Los frentes abiertos (y los retos) del curso 2025-2026

Empieza un nuevo año y lo hace con carencias consolidadas, como son la vejez de las infraestructuras y el retroceso del catalán en las aulas

La falta de infraestructuras es uno de los grandes problemas del sistema educativo en Baleares.
09/09/2025
5 min

PalmaEl curso escolar 2025-2026 comienza con novedades importantes. Es el caso de los nuevos currículums educativos, la prohibición de los móviles y la regulación de las pantallas, entre otros. Sin embargo, no todo es nuevo. Hay frentes abiertos que impactan en la dinámica de los centros y sobre los que debería intervenirse para conseguir mejorar la calidad educativa y, así, aspirar a mejorar los resultados académicos y el bienestar de las familias, docentes y alumnos. Analizamos los frentes y fijamos algunos de los retos del nuevo año con representantes de la comunidad educativa.

Más inversión en educación

Este año, la Conselleria de Educación gestiona un presupuesto de 1.416,5 millones de euros, un 4,7% más que en el período precedente. A pesar de este incremento, las necesidades del sistema educativo en cuanto a infraestructuras, climatización, falta de docentes y necesidad de reforzar los centros con perfiles profesionales específicos requieren, según los expertos, una mayor dotación. "Estamos en unas cifras que representan el 3,6% del PIB, pero se incumple una disposición adicional de la Ley Educativa de las Islas Baleares (LEIB), que dice que progresivamente debía ir subiendo hasta llegar al 5%", indica el coordinador del Colegio Profesional de Docentes, Antoni Salvà. Según dice, mientras ha aumentado el apoyo a la escuela concertada, ha descendido lo que se da en la pública, donde se concentran buena parte de las dificultades, tanto sociales como de infraestructuras. Para Salvà, el reto del nuevo curso es luchar por dotar al sistema educativo de los recursos suficientes para atacar los puntos débiles mencionados.

Renovación de infraestructuras

En agosto de 2024 el conseller de Educación se comprometió a invertir 600 millones en 10 años para construir 77 centros nuevos y reformar y ampliar 218, entre otras medidas. Un año después, se han iniciado acciones, pero no parece posible alcanzar su meta. En cualquier caso, durante esta década todavía habrá más edificios que quedarán obsoletos y presentarán carencias que habrá que atender. En general, el parque inmobiliario educativo de Baleares es viejo y, además, ha envejecido mal, debido a que tiempo atrás, según las fuentes consultadas, se construía con peores materiales y sin una perspectiva a largo plazo. Durante el curso 2025-2026 habrá que ver cómo se ejecuta el Plan de infraestructuras, ahora bajo la dirección de la nueva gerente del Ibisec, Maria Belén Lloret. Es la tercera persona que asume el cargo en esta legislatura.

La climatización, urgente

El cambio climático avanza y cada vez en los centros educativos hace más calor. "Empieza a ser insoportable a mediados de junio ya veces se alarga hasta octubre. Hay algunos centros privilegiados que tienen ventiladores, pero no todos", señala presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de Mallorca (Adipma), Joana Maria Mas. "El Plan piloto de climatización, que llegará a 19 centros, está bien, pero urge que se haga vía a llegar a todos. No todo es obra mayor. Lo que hay que hacer ya es cambiar las ventanas y poner climatización", dice. Cabe recordar que el consejero de Educación, Antoni Vera, no se aventuró a decir en qué plazo se habrían ejecutado las intervenciones en los 19 centros del Plan. Mientras, en Baleares hay más de 200 escuelas y más de 70 institutos. Buena parte tienen alguna deficiencia en el aislamiento y climatización.

Dignificar la función docente

Faltan profesionales, algo que ya compromete la calidad de la educación, con centros que a veces tienen una baja y no pueden cubrirla porque no hay nadie en las listas de interinos. Pero el problema va más allá. En las oposiciones de 2025 para el cuerpo de maestros sólo se ha cubierto el 55% de las plazas, según los datos del sindicato SIAU.

La situación de Secundaria también es preocupante. Baleares es la comunidad donde más plazas han quedado desiertas: el 53,24%, 30 puntos más que la media estatal del 23,48%. "Hay que trabajar para que los profesores puedan trabajar en buenas condiciones y para dignificar la labor docente, de la que todo el mundo opina sin saber", explica Salvà. "Se necesita reconocimiento social, pero también apostar por la formación permanente. Los profesionales necesitan tiempo para diseñar espacios de intervención adaptados al entorno educativo. Y ahora, muchos no tienen", dice.

Atender la vulnerabilidad

Según los datos aportados por el Consejo Escolar de las Islas Baleares, nueve de cada diez alumnos con necesidades educativas dejan sus estudios al pasar a Bachillerato. Por ello, el máximo organismo de representación reclama un incremento del personal especializado. Hay que tener presente, expone el presidente del Colegio, que la mayoría de los alumnos recién llegados tienen necesidades y requieren una atención específica, por lo que ve imperativo aumentar el personal de apoyo. Xavier Ferriol es el presidente de la federación de familias de Mallorca (FAPA), pero también es Pedagogo Terapéutico (PT). "De cada vez tenemos más niños NESE y NEE. Hablo con los docentes y me dicen que hay más casos de TEA, TDAH… Faltan manos para atenderles como es debido", dice. "A pesar de este contexto, debe respetarse el derecho de los alumnos a estar en un aula ordinaria", añade.

Impulsar la escuela en catalán

La situación del catalán en las aulas es complicada. Lo constatan los profesionales, pero también los datos. En las pruebas IAQSE del curso 2012-2013, el 59% de los alumnos de 4º de Primaria alcanzaron un nivel adecuado. Doce cursos después (2023-2024) sólo lo hicieron el 49%. En el caso de 2º de ESO, la bajada fue del 64% de aptos registrado en el curso 2016-2017 (última edición en la ESO) al 59% de 2023-2024. "Se necesita un proyecto de choque urgente que desarrolle en profundidad los planes de acogida lingüística que prevé la Ley educativa, para fomentar la inclusión de las familias", asegura Salvà. "Hay centros que seguramente ni siquiera cumplen el Decreto de mínimos, lo que Inspección lo sabe y tendrá que vigilarlo, así como vigila si los centros hemos respetado el derecho a elegir la lengua en 4º de Infantil", añade, por su parte, la presidenta de Adipma.

Bajar ratios, mejorar resultados

Que los resultados académicos de los alumnos de Baleares, en comparación con los de otras comunidades autónomas, no son buenos, es una realidad objetiva. Sin embargo, las Islas tienen condicionantes externos y extremos que son determinantes e inclinan la báscula. Por ejemplo, la vulnerabilidad del alumnado hace que las ratios por aula, aunque no sean máximas en muchos de los casos, dificulten dar una atención correcta a todo el mundo. "El reto que tenemos, un año más, es poder llegar por todas partes y hacerlo con los mismos recursos que en los años previos", explica Mas.

Según indica, ya no es sólo el número de alumnos por clase, que puede parecer adecuado, sino que existe un alto porcentaje de niños con necesidades, tanto con diagnóstico, como otros que vienen de países donde no han tenido una escolarización continuada. "Si no se recibe más apoyo y no se bajan los ratios, los resultados académicos de cada vez serán peores y será difícil luchar por compensar las desigualdades", sentencia la directora.

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