Internacional

Reyes Rigo, Lucía Muñoz y Alejandra Martínez vuelven a Palma: "Seguiremos hasta que Palestina sea libre"

Las tres activistas mallorquinas han regresado a Mallorca después de formar parte de la Flotilla de la Libertad

4 min

PalmaLas tres mallorquinas Lucía Muñoz, Alejandra Martínez y Reyes Rigo llegaron hoy lunes a Palma tras defender los derechos de los palestinos en Israel con la Flotilla de la Libertad. En el aeropuerto las han recibido familiares y amigos entre banderas de Palestina y gritos de "viva la lucha del pueblo palestino". Rigo no quiso hablar sobre la condena que le impuso el estado israelí, aseguró que ella está bien y consideró que "el foco debe estar en Palestina".

Por su parte, Muñoz ha aseverado que "no se han parado de trabajar para asegurar la vuelta de Reyes Rigo lo antes posible" y ha denunciado "la inacción" de las instituciones de las Islas Baleares ante esta problemática. "Marga Prohens, Llorenç Galmés y Jaime Martínez no han movido ni un dedo. Podrían haber hecho muchas cosas y ni siquiera han telefoneado a sus familiares. Han dejado tirada una palmesana secuestrada por un estado genocida".

Las activistas han aprovechado para pedir a las personas que les han recibido que se sumen a la movilización que varios sindicatos han convocado este miércoles para reclamar el paro del genocidio de Palestina y "contra la ocupación, el apartheid y la limpieza étnica que está llevando a cabo la entidad sionista (Israel) tanto en Gaza como en Cisjordania y en Jerusalén. "Esto no ha terminado. No hay paz sin justicia y debemos seguir acompañando la lucha del pueblo palestino hasta que sea libre".

Por otra parte, Muñoz ha cargado contra la construcción de un nuevo almacén de bombas y misiles en el aeropuerto de Son Sant Joan. "Denunciamos la militarización del aeropuerto por el que pasan más de 20. No queremos más armas, queremos menos vuelos", ha denunciado. Además, también ha hecho referencia al paro del mayor portaaviones nuclear de Estados Unidos que llegó a Mallorca hace poco. "No queremos la militarización de las Islas. Si quieren bombas, que las metan en su casa", ha sentenciado.

A su llegada antes a Madrid, el activista Reyes Rigo aseguró que "valió la pena" haber sido retenida en Israel durante casi dos semanas, después de haber regresado este lunes por la mañana a España. Rigo avisó de que continuarán enviando más flotillas hasta que "Palestina sea libre". "Ha merecido la pena. Volveremos. Debemos denunciar al estado genocida israelí, que nos ha secuestrado en aguas internacionales, nos ha llevado a una cárcel para presos, bueno, para terroristas", ha declarado Rigo a los medios a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Además, instó al gobierno español a presentar una denuncia ante la justicia internacional ya denunciar "este secuestro y este encarcelamiento", que, según afirmó, no es "nada comparado con lo que sufren nuestros hermanos" en Palestina, donde hay mujeres, niños y hombres "que se están pudriendo" en las cárceles.

Rigo ha celebrado que la acción de las flotillas "ha removido de alguna manera el mundo", y ha avanzado que enviarán tantas como haga falta hasta que "Palestina sea libre". Por último, hizo un llamamiento a los trabajadores para que se sumen a la huelga general convocada este 15 de octubre en solidaridad con Palestina.

Otros miembros de la flotilla han insistido en la importancia de poner el foco también sobre Cisjordania, y no sólo sobre Gaza. "Por favor, es Palestina, no es Gaza, no es Cisjordania, es Palestina entera", remarcaron.

Ya no quedan españoles en Israel

Reyes Rigo era la única integrante española de la Global Sumud Flotilla –la primera flotilla– que todavía estaba retenida en Israel desde el pasado 1 de octubre. Ha aterrizado a las 8.20 h en Madrid, junto con los cinco últimos miembros de la Flotilla de la Libertad -la segunda flotilla- en un vuelo comercial de Iberia que ha salido de madrugada desde Doha, capital de Qatar.

Este sábado ya habían llegado a Madrid otros tres activistas españolas de la segunda flotilla, entre ellas, Jimena González, diputada de Más Madrid.

Hasta el aeropuerto madrileño se han desplazado también la coordinadora de Podemos Baleares, Lucía Muñoz, y la también miembro de la formación, Alejandra Martínez, además de otras personas afines a los integrantes de la flotilla, que han sido recibidos con gritos a favor de Palestina y de su misión de 'za'.

Esta nueva operación de retorno, al igual que las anteriores, ha sido gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde los servicios centrales, la Embajada española y el cónsul en Tel Aviv, "que han hecho un trabajo extraordinario", según fuentes oficiales.

De esta manera, ya no quedan españoles de la flotilla retenidos en Israel. En total, durante las últimas dos semanas han vuelto 57 ciudadanos españoles: 49 de la Global Sumud Flotilla y 8 de la Freedom Flotilla, después de haber sido recluidos en la cárcel de Ktziot, situada en el desierto del Neguev.

Los últimos seis españoles, que llegaron a la terminal 4S del aeropuerto madrileño desde Qatar, fueron encarcelados hasta ahora "por no querer firmar la deportación voluntaria", según indicaron fuentes de la flotilla Rumbo a Gaza a Europa Press.

Acuerdo con la Fiscalía

Reyes Rigo pudo regresar a España después de haber llegado a un acuerdo con la Fiscalía israelí para rebajar los cargos que se le atribuían.

Según la concejala de Unides Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz –que también participó en la flotilla–, el cónsul español informó a la familia de Rigo de que durante una vista hecha el viernes se logró el acuerdo, que incluía la imposición de una multa.

Un tribunal de Beer Sheva aceptó el acuerdo después de que Rigo se declarara culpable de haber provocado lesiones y de asalto agravado a una guardia de la cárcel en la que estaba recluida.

Inicialmente, se la acusó de haber mordido la mano de una funcionaria y de negarse a entrar en su celda. Posteriormente, la acusación se rectificó y se alegó que lo que había hecho era clavarle las uñas mientras se resistía.

En virtud del acuerdo, el tribunal la condenó a diez días de cárcel –que ya había cumplido–, al pago de una multa de 10.000 séqueles (unos 2.650 euros), y ordenó su deportación.

Durante su comparecencia ante el juez, Rigo denunció haber sido maltratada bajo custodia. "Nos golpearon, nos empujaron y el quinto día atacaron a mi amiga e intenté protegerla", relató, según un diario israelí. "Me cogieron por la cabeza y se me cayeron las gafas", añadió. También explicó que compartió una celda con otras trece mujeres en un espacio pensado para cinco personas, no les proporcionaron agua y les dieron comida "podrida".

stats