Miles de barcas firmes a muertes ilegales perjudican al fondo marino
Pollença ha empezado a desmantelar instalaciones irregulares ya sacar embarcaciones abandonadas por los propietarios que contaminan el medio marino, pero choca con el desinterés de la Demarcación de Costas. Contando las activas y los restos, se calcula que existen entre 8.000 y 10.000 pesos en los fondos
PalmaEntre 8.000 y 12.000 muertes o fondeos permanentes ilegales por amarrar embarcaciones ocupan el litoral de Baleares desde hace décadas, consecuencia de una inacción histórica de la Administración. Estas instalaciones causan un importante impacto ambiental, al que hay que añadir el abandono de cientos de embarcaciones amarradas y que entran en fase de degradación "vertiendo al mar combustible, aceites, restos de plástico y materiales químicos diversos", explica la bióloga y responsable del informe Mar Balear, Raquel Vaquer. Además, "estos fondeos suelen estar en zonas que no tienen el mismo grado de protección que un puerto, porque se han ocupado irregularmente, lo que hace que el mal tiempo afecte mucho más a las embarcaciones y, por tanto, el proceso de degradación se acelera", concluye.
Las cifras de muertes irregulares en el litoral isleño no son buenas de conseguir, porque no hay ningún estudio: "Esto ya demuestra la falta de interés de las administraciones", lamenta Josep Vicens, especialista de la entidad Arrels Marines, que lleva años denunciando el caos en la bahía de Pollença, una de las peores áreas de todas las Baleares. Según sus cálculos, entre los que están en activo, que son 500 en verano, y los que ya están abandonados, puede llegar a haber más de 1.500 muertes. "El problema es que durante años se ha consentido el empleo del mar con estas estructuras, y los usuarios consideran que es un derecho. Ninguna administración se ha metido en serio. Pero ahora ya hemos llegado al límite", sentencia. Al caso de Pollença se añaden el Puerto de Sóller, Portocolom, la Colonia de Sant Jordi, Talamanca (Ibiza) y en menor medida decenas de puntos del litoral donde se han ido echando al mar "ruedas de coche o de camión llenas de cemento, y una cadena. Una vergüenza. Al menos 8.00.
Precisamente esta falta de seguimiento hace que existan muchas discrepancias entre las cifras que tienen las entidades conservacionistas y las de la Administración. El director general de Puertos y Transporte Marítimo, Antoni Mercant, considera que hablar de 10.000 muertes es "una exageración", si bien reconoce que no existe ningún dato oficial. En cualquier caso, no es la Comunidad Autónoma sino el Estado quien debería disponer de las cifras, ya que tiene la competencia de los usos que se hacen en el dominio público. Por mucho que en 2022 traspasó parcialmente su gestión, quien autoriza lo que se puede hacer en la costa es el Ministerio de Transición Ecológica.
No será fácil cambiar su rumbo
El máximo responsable de Costas en el ámbito autonómico asegura que "hay que desplegar una serie de actuaciones". Y añade: "Yo quiero ser claro, no será sencillo. Hay cientos de pequeños propietarios que lo han hecho toda la vida, y es cierto que debe actuar, pero no será fácil. De momento, lo que sí quiero reivindicar es que nosotros colaboramos cuando se nos pide, y sobre todo si el competente, que es el Estado, incoa un procedimiento".
En este sentido, el director general de Costas quiere destacar que una alternativa, "aunque con capacidad limitada", son los conocidos como campos de boyas. Se trata de instalaciones realizadas legalmente, con un análisis ambiental previo y cumpliendo con las normativas. Y también, por supuesto, con la autorización pertinente de la Administración: "Actualmente gestionamos ocho campos de boyas y hay otros cinco en construcción. Además, debemos añadir los que hace el Ministerio de Transición. En total, calculo que en 2026, si se cumplen los planes, podremos tener entre 900 y 1.000".
Estas estructuras son "bien recibidas", afirma Steffy Pozo, concejala de Medio Ambiente de Pollença, que lidera actualmente la iniciativa municipal de intentar poner orden a este caos, pero "es evidente que no va a arreglar todo el problema, porque estas boyas son para estar unas horas, o un día, y está muy bien, pero quienes consideran que tienen un derecho adquirido con un derecho adquirido convencer de desmantelar. Y sobre todo si ven que el Estado no hace nada", sentencia. "Históricamente el Estado ha consentido un claro empleo irregular que afecta al fondo marino, ya que se han ido ubicando sin ningún tipo de control. Ahora, con el traspaso parcial al Gobierno autonómico, estamos mejorando un poco, pero no mucho. Siguen pasándose el balón", afirma Steffy Pozo.
