El 'calaboso' donde retienen 72 horas a los migrantes que llegan en patera a Mallorca
El centro de acogida temporal de Son Tous no está preparado para el incremento de llegadas de los últimos años y apenas registra peticiones de asilo
PalmaMientras que la extrema derecha continúa su ofensiva contra los migrantes, entidades como el Instituto Novact e Irídia Centro de Defensa de los Derechos Humanos denuncian las condiciones en las que se encuentran las personas que llegan a Mallorca en patera. Por su parte, las instituciones matizan la gravedad de algunas situaciones y señalan que las complicaciones se dan cuando existen picos de llegadas, unos picos que baten récords y exigen estructuras más adecuadas para dar un trato digno a las personas que afrontan un viaje peligroso y largo en busca de mejores condiciones de vida.
Los migrantes que llegan a Mallorca de forma irregular pasan por el Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de Son Tous. Mal punto de partida para las entidades humanitarias. "Los CATE suelen ser comisarías, edificios o módulos prefabricados (el caso de Son Tous) cerrados, donde se encuentran detenidas las personas después de su llegada por vías no regulares para proceder a su reseña policial y atención humanitaria" (las comillas son del informe sobre Vulneración de derechos humanos en la frontera sur del Estado español, de Irídia y Novact). De esta forma, las personas están privadas de libertad hasta 72 horas, aunque no han cometido ningún delito. Además, los CATE funcionan "sin una regulación" ni "normas de funcionamiento interno" de las que se informe a los migrantes, una situación que, además de las asociaciones de derechos humanos, también ha denunciado al Defensor del Pueblo.
El centro de Son Tous, que depende del Ministerio del Interior, se habilitó para acoger a un máximo de 150 personas –las obras se realizaron en el 2022. Se trata de unas instalaciones que, según reconoce el delegado del gobierno español, Alfonso Rodríguez, “no son adecuadas” para la cifra de llegadas que hay. Según los datos del Ministerio del Interior, en 2024 llegaron 5.882 personas y en los primeros nueve meses de 2025 fueron 5.909. Para paliar la situación, el gobierno español ha habilitado unas carpas en el puerto de Palma que empezarán a funcionar en cuestión de días, asegura Rodríguez. Las carpas no se consideran la solución definitiva pero Son Tous se puso en marcha también como equipamiento provisional.
Ni unos mínimos
"Son Tous no cumple ni unos mínimos. Es un buen ejemplo de cómo personas que no han cometido ningún delito deben estar en unas instalaciones policiales de detención", lamenta Clara Calderó (Novact). Según la información que las entidades reclamaron a Interior vía el portal de transparencia, 5.749 hombres, 368 mujeres y 654 niños y adolescentes estuvieron detenidos en el CATE de Baleares en 2024 –el Ministerio no facilitó datos desagregados por centros, aunque se le reclamaron. Según el informe de Irídia y Novact, las instalaciones del CATE de Palma "son un calabozo". El documento detalla que hay 15 celdas con una capacidad para 10 personas cada una, "sin mobiliario, sólo con los colchones en el suelo". Las duchas son deficientes –son personas que han estado mucho tiempo en medio del mar– y, a falta de pulseras con número de identificación, ha habido casos en los que se ha escrito en la mano o en el brazo. "No es lo que toca. Si ha pasado, habrá sido de forma ocasional, supuesto. Hay que evitar. No estamos aquí para marcar la piel de nadie", dice el delegado del gobierno español. Por otra parte, el ARA Baleares ha contactado con el Ministerio del Interior que, a diferencia de Rodríguez, niega que esto haya ocurrido.
"Es importante señalar que no son delincuentes, aunque los tratan como tales", señala el activista de Podemos Lucía Muñoz. "La sensación es que la política de la delegación del gobierno español es llamar la atención cuanto menos, mejor y se invisibilizan a estas personas", añade.
Tampoco existe una atención médica por parte de profesionales contratados –Irídia y Novact subrayan que la hacen voluntarios–, espacios adecuados para realizar entrevistas individuales ni intérpretes para hacer posible la comunicación. "Hemos hablado con el Colegio de Abogados, y sabemos que tenemos margen de mejora", dice el delegado, quien señala que hay lenguas que no son sencillas de encontrar. "Carecen medios para una intervención adecuada", remarca la abogada de Extranjería Lola Puertas, por lo que "se dificulta en gran medida la detección tanto de perfiles vulnerables como de posibles demandantes de protección internacional".
Las peticiones de asilo son uno de los problemas más graves en Son Tous. El delegado del gobierno español reconoce que se hacen "muy pocas", mientras que fuentes cercanas al CATE señalan que directamente no se realizan. "La mayoría de los migrantes tienen Baleares como una etapa más en su viaje. Si su destino está en el norte de Europa, no lo piden aquí. Pero todo es mejorable", comenta. Ahora bien, la experta en Derecho Internacional Margalida Capellà considera que ese argumento "no tiene sentido". "Según el reglamento del Convenio de Dublín [ley europea que determina qué estado miembro es responsable de examinar una solicitud de asilo] si una persona pide asilo a un estado miembro y se demuestra que ha entrado por otro, no le conceden. Hay que pedirlo en el primer país de entrada", aclara.