Es Carreró: el bar de la pomada granizada, la chimenea y cero peleas que marcó la noche de los 90 en Palma
Abrió en 1992 y cerró el 2006, el edificio fue derribado y ahora se encuentra un hotel de lujo en su sitio


PalmaEn la calle de las Esparteres de Palma, junto a la Concepció, era habitual ver a multitud de jóvenes congregados. Sentados en el suelo o apoyados contra la pared, la imagen reflejaba el ambiente de un lugar emblemático de la noche en Ciutat en los años noventa, el bar Es Carreró. Abrió sus puertas el 22 de diciembre de 1992, y estuvo abierto cerca de 15 años. Su ubicación, en el casco antiguo, su idiosincrasia, característica por el ambiente musical que la llenaba, marcaron el emblemático local que cerró el 2006. El edificio fue derribado dos años después, pero Es Carreró aún pervive en la memoria de muchos de los jóvenes, ahora ya adultos, que lo frecuentaban.
Uno de los socios del negocio, Natxo Roca, estuvo 11 años trabajando, hasta el 2003, y asegura tener vivencias bien vivas. "Quizá mejor el recuerdo de un bar auténtico que el de un hotel que no puedes permitirte", asegura. Roca apunta a la especulación "implacable" como culpa del cierre del local y explica que los padres de su socio vendieron todo el edificio para que un promotor hiciera apartamentos. "ARCA les detuvo los pies y el proyecto estuvo paralizado muchos años, hasta que se hundió parte del edificio", cuenta. Sin embargo, el bar siempre será recordado por el interior acogedor, la barra, las vigas de madera, el arco de piedra que separaba las estancias y la chimenea.
Pero si nos alejamos del trágico final del bar, podemos rememorar momentos que le caracterizaron. Natxo cuenta que durante los 11 años que estuvo allí, no hubo una sola pelea en el bar. "Tengo entendido que después, tampoco", añade cuando relata qué era lo que más valoraba la clientela, que describe como "de ámbito local y mallorquina". "Era de todo tipo, todo el mundo era bienvenido", expresa. Sin embargo, Roca se aleja de la etiqueta de catalanistas que le pusieron tanto en el bar como a sus clientes, y señala que la mayoría de la gente que trabajó era castellanohablante. "Simplemente éramos auténticos", remarca.
El bar responde
¿Qué música solía sonar?
— Música indie, desde Björk hasta The Smiths.
¿Qué bebida era la más solicitada por los clientes?
— Sobre todo pomada, después de tantos años todo el mundo aún recuerda la pomada granizada.
¿Cuál era la marca del bar?
— Fuimos como una familia, teníamos chimenea y todo en invierno.
¿Alguna anécdota que te haga reír cuando la recuerdas?
— Una procesión de Semana Santa en la que hicimos una performanza con una virgen de material reciclado dentro del bar. Épico.