Agricultura

El cambio climático pone en riesgo el viñedo y el almendro balear

El biólogo Jaume Vadell advierte que el calor extremo reducirá el rendimiento de estos cultivos

Se estima que este año se recogerán en todo el Estado 56.513 toneladas de almendra
ARA Balears
04/12/2025
3 min

PalmaEl viñedo y el almendro, dos cultivos emblemáticos de las Islas, podrían ver comprometido su futuro a medio plazo si la temperatura sigue aumentando. Así lo advirtió ayer el biólogo y profesor de la Universidad de las Islas Baleares Jaume Vadell durante su intervención en la Comisión sobre el cambio climático en la agricultura, la ganadería y la pesca del Parlament.

Según Vadell, ambas especies "se resienten" con temperaturas elevadas y dependen de un número determinado de horas de frío para completar su ciclo productivo. "La disminución de estas horas es clave en los cultivos leñosos. Aunque el calor, a priori, pueda estimular el crecimiento, cuando se supera cierto umbral los rendimientos bajan", advirtió. Por este motivo, propuso replantear la zonificación agraria de estos cultivos.

El científico también apuntó que otras producciones hortícolas, como el tomate, el melón o la sandía, podrían verse comprometidas si persiste la tendencia actual de aumento térmico. En cambio, cultivos como el maíz o la alfalfa soportan mejor el calor, aunque "a partir de los 36 o 37 grados, el crecimiento también queda limitado". En cuanto a los olivares y algarrobos, Vadell remarcó que son especies "más todoterreno" y con una capacidad de adaptación superior.

Un modelo climático que ya muestra sus consecuencias

Vadell inició su intervención con una explicación del ciclo del carbono y el papel que han tenido los combustibles fósiles como aceleradores del efecto invernadero. La concentración de gases como el dióxido de carbono, el metano o el óxido nitroso ha desestabilizado un equilibrio que se mantenía desde hace milenios, explicó.

Esta alteración ha derivado en un aumento sostenido de las temperaturas globales, con episodios extremos cada vez más frecuentes. "Fenómenos que antes pasaban cada diez años ahora se pueden repetir más de una vez al año", afirmó.

El profesor de Biología de la UIB Jaume Vadell durante la Comisión sobre el Cambio Climático en la Agricultura, Ganadería y Pesca.

El biólogo puso especial énfasis en las lluvias torrenciales, que dificultan la infiltración del agua, incrementan la erosión y favorecen la pérdida de suelo. Mostró imágenes de torrentadas y vertidos de tierra arcillosa en el mar para ilustrar el proceso. "Esta tierra es un recurso no renovable. Cuando se va, se ha perdido para siempre", avisó. A corto plazo, esto se traduce en campos más pobres, con la roca madre cada vez más expuesta.

Una realidad diferente según cada isla

Vadell insistió en que los impactos del cambio climático no son homogéneos en el Archipiélago. En Menorca, aseguró, el efecto es "menos extremo"; en Mallorca, "muy variable según las zonas" y en Ibiza y Formentera, "claramente más crítico". Para demostrarlo, comparó datos del Mercadal y Santa Eulària sobre pluviometría, regeneración de la cubierta vegetal y estado de los acuíferos, con proyecciones a +1 °C y +2 °C. Las simulaciones muestran que, mientras que la evapotranspiración aumenta en todas partes, la reserva vegetal de Eivissa se ve mucho más afectada.

Soluciones basadas en el suelo

Ante un escenario que califica de "complejo, pero no irreversible", Vadell reclamó medidas orientadas a aumentar la materia orgánica del suelo: el uso de cubiertas vegetales, abonos verdes, la mejora del aprovechamiento de los residuos agrícolas y un labramiento más respetuoso. Todo ello, dijo, contribuiría a mejorar la fertilidad, retener humedad y reforzar la capacidad de recuperación de los acuíferos, a la vez que mermaría el estrés de cultivos y pastos.

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