Migraciones

Carpas en los puertos de Palma e Ibiza: la solución urgente de la APB para los migrantes que duermen en las estaciones marítimas

El Estado montará módulos para atender y alimentar a los llegados, y paliar la situación de abandono que sufren

Migrantes en la Estación Marítima número 3 del Puerto de Palma.
28/08/2025
3 min

PalmaLa Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha instalado una carpa en el puerto de Ibiza –al lado de la estación marítima de Botafoc– y está montando otro en el puerto de Palma para atender en mejores condiciones a los migrantes que llegan a Baleares en patera, y que hasta ahora tenían que dormir en las estaciones marítimas mientras espera. El objetivo es que los migrantes puedan descansar con mayor intimidad y ser atendidos sin tener que convivir con los viajeros.

Las estaciones marítimas de las Islas se han convertido en las últimas semanas un escenario de precariedad e improvisación debido a la llegada de miles de personas en patera –con destino a la Península–, que han tenido que dormir en las instalaciones portuarias mientras esperan a que salga el ferry. Espacios concebidos como punto de paso para turistas y pasajeros se han utilizado como refugio nocturno para personas en situación de máxima vulnerabilidad, con situaciones de incomodidad y falta de dignidad en muchos casos.

En el caso de Palma, el 21 de julio se autorizó que los migrantes pudieran pasar la noche en la Estación Marítima número 3 (EM3) del puerto gracias al acuerdo entre la APB y la delegación del gobierno español. Pasajeros y entidades humanitarias han criticado esta solución, ya que se trata de un edificio cuyos usos concretos es imposible atender bien a los migrantes.

Por este motivo, la APB levanta una carpa en el muelle de Ponent de Palma, mientras que el Estado aportará unos módulos donde los migrantes se podrán limpiar y recibir atención en todos los aspectos. En el caso de Eivissa, la APB ha cedido un terreno para habilitar dos infraestructuras modulares de unos 500 m² cada una, una gestionada por la Policía Nacional y otra por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Cruz Roja también intervendrá en la gestión de estos espacios, ya que tiene adjudicada por contrato la atención estatal a los migrantes. Tanto en el caso de Eivissa como el de Palma, las carpas acogerán en el interior los módulos que servirán para la atención integral de los migrantes.

En Formentera se ha habilitado un espacio dentro del edificio de la Casa del Mar para atender a migrantes, una solución que ya se ha utilizado en otras ocasiones, mientras que la APB planea ceder un espacio de unos 200 m² para hacer frente a la crisis migratoria.

Se duplica la llegada de personas

Baleares se ha convertido en uno de los principales puntos de entrada de la migración irregular que llega a Europa. Entre enero y agosto del 2025 han llegado cerca de 4.800 personas en patera, casi el doble que en todo el 2024. El ritmo es tan intenso que sólo en veinte días de agosto se han contabilizado unas 1.500 personas, la mayoría procedentes de Argelia, una de las rutas más activas actualmente.

La crisis migratoria ha provocado una importante confrontación política entre el Estado y el Gobierno de Marga Prohens, que ha criticado la falta de apoyo por parte de Madrid para hacer frente a la situación. El Estado ha instalado estas infraestructuras portuarias para asegurar que los migrantes en tráfico hacia la Península tienen unas mínimas condiciones, mientras que Prohens prepara un centro de acogida de emergencia en el antiguo cuartel de Son Tous, destinado específicamente a menores.

Por otra parte, la redistribución de menores migrantes desde Canarias ha alimentado la polémica entre Prohens y Madrid. La presidenta ha anunciado que recurrirá a los tribunales para evitar los traslados de niños migrantes procedentes de Canarias, y alegó que el sistema de acogida de las Islas no puede asumir más presión. El Gobierno también reclama al Estado más recursos económicos –los dos millones de euros comprometidos se consideran insuficientes– y mayor coordinación a escala estatal y europea.

Además, Prohens ha solicitado la intervención de Frontex para reforzar el control marítimo y ha abierto conversaciones con Bruselas para conseguir apoyo técnico y financiero. Paralelamente, ha reunido a los consejos insulares para establecer una estrategia común ante un fenómeno que, según sus previsiones, podría comportar la llegada de hasta 12.000 migrantes a lo largo de este año.

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