Como era Antoni Llabrés según su primo: "Él tenía 16 años, y Llach le dedicó 'L'estaca' a un concierto"

Pep Martínez nos cuenta los secretos de la infancia y la adolescencia del presidente de la Obra Cultural Balear

Antoni Llabrés y su primo Pep Martínez
07/07/2025
3 min

PalmaDe pequeño, jugaba con su primo con los soldaditos de plástico del Fort Comanche. Jugaba a ser John Wayne en Centauras del desierto oa La diligencia. Hablamos del jurista Antoni Llabrés, profesor titular de Derecho Penal de la UIB y presidente de la Obra Cultural Balear desde 2024. Y nos lo cuenta su primo hermano, el arquitecto Pep Martínez (por cierto, hermano del actual alcalde de Palma, Jaime Martínez). Toni y Pep nacieron en 1968. Hasta 18 años tuvieron una relación muy estrecha, y hoy todavía están muy unidos.

La referencia a Centauras del desierto o La diligencia se explica porque ambos son grandes cinéfilos desde niños: "Nos formamos en las salas de cine… Cada fin de semana íbamos a la sesión doble (estreno y reposición) que se proyectaba en el cine del Coll d'en Rabassa, que demolieron el mes de mayo. Si por lo que fuera siempre nos llegamos tarde, nos quedó perdido", recuerda Pep.

Toni vivía en Ciutat, pero al llegar el verano, la familia emigraba hasta Can Pastilla: "Los 'labressos', que así es como los llamamos en casa, se instalaban unos meses en casa nuestra madrina, y nosotros vivíamos en el piso de arriba". Que la relación entre dos primos de la misma edad se hiciera tan fuerte era casi inevitable. Los "labressos" son tres hermanos y Toni es el mayor.

Pep recuerda con cariño los veranos de cuando eran adolescentes: "Los domingos, después de la comida familiar, él y yo íbamos a dar nuestra vuelta, pensando quizás que eso nos hacía más grandes. Paseábamos horas y horas por las calles de un balneario 0 que crecía quizás más bien que nosotros, nosotros, ofrecía desde la primera línea helados de máquina, asnos cargados de souvenirs…".

Una afición que unió a los primos: el equipo de fútbol del Mallorca: "Íbamos cada domingo a la general de pie con nuestras banderas. Éramos de la Peña Independiente, y teníamos la sede en el Bar Londres", cuenta Pep.

Además de cinéfilo, futbolero y paseador (como los buenos filósofos), el primo mayor de esta rama familiar era un gran lector: "Era incansable. En su mesita de noche encontraba cada dos por tres libros que seguro no correspondían a un niño de su corta a Pepa, otra característica del actual presidente de la OCB: "Es poseedor de una curiosidad y una memoria sin límites. Era, y es, capaz de recordar anécdotas, datos y lugares del pasado de forma fascinante".

El primo sabe que todo esto da a Toni un ademán serio, pero según él no le hace justicia: "Tiene una ironía inteligente y un sentido del humor muy fino que sólo comparte con la gente de confianza. No era, como algunos podrían imaginarse, una rata de biblioteca. Le gustaba salir, divertirme. Gomila era Gomila".

El compromiso con la lengua y cultura catalana se le despertó muy joven: "Con 16 o 17 años participamos activamente en el segundo Congreso de la Lengua Catalana. Su militancia no es fruto de la casualidad, sino de una información previa, de unas reflexiones y convicciones profundas". Juntos, vivieron conciertos de Raimon, Maria del Mar Bonet y Lluís Llach. De hecho, éste último, cuando Toni tenía 16 años, le dedicó La estaca a un concierto en el Auditorium de Palma: "Dijo dos conciertos seguidos. Fuimos a verlo al camerino después del primer concierto, y Toni le pidió a Llach que tocara La estaca al día siguiente, una canción que no llevaba en el repertorio. Y así lo hizo el músico".

stats