¿Qué significa 'contención turística', ahora que todo el mundo habla?
Instituciones, partidos políticos, patronales, sindicatos y entidades de la sociedad civil mantienen un intenso debate sobre los límites del turismo. Una parte de la sociedad apuesta por ir más allá y decrecer


PalmaContención: "Acción de impedir que algo salga de sus límites, traspase su límite". Ésta es la definición del diccionario de una de las palabras que están marcando la legislatura. Todo el mundo habla de contención turística. Es el mantra que utilizan los representantes institucionales, un paso por detrás de la sociedad, y también un motivo de confrontación para los partidos políticos. Hay tantas definiciones de contención como defensores de su aplicación, mientras la realidad demuestra que Baleares no son islas de límites, sino de récords, cada temporada turística que pasa.
Las cifras de los aeropuertos dejan patente que, en cuanto a la contención, no se ha pasado a la acción: entre enero y agosto registraron un aumento de más de medio millón de pasajeros respecto al año pasado, según informaba esta semana Jaume Perelló. Sólo por Son Sant Joan han pasado 24 millones de personas, 400.000 más que en el 2023.
El Govern argumenta que el crecimiento del número de turistas se ha amortiguado en temporada alta. Pero crecer menos no es contener. Así lo remarca el catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra Guillem López Casasnovas: "Que la tasa de crecimiento sea menor que el año anterior es crecer. Un mantenimiento constante implica una tasa del 0%", dice, y advierte que "hay que evitar el eufemismo de creer que crecer menos soluciona las cosas". Además, López Casasnovas recuerda que "el 0% no implica perder oferta turística, sino mantener la que existe".
Fuentes del Ejecutivo señalan que el objetivo es precisamente que se crezca un 0% en los meses punta del verano –julio y agosto–, una tasa que creen que podría alcanzarse la próxima temporada. "Nuestro objetivo era controlar los niveles de congestión en temporada alta", reiteran. Pero, ¿los están controlando?
"Está muy bien decirlo, pero no hacen nada, no aplican medidas", critica el secretario general de CCOO Illes Balears, José Luis García. "Presentan políticas de maquillaje, pero el crecimiento sigue. No hay ninguna política de contención real", continúa, y va más allá: "Deberíamos empezar a plantear un decrecimiento controlado. No necesitamos un avión cada 50 segundos". Ahora bien, García remarca que "reducir la oferta con la demanda que tenemos implica una economía informal".
Según el antropólogo Alexandre Miquel, es importante tener en cuenta la ambigüedad del concepto 'contención'. "Utilizan términos ambiguos y no implicativos, que puedan decir lo que cada uno encuentre. No se sabe muy bien qué quiere decir 'contención': ¿impidir que vengan más turistas? ¿Dirigir el turismo de una manera más estructurada? ¿Un desiderátum no realizable? ¿Un acto fallido?", pide. Para el experto, la clave es "no mover nada". "Tienen los resultados de la encuesta [de la Agencia de Estrategia Turística, con un 78% de los ciudadanos que cree que hay demasiados turistas], que son demoledores. Y dicen que sus políticas son correctas", dice, además de calificar el Pacto por la sostenibilidad de "montaje paralelo" para continuar sin hacer nada. Miquel recuerda que hay un subdiscurso del Govern, que es más verosímil que su intención de poner límites: que "la gente vive de esto".
Uno de los obstáculos para llegar a una idea compartida de la que debería ser la contención es la interpretación de las cifras de visitantes. "Para hablar de ello, ante todo debemos ponernos de acuerdo en los números", asegura el portavoz del Foro de la Sociedad Civil, Jaume Garau. "No se sabe la cifra real de turistas porque existe un sesgo con el número de pasajeros. ¿Cómo debes hacer contención de algo que has contado mal?", continúa, y asegura que, "si el número de pasajeros ha crecido julio y agosto, no se está conteniendo".
Según la Organización Mundial del Turismo, un turista es alguien que pernocta en el lugar que visita. A quienes no lo hacen, les denomina 'excursionistas'. Y son éstos los que quedan fuera de los recuentos oficiales, como los 800.000 cruceristas que vinieron a Mallorca en 2024, según los datos del Fòrum.
¿Contención, sólo en temporada alta?
Como el Govern, los hoteleros consideran que la curva de visitantes "hay que reducir los meses centrales del verano" y señalan que trabajan para "aumentarla en los inicios y finales de la temporada", apunta la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María José Aguiló. La patronal apuesta por "hacer desaparecer la oferta reglada [de alquiler turístico] a viviendas plurifamiliares", y destaca que "la oferta ha experimentado un crecimiento exponencial del 176%" en la última década.
Controlar los meses de verano es el mínimo común denominador entre instituciones y empresas, pero se trata de una dinámica "muy difícil de controlar", según el vicedecano de la facultad de Turismo de la UIB, Tolo Deyà. "Hay tres millones de personas que dicen que vienen a visitar a familiares y amigos, y existe la oferta ilegal", añade. Deyà cree que el debate en estos momentos es sobre "las temporadas media y baja". "La pregunta es si tenemos que crecer por ahí porque en verano no somos capaces de hacerlo en valor", añade.
En cuanto a las medidas del Govern para controlar el número de visitantes en las puntas de la temporada alta, Deyà apunta que intervienen muchos factores más allá de la acción del Ejecutivo. "Es complicado colgarse una medalla", dice sobre la cantidad de factores que influyen.
Por su parte, Jaume Garau considera que ahora no es momento de plantear el debate sobre la temporada baja. "Sería una tercera fase". Primero, "hace falta contención de forma urgente" y después "empezar a decrecer en verano". En cuarto lugar, habría que poner sobre la mesa "la diversificación". "Contención, decrecimiento, crecimiento en invierno y diversificación forman un cóctel a hablar y consensuar", dice Garau, quien lamenta que no se aprovechara la pandemia para replantear "qué recuperación queríamos".
De todos modos, la posibilidad de abrir un debate en el que participen el Gobierno y las entidades de la sociedad civil es en estos momentos una opción muy poco plausible, y más aún que entidades sociales y ecologistas abandonaran el Pacto por la sostenibilidad –aún no se ha derivado ninguna medida efectiva de esta iniciativa. "Quieren que el crecimiento no sea desbocado, pero eso no quiere decir que no lo haya", critica la portavoz del GOB, Margalida Ramis, además de recordar que el crecimiento se ha moderado debido a factores como "los precios, los destinos emergentes y las situaciones globales". "No se aplica ninguna política activa más allá de los anuncios. ¡Ahora resultará que los anuncios generan efectos! No hay ninguna inversión en los presupuestos. Juegan con los números ya despistar al personal", añade el activista ecologista. Ramis recuerda también que esta legislatura "se ha levantado la moratoria de plazas, se han abierto nuevas rutas aéreas y se ha hecho más promoción".
Por su parte, el Govern reclama explicaciones a las entidades que plantean un decrecimiento. "¿Hasta dónde? ¿Cuáles serían las consecuencias? ¿Cuántos puestos de trabajo se sacrificarían?", piden fuentes del Ejecutivo, que, sin embargo, también apuntan a una "transformación económica a largo plazo". "No podemos continuar con ese patrón de crecimiento", añaden.