Como era Maria Ramon según su amiga Maria Romero: “Es culé desde que nació”
Su amiga de la infancia cuenta los secretos mejores guardados de diputada de MÉS por Mallorca


PalmaEs posible llevar botas negras Doctor Marteens a seis años y leer la Súper Pop a catorce; empujarse ante la televisión viendo a los esplendorosos actores de Pasión de Gavilanes y tener el armario lleno de esas camisetas de rayas negras y de colores; ser fan de las Spice Girls y los Backstreet Boys y disfrutar de los campamentos de verano del esparcimiento de tu pueblo. Es posible. Y quien no se lo crea que le pida a Maria Ramon, diputada en el Parlament de las Illes Balears y secretaria de Organización de MÉS por Mallorca.
Esporlerina, nacida en 1987. Una de las cosas que ha marcado la historia de vida de Maria Ramon es el hecho de ser de un pueblo con una vida asociativa, cultural y deportiva muy viva y arraigada. De esto no tiene ninguna duda otra María, de apellido Romero, que es una íntima amiga de la política: "Desde pequeñas estuvimos inmersas en la vida del pueblo: practicando deporte, aprendiendo música y formando parte activa del tejido juvenil". Y añade que en el deporte, y no tanto en la música, Maria Ramon ha destacado toda su vida.
De hecho, dice Romero, a Maria Ramon le gustaba mucho el fútbol, y aún ahora: "Yo creo que es culé desde que nació. Ha compartido esta afición con su padre, Pep. Nunca se perdían un partido del Barça y ahora, siempre que pueden, van a ver juntos a Baleares". Desgraciadamente, en Esporles no fue posible crear un equipo de fútbol femenino, por lo que Ramon se apuntó a baloncesto, deporte que practicó durante años. "¡Fue capitana del equipo!", recuerda Romero. Y no fue hasta el año pasado que logró quitarse la espinita de jugar al fútbol: "Se apuntó con el equipo de Sant Joan y ha continuado. Era su sueño", apunta la amiga.
En el deporte no coincidían, porque Romero hacía voley, pero sí fueron juntas a solfeo durante un par de años. "Nuestra ilusión era formar parte de un grupo de música: queríamos tocar la batería y la guitarra. No pasó mucho tiempo hasta que vimos que Maria no destacaba por sus aptitudes musicales", ríe Romero. Aún así, defiende que tiene un oído exquisito y que disfruta mucho de ir a conciertos: "Es un gran entendimiento musicalmente, otra afición que comparte con su padre".
Como en Esporles no había instituto, la juventud del pueblo debía continuar con la enseñanza en Palma. Maria fue a Josep Maria Llompart, pero Romero recuerda que "todos las tardes y los fines de semana pasábamos ratos juntas: leíamos la Súper Pop, mirábamos Pasión de Gavilanes y íbamos al esparcimiento", dice. Con cierta ternura, rememora aquellas típicas camisetas de rayas negras y de colores, que casi coleccionaban, y los turbantes también de colorines que solían llevar de complemento. En plena adolescencia, hacia los 16 años, trabajaron en la Granja d'Esp hacíamos fotos con los guiris. Fue el primer trabajo y el primer dinero que teníamos".
Sobre el talante de la política, Maria Romero comenta que, de pequeña, Maria Ramon era muy tímida, "y aunque ahora lo ha trabajado más porque así lo ha impuesto la política, su trabajo, sigue siendo muy tímido, pero lo disimula mejor". Destacaba, sin embargo, por ser "organizada, disciplinada y puntual": "María siempre ha sido una persona de orden", dice Romero, quien también asegura que María es política porque siempre estaba metida en almazaras: "A los 16 empezó a militar, y el camino, prácticamente, se hizo solo. Todo empezó por ser una persona comprometida con la lengua y su pueblo. Y así es todavía hoy", reivindica Maria.