Simplificar la Administración sí, pero ¿para quién?

26/09/2025
1 min

PalmaSimplificar a la Administración no sólo suena bien, sino que es imprescindible. En cerca de cinco décadas de democracia se ha generado un lío de normativas tan abrumador como desesperante. Basta con ver que para tramitar una subvención se requiere una cantidad de documentación absurda, incluso algunos certificados que emite la misma administración que les pide.

Por tanto, bienvenida la simplificación, siempre que apueste sobre todo para ahorrar tiempo, papeles y dolores de cabeza a los ciudadanos y las empresas. Ahora bien, cuando se van leyendo y analizando las diferentes normativas que ha aprobado la mayoría del PPi Vox, o el último decreto ley obra del Gobierno de Marga Prohens, queda claro que existen prioridades. Y las prioridades son claras: que las empresas que tienen grandes proyectos puedan desarrollarlos sin las "molestias" que imponen muchas normativas. No es lo mismo ayudar a tramitar más bien un proyecto que ayudarle un poco más y hacer posible que se ponga en un terreno en el que no está permitido. O donde, como mínimo, hace falta un informe ambiental que ya no es necesario.

No lo ha inventado esto este Gobierno, ni mucho menos. Las excepcionalidades y las leyes a medida en la Academia Nadal ya han demostrado cómo la clase política tiene cierta tendencia a ayudar a quien quizás menos lo necesita. Y es que se me ocurren muchas iniciativas interesantes y diversificadoras del ladrillo y el turismo, todavía muy embolsadas y, sobre todo, sin ninguna excepción normativa para ellas. Y, justamente, carecen de la dimensión económica que precisamente premia la última norma del Gobierno. Jóvenes microemprendedores, músicos, artistas, investigadores, campesinos, artesanos. Todos estos necesitan que se les simplifique la vida.

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