentarnos". Por todo ello, "decimos lo suficiente al turismo que no nos aporta nada".

Turistas con Mercedes

Sobre el tipo de turismo que visitaba la finca y al que ahora cierran sus puertas, explica Cloquell que eran "visitas que venían a través de agencias que organizan experiencias turísticas. Eran grupos de alto nivel que venían con Mercedes y chófer, pero ahora ya basta".

Cloquell, que hace un año en una entrevista en Apaema ya reivindicaba que "el uso agrario sea el prioritario en el suelo rústico", recuerda que la Ley de turismo dice que los establecimientos turísticos deben comprar el 5% del producto local para dar a los clientes, pero "lo que dan no llega ni al 1,5 %".

Pérdidas

Volviendo a la problemática del agua en el Pla de Mallorca, la finca sembró una cuarentena de higueras que no se han podido salvar debido a la falta de agua. "Nosotros vamos bien de agua porque recogemos 100.000 litros de agua de lluvia al año, pero necesitamos comprar cerca de 10 camionadas al año que no pueden llevarnos porque la empresa que reparte no da al alcance y está saturada llevando agua a los pozos de los pueblos, y los campesinos somos los últimos".

Finalmente, pedido sobre si espera que otras explotaciones agrícolas vinculadas al sector primario sigan su ejemplo y cierren las puertas a las visitas turísticas, Cloquell no pide ni espera que nadie haga lo mismo: "No queremos ser ejemplo de nada, que cada uno haga lo que le interese y actúe" según su consuelo.

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