FP

El abandono asfixia a la FP: “Empiezan 28 alumnos y terminan 10”

La desconexión entre las expectativas y la realidad, además de las ofertas laborales inmediatas que no premian la formación, lastran su continuidad

En las causas del abandono de la FP existe también la idea equivocada de que estos estudios son todo práctica.
23/11/2025
5 min

PalmaEn los últimos años, la Formación Profesional (FP) en Baleares ha recibido un notable impulso por parte de la sociedad y de la Administración, con el objetivo de darle prestigio. Este esfuerzo se ha traducido en una mayor visibilidad, una mayor vinculación con las empresas e innovación en los ciclos formativos, intentando demostrar que la FP es una vía sólida y con futuro. A pesar de estos avances, la realidad de los estudiantes sigue siendo frágil: casi la mitad de los alumnos de FP Básica abandona sus estudios antes de obtener su título.

Según los datos aportados por Francesca Salvà, directora del Laboratorio de Investigación e Innovación en Formación Profesional de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), a partir del estudio de seguimiento del Ministerio de Educación, el 42,4% de los estudiantes de FP Básica dejan los estudios antes de titular, cuatro puntos por encima de la media estatal. En grado medio, el abandono es del 26,8%, casi igual que en España y en grado superior alcanza el 18,5%, también por encima de la media estatal. Aunque son cifras negativas, son mejores que años atrás. Sin embargo, si se comparan con la tasa de abandono escolar general, que se sitúa en el 20,14%, invitan a reflexionar sobre qué falla.

Este contraste entre la imagen de la FP como trayectoria de éxito y bien valorada y las cifras de abandono marca el recorrido de los estudiantes. Muchos llegan sin saber exactamente lo que es la FP, con la esperanza de una formación puramente práctica, y abandonan cuando descubren que el peso de la teoría es ineludible. Familias sin recursos para apoyar, orientadores saturados y un mercado laboral que premia la no calificación multiplican este problema.

En los ciclos más técnicos, la elección es especialmente drástica. Lidia Gil de Sola, profesora del Grado Medio de Instalaciones Frigoríficas y de Climatización en el IES Politécnico, describe la situación: "Empiezan 28 alumnos en primer curso, con las ratios al máximo y gente que se queda fuera. A mediados de curso ya son 16 y en terminan 10. Ella misma explica que los alumnos llegan con la idea de empezar a "pegar martillazos desde el primer día", pero se encuentran con teoría y con el hecho de que necesitan comprensión lectora y un mínimo de matemáticas que muchos no pueden asumir porque carecen de estas habilidades. Y por eso se van.

Alumnos a la fuerza

En la FP Básica, la presión es distinta pero igualmente intensa. Aina Camarasa, profesora del departamento de Administración en el IES Ses Estacions, señala que la FP Básica no es equiparable a la de Grado Medio y Superior. El alumnado es muy joven, muchos no han terminado la ESO y llegan porque así lo determina la orientación del centro, porque deben estar escolarizados por su edad. También añade que los orientadores están saturados: "Hacen todo lo posible, pero están saturados. Esto hace que muchos alumnos acaben en familias profesionales que no son las más adecuadas para ellos. Aparte, hay muchos que no saben muy bien lo que quieren hacer", dice. Cuando se encuentran con actividades y aprendizajes que no coinciden con sus preferencias, el abandono se multiplica.

La oferta formativa en Baleares es corta, desigual ya menudo desajustada a las necesidades laborales y geográficas. "La oferta formativa nunca está totalmente adaptada. Hay que analizar conjuntamente con todos los actores hacia dónde orientar la formación y qué necesidades laborales reales hay", explica Francesca Salvà. El desequilibrio está claro: "La FP de hostelería se ha desarrollado mucho en las zonas costeras, pero otras familias –especialmente las sanitarias– tienen largas listas de espera", señala Camarasa. También alerta de la dificultad de algunos ciclos específicos, como los de DJ o videojuegos, para situar a alumnos en las prácticas.

