Ni lugares donde tocar ni locales donde ensayar
Los músicos lamentan que no haya una “línea estratégica clara” desde el ámbito público para apoyar a un sector que vive un buen momento
Palma"Los grupos de temas propios locales debemos conformarnos con 'existir' durante las primeras horas de los festivales o tocar en bares por cuatro duros. Y por experiencia sabemos que sin conciertos a la vista no se suele ensayar, y sin ensayar los grupos llegan a morir". Así lo expone Tià Lladó, miembro de Reggaetonpare, quien reconoce que "si ahora tuviera que montar un grupo de cero tal vez me lo pensaría más porque faltan espacios que inviten a desarrollar una escena musical". Por su parte, Marina Viedma, miembro de Es Gall de Sa Pastera, afirma que si bien la creación musical en Mallorca vive un buen momento, la oferta de lugares donde tocar es muy limitada. "No hay muchos, ya menudo depende de la iniciativa de colectivos que hacen lo que pueden con los recursos que tienen, sea para montar festivales o para organizar conciertos", comparte Viedma, quien valora positivamente ciertas iniciativas institucionales, pero echa de menos "una línea estratégica clara" en este sentido.
En el mismo sentido se expresan músicos como Dani Gómez y Joan Roig, miembros del grupo Saïm. "La sensación es que no hay una visión de conjunto, ni siquiera hay un conocimiento real de las cosas que hacemos y del movimiento musical que existe. Así, difícilmente puede haber una apuesta clara por contribuir a profesionalizarlos, que no quiere decir pagar bien una actuación una vez al año. Quiere decir tener lugares estables donde ensayar y tocar, y recursos para sacar adelante tu proyecto", opinan. En el caso de Roig, de hecho, afirma haber pasado por una quincena de lugares distintos para ensayar con los grupos de los que ha formado parte, una dinámica muy habitual entre los músicos isleños, que cada vez tienen más difícil encontrar una sala de ensayo, con el incremento de los precios de alquiler.
"En Mallorca hay varias tipologías, salas de ensayo, tanto que se alquilan mensualmente como por horas", comparte el músico Jaume Rosselló, "pero muchas veces los precios son abusivos. Como hay tanta gente que busca lugares donde ensayar y la demanda es tan grande, pueden poner los precios que quieran. de espera incluso", continúa el integrante de formaciones como Geometrical Sardine y BOC, entre otros, quien añade que "la implicación de las instituciones ante esto es nula".
Donde hace tiempo que se habla de poner remedio a esta carencia, y donde, de hecho, hay un proyecto municipal en marcha, está en Palma. Corría el año 2019 cuando el Ayuntamiento gobernado por el pacto de izquierdas pujó el proyecto de salas de ensayo, que preveía la construcción de 10 locales modulares e insonorizados de 17,5 metros cuadrados en un solar de Son Forteza. La idea era que fueran espacios compartidos por varios grupos y que en el futuro pudieran ampliarse. Sin embargo, en estos momentos las obras están paradas.
"Hemos iniciado el proceso de resolución del contrato con la empresa que ganó el concurso", expone Fernando Gómez de la Cuesta, coordinador general de Turismo y Cultura de Cort, "ya que no han podido finalizarlas por causas imputables a ellos. En cuanto se haya resuelto este trámite, volveremos a sacar la obra a licitación". Y aunque admite que la obra se encuentra "en una fase bastante avanzada", reconoce que el proceso "va por largo" debido a la ausencia de respuesta por parte de la constructora. Según el proyecto inicial, impulsado por el anterior equipo de gobierno y que el actual tiene previsto mantener sin modificaciones, según confirman sus responsables, las obras debían costar 500.000 euros y la gestión de este espacio debía sacarse a concurso una vez finalizadas.