Vino caliente y mucha barra en el mercadillo de la Feixina

12/12/2025
Director del ARA Balears
2 min

Un tiempo los mercadillos de Navidad eran sinónimo de pastorcillos. Ahora, gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Palma y dos empresarios nórdicos, lo son también de productos sin tradición ni vinculación alguna con Baleares. En la Feixina se ha escenificado estos días uno de los ridículos más importantes de los últimos tiempos en materia de participación ciudadana, un negocio sin pies ni cabeza porque ni es un mercadillo alemán llevado a Mallorca ni es, por supuesto, un mercadillo local.

Hay que pedir a las instituciones que velen siempre por divulgar, promover y, por qué no, fomentar los ingresos de los artesanos locales, que contra todo pronóstico sobreviven en tiempos de Amazon.

Pero si acude al Christmas Market, quien con buen criterio han denunciado a los vecinos de Santa Catalina, encontrará vino caliente y productos que no hace absolutamente nadie en Palma ni en Mallorca. Y si me dijerais que realmente la coexistencia, que no cohesión, lamentablemente, de las culturas nórdicas con las locales ha promovido una industria del vino caliente, mira, todavía tendría sentido. Pero es que ni eso. El 80% de los 61 tenderetes pertenecen a dos empresarios que nada tienen que ver con la artesanía ni la tradición.

Hay suficiente pequeño y medio comercio, y no digamos restauración necesitada en Palma para construir un proyecto artificial. Y no podrá decir el Ayuntamiento que no lo sabía, porque la documentación a la que ha tenido acceso el ARABalears muestra claramente la repetición de los nombres de los titulares y sus teléfonos en más de 40 fichas. Y todo ello tramitado por patronales que se dedican a reivindicar la importancia, y coincidimos, del tejido de los pequeños empresarios que abren la tienda todos los días. Se han equivocado.

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