Salvà, por su parte, subraya que en Baleares existe la tasa de escolarización más baja a 17 y 18 años, y más abandono: "Hay que intervenir con políticas públicas para mantener a los jóvenes dentro del sistema, ofreciendo soluciones de valor y trayectorias reales". Añade que la experiencia muestra que el alumnado de FP Básica se beneficia de ir a Centros Integrados de FP (CIPF). Allí tienen modelos de carrera profesional y el ejemplo del alumnado de Medio y Superior, con infraestructuras de calidad y profesorado formado.

El mercado laboral, marcado por la temporalidad y la demanda constante de mano de obra no calificada, fomenta el abandono. Muchos jóvenes pueden acceder a trabajos sin necesidad de título y cobrar prácticamente lo mismo que los formatos, lo que hace que opten por dejar los estudios. Miquel Mestre, exprofesor de FP y ex director general de FP con el segundo Pacto de Progreso, aporta una propuesta que podría ayudar a mantener la adhesión de los alumnos: "Es básico incluir formación para los tutores de los grupos y también para el profesorado de FP, para darles flexibilidad y capacidad de repartir el currículum en trozos más pequeños sin embargo, esto no debe impedir que se forme a los alumnos según lo que quiere el mercado”.

En las causas del abandono también pesa la idea equivocada de que la FP es "toda práctica". Muchos estudiantes llegan con la creencia de que no es necesario estudiar, y cuando descubren que hay teoría, matemáticas y documentos técnicos se sienten decepcionados. Este choque entre expectativa y realidad provoca deserciones repentinas, ya que las titulaciones están asociadas a competencias profesionales estrictas y reguladas: no permiten adaptaciones curriculares ni contemplaciones.

Vocaciones a definir

Cada vez hay más alumnos jóvenes en Grau Mitjà sin vocación clara, que llegan directamente de la ESO. Manel Aragonés, director del CIFP Junípero Serra, lo expone: "Son más que nunca. Terminan la ESO y vienen directamente al ciclo, pero algunos no tienen vocación o que no saben muy bien lo que hacen". Sin embargo, muchos siguen hasta el final del curso, aunque con problemas de rendimiento evidentes.

La nueva normativa que introduce formación en empresa desde el primer curso ofrece un primer contacto con el mundo laboral, valorado positivamente por los docentes por el impacto positivo que puede tener en los alumnos, a efectos de vinculación, tanto entre los que son más jóvenes como entre los que no. A pesar de la mayoría juvenil, existe un perfil de alumno que debe tenerse en cuenta. Son personas adultas, con trabajo y cargas familiares. Se quieren formar, pero llega un punto en el que tal vez deben abandonar porque necesitan trabajar a jornada completa o porque necesitan conciliar.

Los expertos coinciden en que la solución al elevado abandono debe ser integral. Es necesario mejorar la orientación académica y profesional, dando información clara sobre las opciones y recorridos posibles. También es importante reforzar los departamentos de Orientación y formar al profesorado con itinerarios más flexibles. La oferta formativa debe ser ajustada y ampliada, con especial atención a las familias con demanda real y revisando los ciclos con poca inserción laboral. Por último, se cree fundamental implicar a las empresas, no sólo como lugar de prácticas, sino como parte de una inversión que exige formación y compromiso, reforzar la colaboración con convenios sólidos y políticas socioeconómicas que garanticen trayectorias de calidad.

El abandono en la FP es el reflejo de un mercado laboral que premia la no calificación, de un sistema educativo que llega tarde, de familias a menudo desbordadas y de una oferta que no siempre se adapta a la realidad de los interesados. "Nosotros tenemos una tipología de alumnado que ya les viene justo venir al mismo municipio. Como muy lejos, van a sa Pobla. No tener una buena oferta en el lugar de residencia es un problema, porque piden plaza en sa Pobla y, si no les cogen, acaban estudiando aquí un grado que no les gusta. Todo ello afecta a la dinámica de los grupos", explica Xim López, director.

Dar trayectorias claras y una orientación sólida, además de disponer de centros bien equipados y de empresas comprometidas, son algunas de las claves para revertir el abandono. Hasta que esto no ocurra, Baleares continuarán con cifras elevadas de abandono y con muchos jóvenes que se pierden por el camino. "Hemos mejorado, pero menos que el resto del Estado. Por tanto, en proporción estamos peor", sentencia Salvà.

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