CiudadelaSeis coordinadores en siete años y sin representantes propios en las instituciones. El sorpasso de Vox en las elecciones municipales y autonómicas del 2023 se ha quedado en nada en Menorca. Ninguno de los dos cargos públicos que consiguieron representación, Maite de Medrano (en el Consell y en el Ayuntamiento de Ciutadella) y Xisco Cardona (en el Parlament y en el Ayuntamiento de Maó), continúan en el partido. Expulsados o dimisionarios, ambos ya ejercen como no adscritos y tienen huérfanos a los cerca de 2.500 votantes –un 6,2% del electorado menorquín– que confiaron en los comicios de hace dos años.
Pero, en el ámbito orgánico, la derrota es casi tanto o más importante. Empujado por las luchas internas a nivel balear y con la dirección estatal, el partido de Santiago Abascal ha tenido que cambiar de estructura y cargos en Menorca casi cada año. Desde que en 2018 se constituyó Vox en la isla, la coordinación ha pasado de unas manos a otras. De Dionisio Tobajas a Sem Seguí, pasando por el exdiputado popular Antoni Camps, el actual diputado Xisco Cardona, el contraalmirante Santiago Barber y, ahora, el empresario Pedro Marquès.
El último detonante ha sido la negativa de la dirección balear a pagar el alquiler de la sede que el partido había abierto en Maó. Una línea roja, según Barber, que ha optado por la retirada, junto a su núcleo duro: Miguel Galán y las hermanas De Vicente. Santiago Barber mantiene su afiliación, al igual que otro de los cuatro cargos que, hasta hace un mes, formaban la estructura directiva de Vox en Menorca. Más allá del desencanto personal, Barber no ha causado baja en el partido porque "sigue creyendo en el programa de Vox, que está por encima de los comportamientos de las personas".
La mano de Antoni Camps
Algunas voces, dentro y fuera del partido, ven la mano de Antoni Camps. El exconseller y exdiputado autonómico abandonó abruptamente al PP en el 2019 para abrazar las siglas de Vox. Fue el candidato y el coordinador insular hasta que en 2022 decidió renunciar al cargo. Desde entonces no ha vuelto a la política activa, "ni tengo ninguna intención", dice. De hecho, se ha trasladado unos meses a República Dominicana, de donde es su pareja.
Fue Camps quien reclutó a Pedro Marquès para encabezar en el 2019 la candidatura autonómica de Vox y, según comentan algunas fuentes, también ha sido quien ahora le ha convencido, después de que el propio Gabriel Le Senne contactara con él. "Si puedo, le ayudaré, pero nada más. No se me verá otra vez en ningún cargo público", sentencia Camps.
Cuando dejó la dirección de Vox, le sustituyó el hoy diputado Xisco Cardona, el primero de los cargos públicos de la formación ultraderechista en Baleares que, al haber sido destituido en octubre de 2023 como portavoz suplente del grupo parlamentario, salió de Vox para convertirse en diputado. Al día siguiente dimitió también como coordinador insular de la formación.
Por su parte, Maite de Medrano fue expulsada fulminantemente después de haberse alineado con los movimientos internos más críticos con la dirección estatal. El equipo de Abascal, dice De Medrano, "ha traicionado sus principios" y aprovechó en junio el debate de política general en el Consell para afirmar que el actual Vox "está podrido".
Con tanta revuelta interna, el nuevo coordinador Pedro Marquès es consciente de que hace falta poner paz y recuperar la confianza ciudadana. Por eso, nada más ser nombrado, ha dado la receta a Gabriel Le Senne. "Lo que necesitamos es estabilidad y continuidad. Un patinazo como el que hemos tenido, el electorado nos lo puede perdonar, espero, pero dos… No podemos permitir que vuelva a ocurrir", asegura. "Xisco Cardona y Maite de Medrano nos han traicionado, han dejado en la estacada el partido", denuncia y se compromete a "hacer lo que pueda para recuperar la credibilidad, que sólo se puede ganar con hechos. Los votos están ahí, pero tenemos que acertar a las personas. Tenemos que pasar página y elegir gente fiable".
