Los hombres disparan el crecimiento del Bachillerato General, que triplica el número de alumnos

Los datos de entre 2022 y 2025 muestran un incremento masculino sostenido en todas las islas: en algunos casos superan ampliamente el 60% del total

Un aula de un centro educativo.
01/12/2025
4 min

PalmaEl Bachillerato General ha protagonizado una de las transformaciones más relevantes de la educación posobligatoria de los últimos años. Esta modalidad —pensada para el alumnado que todavía no tiene claro ningún itinerario específico— combina materias de Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias sociales y Artes, y ofrece una formación interdisciplinaria que rompe la rigidez de los bachilleratos tradicionales. Desde que se puso en marcha el curso 2022-2023, a raíz de la aprobación de la LOMLOE, el número de alumnos matriculados prácticamente se ha triplicado en Baleares, pasando de 518 el primer año a 1.402 este año.

Más allá del crecimiento global, existe un fenómeno que llama la atención de docentes y orientadores: la clara masculinización del itinerario. Los datos de entre 2022 y 2025 muestran un incremento sostenido de alumnos varones en todas las islas, hasta el punto de que, en algunos casos, superan ampliamente el 60% del total. En Mallorca, los hombres representaban el 55,5% en el primer año y llegaron al 62% en 2024 (58% en 2025), mientras que en Menorca se mantienen siempre entre el 55% y el 60%. En Eivissa, la presencia masculina se ha disparado del 47% en el 2022 al 62,5% en el 2025. En Formentera ellos suponen hoy el 77% de las matrículas. Los hombres representan el 58,2% de quienes cursan el Bachillerato General en Baleares el curso actual (2025-2026).

Sin embargo, la presencia de las mujeres es superior a Bachillerato en general. Según datos del Anuario de la Educación 2025, correspondientes al pasado curso, representaban el 54,72% de los alumnos matriculados en Bachillerato, unas cifras que presentan variaciones mínimas entre los años, pero que validan el hecho de que son ellas las que más acceden a la educación postobligatoria y llegan a la universidad.

Nuevas dinámicas

La introducción del Bachillerato General ha dado la vuelta a la dinámica histórica de la etapa, en la que el itinerario de Humanidades y Ciencias Sociales era el mayoritario. Con la llegada del General, el equilibrio se ha desplazado: la modalidad de ciencias ha pasado por encima la de letras y la opción flexible ha captado a muchos estudiantes que no encajaban en ningún itinerario tradicional. Entre 2022 y 2025, el volumen global de alumnos del General ha crecido de 518 a 1.402 estudiantes en las Islas, un incremento del 170%. El aumento es especialmente intenso en Mallorca, que pasa de 461 alumnos a más de 1.163 en sólo tres cursos, y también en Menorca, donde se dispara de 22 a 129. Eivissa pasa de 34 a 88 y Formentera de 1 a 22. En este último caso, si bien los números absolutos son pequeños, son significativos si se tiene en cuenta que Bachillerato.

La evolución por género parece apuntar a que muchos de estos nuevos estudiantes son jóvenes que ven en el Bachillerato General una vía menos cerrada y más manejable que las opciones clásicas, en un momento vital en el que todo es incierto. Se trata de una percepción extendida en los centros: la posibilidad de combinar materias y retrasar la decisión académica final hace que algunos jóvenes –especialmente chicos– encuentren un espacio que no sentían como propio en los itinerarios rígidos de ciencias, letras y artes.

También influye, de acuerdo con orientadores consultados, la idea infundada de que el General puede resultar menos exigente que otras modalidades, aunque esto no se corresponde con la realidad: es simplemente un itinerario combinado, no más sencillo. Además, estudiantes que antes habrían cursado una FP de grado medio por no sentirse adecuados para las modalidades tradicionales, han visto en el General una opción que se adapta a ellos.

La difusión del Bachillerato General ha dado como resultado un itinerario con un crecimiento muy rápido pero con un desequilibrio de género más marcado. Si la tendencia se consolida, el Bachillerato General podría convertirse en un itinerario predominantemente masculino, un escenario que plantea retos importantes para la orientación educativa y para la igualdad de oportunidades, con el fin de evitar que el sesgo de género entre modalidades pueda determinar la configuración demográfica de las titulaciones universitarias y, por tanto, de los futuros profesionales.

Lo que está claro, por ahora, es que la irrupción del Bachillerato General ha reconfigurado el escenario postobligatorio al abrir una puerta nueva para el alumnado indeciso e introducir un elemento de adaptabilidad que faltaba. Aún hoy, se sigue exigiendo que los estudiantes decidan a 15 años a los que querrían dedicarse profesionalmente en el futuro, para elegir el Bachillerato que les dé acceso a la titulación universitaria correspondiente.

Ahora bien, en ese momento la mayoría de alumnos todavía son inmaduros y en muchos casos no tienen un enfoque claro. Su jefe tiene otras preocupaciones típicas de la adolescencia. A lo largo de los años, esta precipitada elección ha llevado a muchos jóvenes a cursar un bachillerato inadecuado y, más adelante, una carrera errónea. Es en este contexto en el que emerge la nueva realidad de los 'arrepentidos', estudiantes que abandonan el grado universitario porque perciben que se han equivocado de camino profesional o porque ni siquiera recuerdan por qué se apuntaron. El Bachillerato General llegó para intentar evitar esta situación o, por lo menos, para combatirla.

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