La recalificación del suelo rústico para hacer pisos en Palma, en manos de Vox
Una proposición socialista obligará a los concejales de extrema derecha a pronunciarse sobre si se aplicará o no la Ley de obtención del suelo


PalmaVox es ahora mismo la preocupación del PP respecto de que se pueda llevar a cabo la recalificación del suelo rústico para hacer pisos en Palma. Una serie de factores han desatado la tensión desde hace semanas, principalmente por la postura clara y contraria del portavoz del partido de extrema derecha en Palma, Fulgencio Coll, quien manifestó rotundamente que no se puede urbanizar el suelo rústico si antes no se ha consumido el suelo urbanizable y urbano. Vox Palma hizo una nota de prensa específica en la que expresó que estudiaba "votar en contra de cualquier proyecto de construcción en suelo rústico si antes no se ha agotado el suelo urbano consolidado".
Esta posición es la que defiende la izquierda, pero la Ley de obtención de suelo que ha entrado en vigor este jueves permite recalificar de forma automática porciones del suelo rústico (las Areas de Transición) y edificar pisos, eso sí, de protección pública o precio limitado.
Fuentes del ejecutivo autonómico confirman que la postura del portavoz municipal de Vox fue una "sorpresa", ya que "fue precisamente Vox quien pidió, antes de iniciar la tramitación parlamentaria de la Ley de obtención del suelo, utilizar el suelo rústico para hacer pisos", aseguran.
En todo caso, otras fuentes de la administración autonómica advierten que todo ello ha sido una escenificación de unos y otros ya que "Vox no tiene demasiados conocimientos técnicos de urbanismo". "Lo ocurrido fue que algunos propietarios acudieron a Vox para pedir que también se incluyera el suelo rústico en la normativa", confirman estas fuentes. Cabe recordar que el Decreto Ley que hasta este jueves ha estado en vigor no preveía esta figura de urbanizar las Areas de Transición.
Proposición socialista
Una proposición del grupo municipal del PSOE ha hecho que PP y Vox tengan que hablar sobre la cuestión en el ámbito municipal. En el pleno del próximo jueves ambas fuerzas tendrán que manifestarse sobre si realmente quieren implantar los artículos de la Ley aprobada en el Parlament que afectan al suelo rústico Palmesano.
Bajo la premisa de que "el suelo rústico no se toca", los socialistas recuerdan a su propuesta que "la recalificación del suelo rústico de las Áreas de Transición de Palma no estaba en ningún programa electoral, no lo ha pedido ninguna entidad, ninguna asociación de vecinos, y tiene en contra a la Asociación".
Antes de cada pleno municipal, las iniciativas pasan por las comisiones temáticas y la de Urbanismo estudiará este viernes la propuesta del PSIB y PP y Vox tendrán que posicionarse. Según ha podido saber el ARA Baleares, el PP ha hecho algún intento de coordinación con Vox, si bien no se conoce el resultado de la aproximación popular a la extrema derecha.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, es un gran defensor de la construcción pisos a toda costa debido a la falta de vivienda que sufre la ciudad, y no tiene demasiados problemas en impulsar la urbanización del suelo rústico. Por el contrario, las reservas de Fulgencio Coll podrían poner en riesgo la aplicabilidad de la Ley de obtención del suelo y de las actuaciones como la urbanización en rústico.
Este viernes habrá una primera oportunidad para esclarecer cuál será la postura final de Vox, y por tanto qué pasará el día en que haya que aprobar la aplicación de la Ley en Palma. Cada ayuntamiento debe tomar un acuerdo sobre la aplicación de la normativa que este jueves ha entrado en vigor. Según lo expresado por Fulgencio Coll, Vox no aceptaría en ningún caso consumir suelo rústico antes de otras opciones. Pero nada está tan claro. Según fuentes del PP, "no se sabe del todo lo que puede pasar", ya que Coll ha sido apartado de la nueva ejecutiva del partido en las Islas, impulsada por el nuevo máximo responsable, el presidente del Parlament Gabriel Lessene.
El posicionamiento de Coll fue debido a "llamadas de vecinos y votantes sedes de diferentes zonas rurales de Palma, que no entendían cómo se podían construir edificios de pisos en suelo rústico". "Coll quedó escandalizado, aunque era su formación la que lo había pedido", explican fuentes municipales.
Los socialistas consideran que la norma es una aberración y que va en sentido contrario a cualquier planificación, puesto que vulnera el contenido del Plan General de Ordenación Urbana. "La ordenación urbanística es una ciencia que estudia cómo ordenar espacios, servicios, infraestructuras para conseguir un sistema armonioso y que permita el bienestar de la sociedad y la productividad de la economía. La alteración del territorio mediante decretos sin estudiar las repercusiones ni participación ciudadana es un atentado contra los fundamentos de los valores democráticos", argumentan.