La lagartija de Les Malgrats, en riesgo de extinción inminente
El GOB ha exigido planes de conservación y extinción tanto para esta especie como para otras muchas

PalmaEl GOB ha alertado de que la reciente "invasión" de serpientes llegadas del continente a Ibiza y Formentera está poniendo en situación de riesgo de extinción extrema a la lagartija de las Pitiusas, una especie endémica de Baleares. Además, denunciaron que los esfuerzos de las administraciones por controlar la expansión de estos ofidios, especialmente la serpiente de herradura, son "insuficientes" y el futuro de la lagartija "se prevé muy negro".
Sin embargo, el problema entre las serpientes y lagartijas, ha señalado el GOB, no es exclusivo de las Pitiusas, sino que también está afectando al archipiélago de Cabrera y algunos islotes de Mallorca y Menorca en los que vive la especie endémica. De ésta, se han descrito hasta 25 subespecies, cinco de las cuales viven en islotes de Mallorca; una decena, en Menorca, y otra, en Cabrera. Una es exclusiva de las islas Malgrats, situadas frente a la costa de Calvià.
Según el GOB, las serpientes llegadas desde Mallorca hasta Les Malgrats ya podrían haber extinguido todas las lagartijas del islote de los Conejos, mientras que en Les Malgrats la población ya habría sufrido un importante descenso.
En caso de mantenerse esta tendencia, esta subespecie del reptil acabará desapareciendo de los dos islotes y, por tanto, supondrá su extinción mundial en el medio natural.
Planes de conservación y recuperación
Baleares, según el recuento de la entidad, dispone de 149 pequeñas islas o islotes que tienen fauna y flora terrestre, cuya separación física con el resto del Archipiélago ha provocado que sean únicas en el mundo. El caso más conocido es el de las lagartijas, pero también tienen algunos invertebrados y plantas que son endémicas. Asimismo, muchas veces sirven como reductos en los que las aves marinas descansan y se reproducen.
Aunque el 80% de estos islotes está amparado por alguna figura de protección, el 40% del total no dispone de planes de gestión aprobados que establezcan las limitaciones y las medidas de conservación necesarias para preservar su biodiversidad. Afrontar esta necesidad "tan evidente", denunció el GOB, fue hasta ahora desatendida por la administración ambiental autonómica, lamentó el GOB.
Por otra parte, la entidad ha reprochado que, a diferencia de lo que ocurre en otros territorios insulares del mundo, en Baleares sólo se atienden estas cuestiones cuando una especie invasora puede afectar a sectores económicos sensibles como la agricultura. Los controles para evitar la entrada de especies invasoras está siendo "insuficiente", por lo que, a juicio del GOB, es necesario coordinar una estrategia de bioseguridad.
En un comunicado, explicaron que ésta podría velar y anticiparse a la llegada de especies invasoras, generar normativa y protocolos, controlar los puntos de entrada de mercancías agrarias y establecimientos de jardinería, erradicar estas especies una vez se detecten e informar a la ciudadanía. Algo así, ha puntualizado la entidad, ya está recogida en la modificación de la ley para la conservación de los espacios de relevancia ambiental, que fue aprobada la pasada legislatura, pero "desgraciadamente no ha pasado del papel".
La legislación ambiental también establece que las especies catalogadas en grado de amenaza deben disponer de planes de recuperación o de conservación. Ahora mismo, sin embargo, de las 88 especies en peligro de extinción o vulnerables de Baleares, 20 aún no tienen un plan aprobado normativamente, entre las que se encuentran las lagartijas. "Es urgente la redacción y aprobación de los planes de conservación y recuperación de especies que todavía están pendientes, así como la actualización de quienes ya han vencido. Sin ellos, se actúa de forma reactiva ante los impactos, pero debe planificarse sobre las posibles amenazas para avanzar en el problema", indicó el GOB.
Aunque el GOB ha reconocido su "falta de confianza" de que el actual Govern ponga solución a esta problemática, le ha reclamado un "giro de guión para evitar pérdidas irreparables en el patrimonio natural".