Desigualdad

La herencia que dejarán los 'boomers': más patrimonio y mayor desigualdad

La Gran Transferencia de la Riqueza que predijo los expertos ya ha empezado en las Islas: sin más opciones, los jóvenes acceden a la vivienda a través del legado de sus padres, y los migrantes quedan marginados

Una vivienda con las llaves en la cerradura. Tener un sitio donde vivir es un factor principal de desigualdad.
17/08/2025
6 min

PalmaLa Gran Transferencia de la Riqueza que predijo economistas y prensa especializada internacional está en marcha. En las próximas dos décadas, se prevé que los baby-boomers –los nacidos entre 1945 y 1964, aproximadamente– lean una parte importante de su patrimonio, sobre todo inmobiliario, a sus herederos. La primera consecuencia es que esta riqueza pasará a dos generaciones que acumulan menos fortuna, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): la generación X (1965-1980) y los milenistas (1981-1996). Pero este trasvase de patrimonio, en una sociedad con rentas más bajas y enormes dificultades para acceder a la vivienda, también incrementará la desigualdad social entre quienes hereden y quienes no, muchos de ellos inmigrantes.

Varios expertos consultados advierten que este fenómeno afecta especialmente a las Islas Baleares, donde los precios de la vivienda baten récords cada año, la renta media neta se sitúa en unos 15.926 euros anuales –según datos del INE del 2024– y la mitad de la población no ha nacido aquí. En paralelo, el Gobierno de Prohens ha eliminado el impuesto de sucesiones y donaciones entre padres, hijos, padrinos, nietos y cónyuges, haciendo un descenso importante del tributo para el resto para incentivar estas transferencias patrimoniales.

Una diferencia existencial

Paula [nombre ficticio] tiene 31 años y es pastelera. Gracias a la herencia en vida que le ha dejado su padre, también tiene un piso de 50 metros cuadrados, que ha reformado. "Como he pasado de realizar los estudios superiores a independizarme aquí, nunca he tenido que pagar alquiler", explica en el ARA Baleares. Es consciente de la suerte que ha tenido si se compara con la gente de su edad –el sueldo medio de un joven entre 25 y 34 años en Baleares es de 22.244,97 euros anuales, según el INE. "Para mí, la diferencia ha sido poder ser independiente: si no, ahora no podría vivir fuera de casa mis padres", dice. Sin la herencia, su situación sería la misma que la del 57% de los jóvenes de las Islas, que viven con sus progenitores, y la mayoría no podrán emanciparse hasta pasados los treinta años, tal y como publicó el Instituto Balear de la Juventud (IBJove).

Lluís, periodista de 32 años, ha pasado por una situación similar. Después de meses buscando piso –encontró un pequeño estudio por 800 euros que le tomaron en el último momento–, llegó a la conclusión de que pagar un alquiler a sus padres, que tenían un inmueble en Palma, sería la mejor opción. En ese momento lo alquilaban por 800 euros al mes, pero accedieron. "Me dijeron que no querían cobrarme, pero tampoco que pensara que independizarse era tan fácil: al final, pactamos un alquiler de 400 euros al mes, además de todos los gastos de la casa". Unos años después, la familia pactó que se quedara el piso. "Después de que yo asumiera toda la reforma, llegamos a este acuerdo", explica. Ahora están en proceso de formalizar la donación.

Según los últimos datos del Instituto de Estadística de las Islas Baleares (Ibestat), en 2021 había 136.877 personas (el 11,3% de la población) que vivían en un piso heredado o dado, una cifra que se prevé que pueda aumentar sensiblemente en las próximas décadas. Por otra parte, 303.077 personas vivían en 2021 en una casa completamente pagada (25,02%), y 352.427, en un inmueble comprado mediante un crédito hipotecario, con pagos pendientes (29,09%). En cuanto a los residentes que alquilan un piso, el porcentaje cae ligeramente en un 22,84%: 276.655 personas.

Según fuentes de la Conselleria de Economía, "tiene sentido" que el fenómeno de la Gran Transferencia de la Riqueza tenga un impacto en las Islas Baleares. "La generación milenista ha pasado por dos grandes crisis económicas, la financiera de 2008 y la del cóvid-19, que han tenido un impacto muy significativo sobre las rentas medias", apuntan. "Los jóvenes tienen enormes dificultades para comprar una vivienda pese a las medidas que se hayan podido acometer, y la transmisión hereditaria acaba siendo una vía", continúan las voces conocedoras. El Gobierno es consciente de que en la actualidad "el principal factor de desigualdad es tener o no una vivienda", insisten. En este sentido, creen que la eliminación del impuesto de sucesiones facilita que más personas puedan acceder a él.

