Un año en la librería de Shaun
"Muchas de las personas que venían a la librería eran de esas que estorbarían en todas partes, pero que en una librería tienen alguna oportunidad especial", esta es una de las primeras citas de George Orwell que el librero escocés Shaun Bythell utiliza en Diario de un librero, su recopilación de las anécdotas, sufrimientos, paradojas y situaciones surrealistas en The Book Shop, su librería de Wigtown, a lo largo de un año. Viena Edicions lo editó en catalán en 2019, pero yo lo he descubierto este año –señora y señor de Viena Edicions, Shaun Bythell ha escrito más libros sobre su librería, ¿sería posible que los editasis también? Al menos haría muy feliz a una persona, que somos yo.
La cita de Orwell me ha provocado una mezcla de vergüenza y orgullo, porque estoy segura de que estorbo en todas partes, salvo lugares concretos como un banco en la sombra, una librería y mi despacho, que está lleno de libros, no tiene ventana y tiene el escritorio mirando la pared. En la cama cuando duerme estorbo en mis perros y gatos, y los altero con los cambios de posición cuando mi cuerpo está en busca de un rincón fresco entre las sábanas.
Bythell escribe de tal modo que me lo imagín mirándome serio mientras que yo me muere de reír por lo que dice. El desfile de clientes es increíble y muchos me han provocado un fuerte deseo de ser su amiga. Por supuesto, también me gustaría ser amiga de Shaun y de la dependienta de la librería, Nicky, que me ha hecho pensar que no estoy tan loca como creía.
Gracias a este diario también he aprendido sobre el trabajo de los libreros de viejo, sobre qué implica ir a una casa y descubrir cómo era una persona que ya no está gracias a su biblioteca. Y, por culpa del libro, ahora siente una necesidad imperiosa de vivir en un pueblo escocés y de regentar una tienda, de libros o de lo que sea.
El secreto de un libro como éste se puede definir con una palabra: humanidad. Esto es precisamente lo que siente que hemos perdido en un país como el nuestro, tan masificado, tan centrado en exprimir a los turistas, tan cruel con muchos de sus habitantes, que ni siquiera nos planteamos que hemos perdido las relaciones humanas de calidad, las que implican pausa y atención hacia el otro. Leyendo estas páginas, siente melancolía por un sitio que ni siquiera he conocido. Por último, haz caso a Shaun y olvídate de Amazon. Id a una librería, perderos por los pasillos y hablar un buen rato con el librero.