Pedro Marquès culpa de la mala elección de los actuales cargos públicos al diputado autonómico Xisco Cardona. Recuerda que entró en Vox de la mano de Antoni Camps y Jorge Campos” y conseguimos darle cierta estabilidad, pero cuando Camps tuvo que dimitir y, con él, todos nosotros, nos relevó Xisco Cardona, quien recogió los frutos de nuestra planificación. Despreció a la gente que habíamos trabajado dentro, llevó a Maite de Med. parlamentario".
No hay marcha atrás para Cardona y De Medrano. El primero deja claro que nunca más se volvería a presentar por Vox, y de De Medrano, expulsada a finales de mayo del partido, ya no quiere hablarse más a la dirección autonómica. Lo comprobó personalmente Marquès en la reunión a la que asistió la semana pasada en Palma. "Hay que hacer fuego nuevo".
El Vox que Marquès ahora coge en Menorca conserva una cuarentena de afiliados y un grupo de WhatsApp con simpatizantes que dispone de 147 contactos. Por eso, la primera decisión que ha tomado ha sido "mantener, por ahora, toda la estructura, incluidos los coordinadores locales, con la idea de que, con el tiempo, la pueda ir renovando a mi manera". Ahora bien, aunque el horizonte electoral, en principio, está puesto en los comicios del 2027, dice: "En cualquier momento se pueden convocar elecciones generales y debemos estar preparados".
Listas en todos los municipios
El objetivo es volver a obtener representación, como hasta ahora, en las principales instituciones de Menorca (el Consell Insular y los ayuntamientos de Ciutadella y Maó), pero Pedro Marquès considera "esencial poder presentar listas en todos los municipios. Debemos conseguir que quien quiera votar a Vox pueda hacerlo".
Lo que sí ha notado es que, pese a la falta de credibilidad por las crisis internas sufridas a lo largo de la legislatura, "el estigma social que percibía contra Vox antes de la pandemia ya no está. No sólo entre la juventud. Hay más receptividad y aceptación social que no ha detenido el goteo de la votación. enderezar", opina.
Cada propuesta de la consejera Maite de medrano ha costado a los menorquines 14.000 euros de media
La consejera díscola Maite de Medrano lleva tres meses cobrando dietas por asistencia a plenos y comisiones. Desde que Vox le expulsó, a finales de mayo, no tiene derecho a remuneración. Sí que la ha cobrado en los dos años anteriores. En los primeros cuatro meses recibió retribución exclusiva por formar parte del equipo de gobierno junto al PP, y los 20 posteriores ha cobrado sólo el 50% como portavoz en la oposición. El coste estimado de su sueldo público en estos casi dos años y medio de legislatura supera los 100.000 euros, sin tener en cuenta las asignaciones al partido o la dedicación parcial de una persona vinculada a su cargo, a quien ya no tiene derecho como consejera no adscrita.
En todo este tiempo, 36 llenos en 28 meses, Maite de Medrano sólo ha presentado cuatro propuestas de acuerdo (tres de ellas sobre temas de ámbito estatal), una interpelación y una pregunta, si se exceptúan las formuladas durante el debate de política general. Cada una de estas iniciativas ha costado así a los menorquines una media de 14.000 euros.
Ahora, ya fuera de Vox, dice tener "las manos libres" para negociar un acuerdo con el PP que dé estabilidad a lo que queda de legislatura. Los populares, que ya la echaron del gobierno en octubre del 2023 después de que De Medrano se peleara con su director insular, la necesitan para disponer de la mayoría absoluta que no lograron en las urnas. Sólo De Medrano puede darles el voto decisivo para sacar adelante los presupuestos y con la polémica reforma del Plan Territorial Insular (PTI).