Així era i no era...

Como era Àngel Aguiló Palou según su amiga: "En clase cantaba canciones de El Fary"

Aina Benítez explica anécdotas de la adolescencia y juventud del comunicador

Àngel Aguiló de pequeño.
21/07/2025
3 min

PalmaAina Benítez conoció al director de Yo sé + que tú de IB3, Àngel Aguiló Palou (Palma, 1980), cuando tenían catorce años, en el instituto Joan Alcover de Palma. Coincidieron en 2º de BUP, pero fue en 3º cuando realmente se hicieron amigos, ya que compartían pupitre. Con ellos también se sentaba Imma, la tercera pierna de esta tríada. Curiosamente, Ángel y Aina repitieron curso. "Repitimos por vagos, pero creo que ninguno de los dos lo cambiaríamos. Aquel curso de repetidores fue muy divertido", recuerda la amiga del comunicador, que acumula más de 25.000 seguidores en Instagram.

Aguiló fue el pequeño de la casa, el hermanito de Neus y Nuri. Según Aina, en el ámbito familiar, Ángel es una persona comprometida: "Ha tenido buena relación con los padres. Ahora que sólo le queda su padre, está por él para lo que necesite. Hace unos años que comentamos que, cuando somos jóvenes, todos pasamos un poco de los padres… Ahora, muchas de nuestras conversaciones giran sobre cómo cuidarlos", explica Aina, que Aina, de cómo era Ángel en el entorno familiar.

En el aula, sin embargo, lo tiene claro: "Era una persona muy friki, con cosechas muy marcadas, como el fútbol y la radio. La radio era muy importante para él: colabora desde muy joven, y también escribía en algún diario. Ya de joven llevaba muchos nietos", cuenta Aina, a quien Aina. "Le gustaban cosas muy raras, como una serie que hacía El Fary, Menudo es mi padre, que le encantaba. En clase, incluso, se ponía a cantar canciones de El Fary. No sé si lo hacía porque realmente le gustaba o simplemente por hacer gracia. También escuchaba a Nino Bravo y Amistades Peligrosas". Algo curioso: "Se sabía de memoria los nombres y los dos linajes de todos los compañeros de clase. ¡Y todavía ahora!".

Como eran tan amigos y charladores, los profesores los tenían fichados. Sobre todo la de Historia. "No podía sufrir que seviéramos juntos. Nos decía de todo, y nos acababa separando con un grito: '¡Aguiló, sepárate!', belaba, en castellano". Con otras profesoras, crearon una relación guapa: "Con la profesora de griego nos llevábamos muy bien. Era una mujer muy cachonda y teníamos conversaciones muy agradables. En el último curso del instituto no fuimos a la misma clase, porque él iba de horario nocturno y yo, a diurno... Nos escribíamos cartas y la profesora de griego, que nos tenía a los dos, nos hacía de mensajera".

Más allá de cantar El Fary algún día, Aina no recuerda que "Aguiló fuera ex. llamó la atención. Así como ahora, en las redes, es capaz de decir cualquier disparate, en ese momento no lo habría hecho. Me sorprende ver cómo se pone delante de una pantalla y dice lo que sea, pensaba que acabaría escribiendo artículos en prensa", se ríe. Es cierto, señala, "que el punto cómico lo ha tenido toda la vida". aprieta la cara. Cuando algo le molesta, intenta cambiarlo. A veces le funciona; otras veces, no acabas de saber si realmente se ha enfadado o si hace comedia".

Se hicieron amigos cuando todavía no había móviles, lo que hizo que algunos años se distanciaran. Igualmente, Aina recuerda que les gustaba salir por Gomila –"nuestro local preferido era el estado de los dos con los dos con los dos con los dos con los dos testigos con los Cham Chap", dice–, y el bodas del otro.

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