En cambio, algunos de los economistas y sociólogos consultados por el ARABalears advierten que, aunque pueda ser una mesa de salvación para algunos jóvenes, esta opción contribuirá a agrandar la desigualdad intrageneracional entre los que hereden y los que no. "La Gran Transferencia lo será, sobre todo, porque el precio de los pisos ha crecido mucho, y también porque la generación de los baby-boomers es muy numerosa", explica Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). "Tanto los boomeros como una parte de la siguiente generación compraron vivienda al final de la expansión de la burbuja inmobiliaria", concreta. "En España, el 75% de las familias vive en una vivienda en propiedad: dada la estructura demográfica del país, que tiende hacia el envejecimiento, la duda es saber hasta qué punto esta transferencia distorsionará la percepción de los . este sentido, el experto cree que se producirá una "división entre nativos e inmigrantes, que están fuera de la compra como gran colectivo". la herencia en sí, hay muchas maneras indirectas de ayudar a que los hijos puedan ser propietarios, sea avalándoles en un crédito hipotecario o buscando fórmulas para que ahorren", defiende. Es el caso de Joana, autónoma de 30 años que heredó una casa antigua, pero no tiene dinero para reformarla, y finalmente ha optado por vivir. médica de 34 años, que cuando volvió de estudiar en Barcelona también vivió unos años en un piso de su madre, mientras ahorraba. Finalmente, su padre le dio un piso que estaba alquilado en régimen de renta antigua. como éste en Palma", cuenta.

"En las Islas ha habido una generación que hizo mucho trabajo, pudo ahorrar y, en consecuencia, ha generado un patrimonio que mayoritariamente es inmobiliario, pero no exclusivamente", apunta Pep Ignasi Aguiló, profesor de Economía en la UIB y ex vicepresidente Económico y consejero de Economía con el PP (2011-2013). "La generación del baby-boom agotará buena parte de este patrimonio, porque se han jubilado pronto", considera. Advierte que el fenómeno de la Gran Transferencia "pasa, pero no se puede generalizar, porque cuando hay una acumulación de riqueza, una parte de la población puede optar por hacer menos trabajo". "Actualmente, hay una transferencia de riqueza de los jóvenes a los viejos a través del sistema veremos, como acaba pasando", sostiene. Cree que el precio de la vivienda podría bajar en las próximas décadas, y también el crecimiento demográfico. Sea como fuere, está de acuerdo con la eliminación del impuesto de sucesiones:"Estas viviendas deben ponerse en el mercado, a todos nos conviene". ~BK_SLT_s

El doctor en Geografía, experto en sostenibilidad ambiental y dinámicas de especulación inmobiliaria Ivan Murray explica que "ya hace tiempo que se señaló este fenómeno, que ahora se hace más extenso". "La desigualdad en España, especialmente en las zonas más turistificadas y las grandes áreas metropolitanas, está atravesada por la cuestión de la vivienda", argumenta. "Se profundiza en la brecha de la desigualdad cuando las clases propietarias van pasando el patrimonio de generación en generación, y el resto, sobre todo los migrantes, se quedan cada vez más desplazados para acceder a la vivienda", lamenta. "Esto ejemplifica el gran fracaso de la política de vivienda", añade Murray: "Nuestro sistema social tan precario se sustenta no por la vía política, ni por las políticas sociales, sino porque todavía existen unas estructuras familiares con cierto tejido que aguantan, pero esto cada vez va tensando más el sistema". Censura, además, las políticas de fiscalidad "laxa o nula" del Gobierno en lo que se refiere a las transmisiones patrimoniales. "Publicitan que favorece a la gente que vive en condiciones precarias, cuando los grandes beneficiarios de estas deducciones son aquellos que se sitúan en la cúspide de la pirámide social", denuncia.

La doctora en Contabilidad y profesora de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Ester Oliveras no cree que estas herencias puedan representar "un cambio gordo a escala global". Sin embargo, sí evidencia que "el ascensor social está estropeado": "Antes, una persona se podía comprar un piso si trabajaba, pero ahora el precio de los pisos está desorbitado en comparación con los sueldos, y es muy difícil".

En el mismo sentido, Alexandre Miquel, profesor de Antropología de la UIB, coincide en que "la desigualdad no sólo es tu salario, sino tu capacidad de acceder a lo que ha dejado de ser un bien de uso y se ha convertido en un activo financiero: un hogar". "El mundo occidental se encamina a un incremento de la desigualdad: si has nacido hijo de pobre, serás pobre, y si tienes algún patrimonio por transmitir, dependerá del número de personas con el que tengas que compartirlo", concluye.

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