El mercadillo "artesano" de la Feixina: una sola empresa alemana tiene 45 puestos
El Christmas Market de la Feixina ha levantado una nueva polémica que enfrenta a empresarios, políticos, artesanos y entidades en defensa del patrimonio
PalmaEl Christmas Market de la Feixina tiene un marcado acento de Europa central. Según el listado de casetas presentado por los organizadores en el Ayuntamiento de Palma, al que ha tenido acceso el ARA Baleares, 45 de los 61 puestos que forman parte del mercado están registrados a nombre de dos únicos empresarios de Alemania y Austria, que meses antes de la organización de este evento constituyeron una sociedad limitada para gestionar mercadillos.
Por un lado, Gerald Kendlbacher, que ha trascendido mediáticamente como colaborador en la organización del mercadillo, controla 29 casetas. Este febrero fundó la sociedad dedicada a la organización de "eventos, ferias, conciertos y mercados", según consta en el registro mercantil.
Por otra parte, Bernhard Gewessler, incorporado en noviembre como administrador solidario de esta misma empresa, figura como titular de 16 tenderetes. La compañía pasó de 100 euros de capital social a 50.000 con la entrada del nuevo socio. Desde ese momento, ambos empresarios figuran como administradores solidarios. En total, 45 de las 61 casitas del mercado quedan concentradas bajo la misma gestión.
La iniciativa del Christmas Market parte de Afedeco y Pimeco y está enmarcada en el programa Palma, todo un centro de diversión, que tiene como objetivo la dinamización comercial mediante eventos repartidos por toda la ciudad. Sin embargo, tanto vecinos como feriantes han expresado sus críticas. En primer lugar, denuncian que se ha reducido el número de tenderetes del tradicional mercado del parque de les Estacions y, además, remarcan que en la Feixina no hay comercio alrededor que pueda beneficiarse. "No entendemos cómo Pimeco y Afedeco han participado", lamentan fuentes de Barrio Cívico de Santa Catalina y el Jonquet. Por si fuera poco, muchos usuarios consideran que es un mercadillo exclusivamente con productos propios de otras zonas de Europa, sin que haya ninguna opción para los productos y artesanos locales.
Sin concurso público
El procedimiento para instalar estos mercados tiene un coste reducido, ya que sólo es necesario solicitar la ocupación de vía pública y pagar la tasa correspondiente. Es decir, no dependen de un concurso público o de una licitación, en el que distintas empresas presentan proyectos y se adjudica según criterios técnicos y de interés general.
Barrio Cívico lo tiene claro y asegura que se trata de un mercado de "alemanes, para alemanes... Es una colonización descarada". En declaraciones al ARA Baleares, un integrante de la junta vecinal critica también la oferta: "No hay nada. Prácticamente todo es para comer y beber" y, en cuanto a las piezas de artesanía, añade que "no son nada del otro mundo: bolas rojas de Navidad que puedes comprar en cualquier bazar".
Por su parte, la Asociación de artesanos, mercaderes y feriantes de Mallorca les desea "lo mejor", aunque considera que la Administración "ha apostado más por este mercado que por el de las Estaciones, aunque ambos son compatibles". A su juicio, ahora en Mallorca "hay muchos mercados y éste es otro más".
Para la asociación para la defensa del patrimonio de Mallorca (ARCA), "importar un modelo de mercado de Navidad de Centro Europa no es una forma de respetar las tradiciones de Mallorca, aunque la mezcla de culturas y los movimientos comerciales generan siempre nuevas costumbres". La representante de la entidad, Àngels Fermoselle, considera que "la gestión no ha sido transparente y ha generado una reacción negativa por parte de un barrio, Santa Catalina, que está muy invadido por la gentrificación y el ocio nocturno generador de ruido". "Pienso que habría sido más inteligente introducir las innovaciones necesarias en el mercado tradicional de casetas navideñas de Palma, lo que mejoraría la imagen del conjunto y, tal vez, integrarle nueva oferta, pero no como un mercado separado", ha remarcado.
"Cumple estrictamente la normativa"
Ante las acusaciones vertidas por Barrio Cívico, Pimeco y Afedeco han remarcado que el mercado de Navidad de la Feixina dispone de "todas las autorizaciones municipales, cumple estrictamente la normativa y respeta al máximo la convivencia vecinal". "Palma necesita actividad económica, cultural y social que aporte vida a los barrios", ha dicho la presidenta de Pimeco, Carolina Domingo.
En cuanto a las críticas por el uso del espacio público, la presidenta de Afedeco, Joana Manresa, señala que "ninguna plaza puede ser patrimonializada ni presentada como propiedad exclusiva de una asociación concreta". "Los espacios públicos pertenecen al conjunto de la ciudadanía", ha remarcado.
Ambas patronales lamentan, por otra parte, que las peticiones para reunirse con la entidad vecinal no hayan sido satisfechas.
Reacciones en el Ayuntamiento de Palma
La concejala de Comercio, Restauración y Autónomos, Lupe Ferrer, defiende que la iniciativa busca "apoyar a quien sostiene la vida económica y social, el pequeño y medio comercio, que atraviesa momentos difíciles". Remarcó que el proyecto es impulsado por las patronales del pequeño y medio comercio (Afedeco y Pimeco) y que, por tanto, "representa la voluntad de miles de comerciantes y autónomos". También asegura que el mercado "se ha tramitado de acuerdo a todos los requisitos legales" y que "cumple todas las exigencias normativas". Ferrer hizo estas declaraciones durante el pleno de noviembre, a raíz de una moción del PSOE al respecto, que fue rechazada con los votos del PP y Vox.
El PSOE de Palma, concretamente Angélica Pastor, denuncia que buena parte de los tenderetes sean gestionados por estos empresarios del centro de Europa. Lamenta que todavía existan varias "incógnitas" sobre si el mercado dispone de todos los permisos, con un plan de seguridad, y sobre los criterios de adjudicación de los puestos, para evitar "competencia desleal" con los comerciantes que tradicionalmente montan casitas en Navidad. "Mientras tanto", critica, "hay al menos cuatro familias que no han encontrado lugar en el mercado del parque de les Estacions ya las que se les ha propuesto ir hasta La Riera".
Pastor reprocha también que la iniciativa "no apuesta por el producto y el comercio local" y que esté enfocada a "costumbres extranjeras": "Todos tomando vino caliente, perritos calientes... creo que al alcalde se le ha escapado de las manos".
En esta línea, la concejala de MÁS por Palma Kika Coll lamenta que el mercado esté basado "en modelos americanos y europeos" y no en las señas de identidad de Mallorca. También considera que ocupar la Feixina supone "un uso y abuso del espacio público", un punto en el que coincide Lucía Muñoz, concejala de Podemos.