Steve Buscemi: "Buscaba en qué página del guión me mataban para saber si me compensaba aceptar el papel"
El actor está en Mallorca con motivo del Evolution Mallorca Film Festival


PalmaEs el señor Rosa de Reservoir Dogs, el delincuente torpe de Fargo y el poeta con ínfulas de Big Fish. Sólo por estos tres personajes, la trayectoria del actor Steve Buscemi (Nueva York, 1957) es inseparable de la historia en mayúsculas de la ficción contemporánea, aunque estos tres son poco más que la punta de un iceberg que incluye títulos como El gran Lebowski, Boardwalk Empirey Pulp Fiction, colaboraciones con cineastas como Jim Jarmusch –"el último director de cine independiente que nos queda", según Buscemi– y Martin Scorsese, y méritos como haber dirigido uno de los mejores capítulos de la historia de las series de televisión –Pine Barrens, el undécimo de la tercera temporada deLos Soprano. Y si hay un elemento que todos estos personajes y obras tienen en común es, según Buscemi, un buen guión: hasta siete veces ha utilizado esta expresión, "un buen guión", durante el encuentro con prensa ofrecido este miércoles a mediodía en el Hotel Portitxol de Palma, con motivo del premio ICON Award que ha recibido en el marco del festival Evolution.
"Cuando lees un guión no sabes en qué se convertirá. Ni siquiera sabes si se llegará a rodar, ni si tendrá suficiente equipo, ni si conseguirá distribución", explicó Buscemi en un momento dado, "pero para mí es el punto de partida, leerlo qué personaje se verá, le gusta y ver si me interesa. emociones se mueven. Para mí todo esto es determinante a la hora de elegir un proyecto, al menos ahora leía los guiones de manera diferente, lo hacía porque necesitaba trabajar. Y durante una época los directores tenían tendencia a apalear o matar a mis personajes.
Ha sido una de las pocas concesiones a la espontaneidad que se han producido durante la comparecencia, en la que la serenidad de Buscemi chocaba de frente con la naturaleza inquieta de algunos de sus personajes más recordados, a menudo situados en un punto intermedio entre el drama, la decadencia y la comedia. "Todos los proyectos son diferentes, pero para mí la mejor parte es compartir el trabajo con otros actores y ver cómo nos forzamos a sacar lo mejor de nosotros. Como dije ayer al recoger el premio, yo como mucho puedo ser tan bueno como lo es la gente con la que trabajo", confesaba.
"Dirigir a Tony Soprano imponía mucho
Preguntado sobre si era consciente, antes de interpretarlos, de la trascendencia que tendrían algunos de sus papeles más emblemáticos, Buscemi ha reconocido que en absoluto: incluso en el caso de Reservoir dogs que, como ha recordado, pasó por Sundance sin recoger nada. "Aquel año yo tenía otra película en el festival, In the soup, que ganó el Gran Premio del Jurado y el premio de interpretación por Seymour Cassel", ha explicado, "pero Reservoir dogs partió manos vacías. De hecho, recuerdo que hubo proyecciones de la película en la que el público se levantaba y partía antes de terminar. Ahora se ve todo diferente, claro, porque ahora sabemos todo lo que ha ocurrido con Tarantino, pero entonces era imposible prever. Y lo mismo con los Coen. Yo ya había trabajado con ellos antes de Fargo, pero no fue hasta esa película que consiguieron llegar al gran público. Y os aseguro que mientras la hacíamos nadie podía imaginarlo".
Aun así, Buscemi ha querido subrayar que el reconocimiento, para él, no es exactamente el mismo que el éxito. "Para mí el éxito es que el director consiga sacar adelante la película que quería hacer sin tener que hacer demasiados concesiones. Siempre hay que hacer alguna, pero si llega a hacer la película que tenía en mente, yo creo que esto ya es haber triunfado. Si después llega a mucha gente o recoge muchos premios, es la guinda del pastel, pero el éxito de una película no debería depender sólo de eso".
En este sentido, Buscemi ha aprovechado para hablar también de los principales motivos que le han llevado a ponerse detrás de la cámara en películas como Animal factory y Entrevista. "Es una extensión de mi trabajo como intérprete", argumentó, "porque me permite hacer todos los papeles, imaginarme las motivaciones de todos los personajes y trabajar con todos los actores, algo que no siempre ocurre cuando actúas en una película. Ayer mismo estaba con Colm Meaney que, como yo, sale a Cono Air, pero no tenemos ninguna escena juntos. Cuando diriges puedes ser por todas partes, trabajar con todos y meterte en la piel de todos". En el caso deLos SopranoSin embargo, serie de donde dirigió cuatro capítulos, ha reconocido que para él fue "bastante intimidante" el momento de entrar en contacto con los personajes. "Yo ya era fan de la serie cuando me invitaron a participar, ya llevaban un par de temporadas y ponerse a dirigir a Tony Soprano imponía mucho", ha compartido con una sonrisa, "aunque por suerte ya conocía a algunos de los actores y miembros del equipo y la verdad es que me lo pasé muy bien con todos ellos". Entre los proyectos que ahora mismo tiene en marcha, el actor, que forma parte del reparto de la segunda temporada de la serie de Netflix Miércoles, ha hablado de una película con John Malkovich y Sam Rockwell dirigida por Martin McDonagh –director deAlmas en pena de Inisherin y Tres anuncios en las afueras–, de la adaptación de la novela Klara y el Sol, de Kazuo Ishiguro, dirigida por Taika Waititi, y de una serie con Jordan Mendoza por Adult Swim.
"Siempre hay algo que hacer ante las injusticias"
Sobre la situación política en Estados Unidos, Buscemi, que ofreció públicamente su apoyo a las candidaturas de Joe Biden y Kamala Harris, ha expresado su deseo de ver un cambio de gobierno en las próximas elecciones. "Yo espero que, como ya ocurrió, los saquen. Y en la anterior ocasión hubo un intento de no dejar el gobierno con unas acusaciones de manipulación de las elecciones que eran completamente falsas. Y todo ello condujo a la insurrección del 6 de enero, porque aquello fue una insurrección, y esta es la situación en la que nos encontramos pero no creo que no, pero no somos nada partidario, no somos nada partidario, no somos nada partidario. esto es lo que buscan. Quieren que la gente deje de manifestarse, que pensamos que no hay nada que hacer, pero siempre hay algo que hacer ante las injusticias". En esta línea, para Buscemi "las personas tenemos más en común de lo que parece". "Nos quieren hacer creer que no es así, pero la mayoría buscamos exactamente lo mismo: tener una vida digna, ser libres y que se respeten los derechos humanos", sentenció, si bien quiso matizar que él no es ningún activista ni se siente especialmente cómodo con discursos de este tipo. "Si me lo piden yo contesto porque creo que no podemos quedar callados, pero no siempre adivina las palabras. Y sé que habrá gente que piense que no les importa qué opina un actor, de todo esto, pero no lo digo sólo como actor. Lo digo también como ciudadano", ha añadido.
Sobre su visita a Mallorca, Buscemi ha reconocido que la ubicación de la Evolution fue uno de los principales alicientes para asistir –"nunca había estado y tengo muchas ganas de explorar la isla y de conocer a la gente que vive", ha dicho–, y ha aprovechado para alabar la tarea que llevan a cabo. "Somos un gran fan de los festivales. A menudo son la única ventana que tienen muchas películas para ser proyectadas y llegar a diferentes lugares, y nos permiten encontrarnos con el público y también con otros cineastas y actores y gente del mundo del cine, lo que me hace sentir muy agradecido".