Como era Amanda Fernández segunda su madre: “Aún me pide que le apunte a judo”

Catalina Rubí nos explica los secretos de la infancia y adolescencia de la política

Amanda Fernández con sus hermanos
19/10/2025
3 min

PalmaNo veían a la madre que no estuviera la hija, porque hasta que tuvo tres años estuvo aferrada "como una pisada": "No quería ir con nadie, todo el día estaba encima yo, enganchada a mi pelo, fuésemos donde fuéramos. ¡Yo estaba terminada!". Lo dice la manacorina Catalina Rubí, madre de Amanda Fernández Rubí, secretaria general de los socialistas de Mallorca. La madre habla pronto y va hilando imágenes mientras hace memoria, y entre anécdotas y recuerdos hace como un suspiro y suelta: "¡Ay! Las madres, hagamos lo que podemos". Y sin apenas querer, la de Rubí es la voz de todas las madres.

Las madres hacen lo que pueden, sí, incluso meterse dentro de una soll de cerdos porque la hija de casi dos años no ha tenido ninguna mejor idea que ir a inspeccionarla: "Estábamos a desquiciar con amigos y más niños, y como siempre estaba apegada a yo, aquel día le dije que fuese a jugar con los niños! Encontramos dentro de la soll. ¡Qué posada, porque los cerdos muerden! Me metí para cogerla, aún no sé cómo.

Amanda fue heredera durante ocho años; después llegaron Savina y Carlos. Según cuenta la madre, y seguramente porque así lo mandaba la edad, la política ejerció de hermana mayor con ganas: "Me ayudaba mucho con los niños. Organizaba trabajos, los hacía juegos y ambos disfrutaban mucho de estar con ella. Cuando fue un poco mayor, de pronto empezó a festejar con su hombre, na con ¡Sabina y Carlos por todas partes! Tanto es así, que Amanda toda su vida ha querido ser maestra. Y quién sabe si esto le viene de parte de padre: su padrino, conocido como 'el médico madrileño', estaba destinado aquí y tuvo nueve hijos.

De Amanda, Catalina recuerda que era muy buena estudiante y que le gustaba "casi" todo. Aparte de la escuela, la muñeca hacía muchas extraescolares, y en una nunca se pusieron de acuerdo esta madre y esta hija que no pueden tener, ahora, una mejor relación: la música. "Ella quería ir a todo, a todo! Todavía ahora hace bromas y me dice que quiere que le apunte a judo, porque eso no lo consiguió… Yo la hice ir a música y la pobre muñeca no lo pasó nada bien porque no le gustaba nada. Me arrepiento. Una cosa es que te guste cantar y bailar," y una. Y toda su razón, Catalina.

De hecho, en casa son "mucho de cantar": "Teníamos una torre de música y lo primero que llegaba la ponía en marcha. En el baño también teníamos una casete, y recuerdo a Amanda y Savina cogiendo el bote de desodorante como si fuera un micrófono y haciéndose las cantantes. Podían pasar horas.

Algunas cosas que Rubí destaca de la forma de ser de Amanda es que es "muy competitiva" con los deportes: "A ella no le gusta caminar, o ir a correr… Ella hará voley, tenis playa y cosas así". Además, dice que es una mujer "laborable", y que ya se veía cuando era más pequeña, de estudiante, y cuando empezó a trabajar de maestra y, más tarde, con la política: "Ella pasa sabor a las cosas", apunta la madre. Y quizá no haya nada mejor que tener una hija así: "Amanda disfruta, no te da pasar pena. Lo que quieres, como madre, es que tus hijos sean felices, y con ella esto está asegurado. Siempre está bien. O eso creo. Lo que sé seguro, es que, yo, de mayor, quiero ser como ella". Así lo pronunció Catalina, y así se ha escrito.

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