El Estado no prevé que Baleares bloqueen el reparto de menores migrantes: "Se nos ha dicho que se cumplirá la legislación"
La consejera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, y sus homólogos insulares, han advertido que el sistema ya no puede acoger más
PalmaEl gobierno de España mantiene su posición de que Baleares debe aceptar el reparto de Menores Migrantes No Acompañados (MENA) procedentes de Canarias, y asegura que estos traslados no incrementarán la presión sobre el sistema de protección isleño. Así lo ha manifestado el secretario de Estado del Ministerio de Juventud e Infancia, Rubén Pérez, tras una reunión en Palma con la consejera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, y los consejeros insulares de Bienestar Social, en la que también ha participado el delegado del Gobierno, Alfonso Rodrígue. Pérez, que destacó que el gobierno destinará seis millones de euros al Archipiélago para la acogida de menores, con una partida adicional en preparación.
La reunión ha servido, según ha Pérez, para abordar la situación de la infancia migrante en las Islas Baleares y analizar la casuística propia del archipiélago. Destacó la importancia de poder sentarse en una misma mesa y tratar con franqueza las divergencias existentes respecto al Real Decreto-ley aprobado por el Congreso, destinado a hacer frente a la contingencia migratoria que afecta especialmente a Canarias, Ceuta y Melilla. Pérez ha subrayado que tanto el Gobierno central como la Delegación en Baleares han realizado un seguimiento "muy importante" de la situación migratoria, aunque considera que en las Islas no se da una contingencia, sino un incremento sostenido de las llegadas, que ha cronificado el fenómeno en los últimos años.
Ante este escenario, el Gobierno ha optado por reforzar la financiación y apoyar el sistema de protección autonómico, pero sin activar el mecanismo de contingencia migratoria. En concreto, Baleares recibirá seis millones de euros: dos millones de una partida de 22 millones del Ministerio, y otros cuatro procedentes de la asignación estatal de 100 millones para el reparto de menores. Además, se trabaja en una nueva línea de financiación para fortalecer el sistema de protección. Sobre el Real Decreto-ley, Pérez defendió que éste no establece diferencias entre comunidades, sino que aplica un criterio de reparto "equitativo, solidario y ponderado". También ha desmentido una sobreocupación extrema del sistema de protección de menores en Baleares, afirmando que, si bien se supera la capacidad ordinaria, no puede compararse con otros territorios que la triplican.
Por su parte, el Gobierno y los cuatro consejos insulares han expresado su malestar por no haber alcanzado un acuerdo para frenar la derivación de menores migrantes no acompañados procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla. La consellera Fernández ha manifestado sentirse "decepcionada" porque el ejecutivo estatal no prevé la posibilidad de que Baleares quede fuera de este reparto, una situación que considera insostenible dado que actualmente se atienden a 718 menores en espacios con capacidad para 416. "Dos de cada tres menores protegidos son migrantes. El sistema no estaba preparado para hacer frente". ha añadido.
Financiación "insuficiente"
El consejero Guillermo Sánchez, de Mallorca, calificó la reunión con el Estado de "infructuosa y decepcionante". Denunció que, pese a la visita de la Secretaría de Estado a un centro hace un año, la situación ha empeorado, con un incremento en el número de menores atendidos e insuficiencia de financiación. "Las ayudas cubren menos del 10 por ciento de las necesidades reales, mientras que la falta de espacio y viviendas dificulta aún más la situación en la isla, que sufre una doble insularidad", indicó. Sánchez ha recordado que sólo en una semana han llegado otros 20 menores, lo que ha generado una gran tensión sobre el sistema.
Por parte de Eivissa, la consellera Carolina Escandell ha coincidido con esta preocupación, y ha afirmado que "las buenas palabras no solucionan la problemática real". Subrayó que la atención a los menores migrantes en Baleares es más costosa que en la Península y que se están cerrando otras rutas migratorias, lo que concentra la presión en las Islas. Escandell ha denunciado que "se habla sólo de las pateras que llegan, pero no de las que no llegan", y ha reclamado un modelo de integración y no un sistema asistencial limitado. "No podemos aceptar más menores porque no tenemos capacidad", alertó.
Un incremento del 1.000%
La consejera de Formentera, María Cristina Costa, ha advertido de que la isla, que se ha convertido en uno de los principales puntos de llegada de pateras de Baleares, no dispone de un centro de acogida propio. "Los migrantes que llegan se ven obligados a esperar bajo soportales sin asistencia adecuada", ha dicho. Además, alertó sobre la falta de presencia de Policía Nacional y la sobrecarga que supone para la Policía Local y Protección Civil. "Ha habido un incremento de más del 1.000% en el número de menores atendidos, y no podemos seguir atendiendo a menores ya radicados con los recursos actuales", ha afirmado Costa, quien ha reivindicado la necesidad de una migración bien formada y con futuro para Baleares.
Por último, la consejera menorquina Carmen Reynés ha expresado su preocupación por la falta de voluntad política por abordar la situación de los menores migrantes no acompañados. Ha destacado la importancia de actuar en origen para evitar la llegada de estos menores, muchos de los cuales alcanzan casi la edad de la mayoría de edad, lo que dificulta la implementación de planes personalizados. Reynés lamentó que algunos menores lleguen por vía aérea con sus padres, que luego "les abandonan en la isla, incluyendo casos en los que los dejan solos en la estación de autobús, lo que genera un efecto llamada que incrementa la presión sobre el sistema de protección".
Llegadas en avión
Menorca e Ibiza han denunciado la llegada reciente de al menos cuatro menores migrantes en avión. Según explicó Carmen Reynés, dos menores, uno de 11 años, fueron dejados por sus familias en una estación de autobuses antes de que los padres volvieran hacia su país de origen. En Eivissa, Carolina Escandell ha confirmado dos casos similares, con menores procedentes principalmente del Magreb. Este fenómeno, que se suma a la inmigración por vía marítima, preocupa a las autoridades locales por el efecto llamada que podría tener. En Mallorca, por el contrario, no se ha detectado ningún caso de ese tipo.