La concejala de Medio Ambiente de Pollença ha iniciado una importante batalla contra la proliferación de muertes ilegales. Esta misma semana, el Ayuntamiento, en colaboración con distintas entidades, ha sacado restos de embarcaciones e incluso un velero abandonado. "Es un verdadero caos porque no puedes tocar una embarcación sin avisar a su propietario, o demostrar que le has intentado avisar y no lo has localizado. Y encuentras embarcaciones abandonadas hace años, que se van hundiendo y provocando un impacto ambiental espantoso. Es una lucha contra la propia Administración y su desidia", sentencia.
De hecho, el GOB Mallorca ha denunciado este año la "terrible" situación de la bahía de Pollença, con miles de puntos de fondeo irregulares, y describió cómo esta práctica está poniendo fin progresivamente a la biodiversidad marina. La respuesta de la Demarcación de Costas del Estado, firmada por Jorge Miguel Ortega, se atreve a afirmar que, para poder iniciar expedientes sancionadores, el GOB debe demostrar que "la ocupación del fallecido con la embarcación se lleva a cabo por un plazo superior a un día, especificando las fechas exactas". Con este argumento, Costas del Estado le dijo al GOB que no puede iniciar ningún expediente. "Hace empequeñecer. Saben perfectamente que los muertos y las embarcaciones que se amarran hace años y años que están", afirman los voluntarios del GOBPollença que llevaron a cabo la actuación ante la Administración.
Algunos hacen negocios
Por si fuera poco, hay al menos dos casos detectados de personas que se dedican a alquilar estos fondeos ilegales a terceros. En la bahía de Talamanca, en Ibiza, el protagonista es Evaristo Soler, un viejo conocido por antiguos conflictos en Porroig, que ahora regresa a la escena ofreciendo amarres ilegales y alquileres encubiertos en plena zona protegida de posidonia. Soler habría instalado y gestionado muertes de fondeo sin permiso y, según denuncian vecinos y entidades, cobra por utilizarlos. Esta práctica supone una ocupación ilegal del dominio público marítimo-terrestre, con graves consecuencias ambientales y legales. Los residentes le definen como un "personaje lamentable", que "hace negocio de lo que es de todos" mientras destroza el fondo marino.
La bahía sufre una fuerte presión náutica y los fondeos irregulares han provocado ya daños en las praderas de posidonia. El Govern y el Ayuntamiento de Eivissa han desplegado el mayor operativo de vigilancia hasta ahora, retirando embarcaciones y cerca de cuatro toneladas de residuos y estructuras de fondeo. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) investiga el caso y vigila posibles nuevos movimientos en la zona.
Entidades como Arrels Marines y el GOB Ibiza alertan de que Talamanca se está convirtiendo en "un aparcamiento pirata de lujo". Reclaman sanciones ejemplares y retirada inmediata de todas las instalaciones ilegales. Neus Prats, portavoz del GEN-GOB Ibiza, dice: "Tenemos que tener en cuenta que lo de poner un muerto se había hecho toda la vida. Y había una cierta condescendencia porque eran cuatro embarcaciones pequeñas. En los últimos años, como con todo, se ha producido una eclosión de usos ilegales, gente que fondea no hay embarcaciones. ser. Y cuando, además, te pones a alquilar ilegalmente, entonces ya es una vergüenza que no podemos consentir. No olvidemos que afecta a zonas protegidas, algunas de interés comunitario", advierte.
Otro caso especialmente llamativo sobre el abuso que se hace con los fallecidos ilegales es el alquiler que ofrece un supuesto empresario en Pollença. Con anuncios en Facebook, Albercutx Nautical Association ofrece la posibilidad de amarrar las embarcaciones durante la temporada estival a una estructura que no tiene ningún permiso, que es ilegal.
Además, su anuncio no habla de la situación irregular. Al contrario, este portal de alquiler de fallecidos se ha atrevido a criticar la actitud del Ayuntamiento de Pollença de que "sin avisar" ha empezado a desmantelar restos de embarcaciones y de estructuras que dañan los fondos marinos. Según confirmaron al ARABalears personas que participaron de las tareas de retirada de estas embarcaciones, "un representante de la empresa se presentó el día que empezamos y tuvo la barra de decirnos que tenía un acuerdo verbal con Demarcación de Costas. Y sigue ofreciendo muertes", explican.