"Agama me hizo cerrar la vaquería nueve meses antes de lo que quería"

Baltasar Martí vendió leche a la Asociación General Agraria de Mallorca (Agama) durante 42 años. Aún recuerda cómo la llevaban cuando empezó a hacerlo. "La poníamos en ollas de 40 litros y las cargábamos a un camión igual que los que se emplean hoy en día para transportar grava", dice. Según asegura, si fuera por él habría cerrado la vaquería en septiembre de este año. "Pero Agama me hizo cerrar nueve meses antes de lo que quería", lamenta.

En septiembre del 2023 los ganaderos que aún vendían la leche en Agama hablaron con la persona que les renovaba los contratos cada tres meses. "Nos dijo que el 1 de octubre uno de los productores dejaría de vender la leche a Agama porque la vendería a otra empresa", explica. También les anunció "que en diciembre del 2023 la empresa quería levantar uno más y en marzo del 2024, otro". Sin embargo, este anuncio no se cumplió "gracias a la presión que ejercieron las organizaciones agrarias y los sindicatos agrícolas", según agradece. Estas entidades mostraron su desacuerdo con la decisión que quería tomar la empresa. "Por eso, Agama volvió atrás y no dijo más sobre el tema", cuenta.

Sin embargo, Martí veía cada vez más cerca la hora de jubilarse. Además, ninguno de sus cuatro hijos gestionaría la vaquería cuando él dejara de hacerlo porque ya tenían un trabajo en otros sectores. "Cuando Agama supo esto, me llamaron y me dijeron que no tenía que esperar a cerrarla en septiembre de 2025 y que tenía que hacerlo en diciembre de 2024. Yo les vendía un millón y medio de litros de leche y la empresa quería reducir aún más la producción", cuenta.

contrato. A pesar de ello, le hizo un contrato especial de dos meses para que tuviera tiempo de vender a los animales que tenía. lamenta. Martí vendió las vacas a un hombre de Galicia, pero todavía le queda comida. Agama debería haber tenido la voluntad de dejarle reducir el número de animales poco a poco con el objetivo de cerrar la vaquería tranquilamente. "Pero me dieron dos meses y tuve que hacer equilibrios con los animales, con las instalaciones y las últimas inversiones que hice". Entre 2007 y 2008 el productor realizó una inversión de cerca de 300.000 euros y entre 2019 y 2020, otra de 20.000 en duchas y en ventiladores para las vacas. "Y ya no quise hacer más porque veíamos que faltaba poco por cerrar", admite.