Sociedad

Antonia cierra su tienda después de 53 años en el corazón del Arenal

Vecinos, clientes y amigos se reúnen este domingo para despedir un espacio emblemático del comercio local

Antonia, de la tienda Isabel.
ARA Balears
16/11/2025
2 min

El ArenalTras más de medio siglo de trayectoria, Antònia ha decidido cerrar su tienda, un negocio que ha sido testigo de los grandes cambios que ha vivido Mallorca: del campo al turismo de masas, de la tranquilidad de los primeros visitantes a la actual ocupación turística intensiva. A 82 años, la tendera pone punto y final a una etapa que ha marcado no sólo su vida, sino también la historia comercial de la localidad.

Nacida y criada fuera de Manacor en los años 40, Antònia creció en una Mallorca rural, donde la vida giraba alrededor de la familia y el trabajo en el campo. Esta infancia le dio la constancia y la fuerza que le han acompañado toda su vida. Cuando los primeros turistas llegaron a la isla, ella percibía que Mallorca cambiaba y decidió abrir su negocio en el Arenal, entonces una playa casi virgen, con pocas construcciones y un ambiente incipiente.

Allí abrió la tienda de souvenirs Isabel, que se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para vecinos, clientes y amigos. La tienda no era sólo un espacio de trabajo, sino un lugar familiar en el que sus hijos pasaban horas jugando y ayudando entre los pasillos llenos de recuerdos y objetos típicos.

Interior de la tienda.

Con los años, Antonia supo reinventarse: hace unos treinta años transformó el local en una tienda de moda, adaptándose a nuevos tiempos ya nuevas tendencias. Buscó proveedores fuera de la isla, seleccionó personalmente cada colección y convirtió a la tienda en un espacio de calidad y proximidad. Los representantes que la visitaban se convertían a menudo en amigos y parte de la comunidad que ella misma ayudaba a crear.

A lo largo de 52 años, la tienda ha vivido momentos de expansión pero también dificultades: crisis económicas, robos e incluso un incendio que puso a prueba su resistencia. Sin embargo, Antònia nunca ha perdido la vitalidad ni el buen humor, y siempre ha mostrado un gran cariño hacia las personas que le han acompañado, especialmente su nuera Marga y las dependientas Sole y Mónica, consideradas parte de la familia.

Para celebrar el cierre y despedir la tienda, este domingo, 16 de noviembre, a las 11 h se celebra una fiesta abierta delante de la tienda, con una tradicional buñuelo. El acto reúne a la antigua plantilla, clientes, amigos y vecinos, que comparten recuerdos y agradecen tantos años de dedicación y complicidad.

Clientes reunidas en tienda.

Con este cierre, Antònia deja atrás no sólo un negocio, sino también una parte de la historia viva del Arenal y de Mallorca. Quien la conoce destaca su fuerza, constancia y proximidad, cualidades que han convertido la tienda en un espacio de vida y estima que perdurará más allá del mostrador que este mes baja la barrera.

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