Denuncian que la costa sur de Mallorca se haya convertido en un vertedero de pateras
Los denunciantes señalan que el abandono de estas embarcaciones provoca un importante impacto ambiental

PalmaUn colectivo anónimo de trabajadores del sector náutico ha denunciado este viernes que la costa sur de Mallorca se ha convertido en un cementerio de pateras frente a la inacción de las autoridades.
En un comunicado, el grupo ha concretado que el tramo comprendido entre la playa del Caracol y el cabo de ses Salines, dentro de una Reserva Marina, se ha llenado de embarcaciones abandonadas. Paralelamente a la grave crisis humanitaria que ya se ha cobrado la vida de cientos de personas, se está gestando una "silenciosa pero alarmante crisis medioambiental", apuntaron, y señalan los ayuntamientos de ses Salines y Santanyí, PortsIB, Salvamento Marítimo, Costas y la Guardia Civil.
El colectivo de trabajadores ha añadido que en los últimos dos años, una docena de pateras han quedado varadas o se han hundido en esta franja de litoral protegida. Una vez rescatadas las personas migrantes, las embarcaciones quedan marcadas por la Guardia Civil y posteriormente son abandonadas en el mar, lo que supone un grave riesgo para la navegación y un impacto ecológico importante, debido a la descomposición y troceado de estas embarcaciones de fibra en los ecosistemas marinos.
Según aseguraron, la situación se agrava por la reiterada negativa del responsable del puerto de la Colonia de Sant Jordi a recepcionar estas pateras, incluso cuando son remolcadas por navegantes particulares o por las embarcaciones oficiales de limpieza del litoral o de control de fondeo sobre posidonia. El colectivo ha reconocido que de forma selectiva, el puerto sí acepta las embarcaciones que llegan al Parque Nacional Maritimoterrestre de Cabrera, con destino final en el depósito de Son Tous, mientras que rechaza sistemáticamente las procedentes del litoral cercano al propio puerto.
Los trabajadores han subrayado que se ven obligados a mantener el anonimato por temor a represalias laborales e institucionales. "En varias ocasiones hemos intentado formalizar denuncias ante la Guardia Civil, pero hemos sido disuadidos y nos han advertido de las posibles consecuencias negativas para nosotros", alertaron.