Punta Xarracó, un litoral moldeado a golpes de viento y de mar
Ruta por la vertiente norte del municipio ibicenco de San Juan de Labritja que nos acerca a una naturaleza tan intensa como cautivadora

PalmaEn esta ruta exploramos los alrededores de la punta Xarracó, que se eleva hasta los 73 m de altitud, mojón destacado de la venta del mismo nombre, al extremo más septentrional del municipio de Sant Joan de Labritja. Las ventas son organizaciones territoriales propias de la isla de Eivissa que desde antiguo han intentado agrupar y coordinar a una población tradicionalmente muy diseminada. La venta de Xarracó ocupa una superficie de 622 ha y se sitúa en el extremo noroccidental del pueblo de Sant Joan; limita a levante con la venta del Niu dels Corbs y la venta de Xarraca; a mediodía, con la venta de Cas Vidal; a poniente, con la venta de Benirràs del pueblo de Sant Miquel de Balansat, y hacia la tramontana, con el mar. Hacia la mitad oriental de la venta formó parte de la antigua caballería medieval de Labritja. Después se incluyó dentro de la extensa venta de Xarraca, hasta que ésta se dividió y apareció esa venta de Xarracó. Se trata de un territorio accidentado, irregular, sin grandes elevaciones, pero tampoco tiene ninguna llanura destacable. En este mismo entorno encontramos el canal y las Cuevas de Jaumet, lugares costeros de la vertiente oriental de la punta Xarracó.
El inicio de la caminata lo situamos en la Cala de Xarraca, uno de los destinos casi obligados del turismo de sol y playa, especialmente de lo que se aloja alrededor de Portinatx. Sin embargo, durante los meses de otoño e invierno se convierte en un espacio ideal para la práctica del senderismo, con pequeñas sorpresas para los caminantes más atrevidos e inconformistas. Disponemos de transporte público para nuestra aproximación a la cala, se trata de la línea 20A que conecta Vila y Portinatx por Sant Llorenç y Sant Joan (podéis consultar horarios y disponibilidad en la web Eivissa.tib.org).
La ruta
[00 min] Iniciamos la marcha desde el aparcamiento de Cala Xarraca. Vale la pena, ante todo, acercarnos a la orilla del mar y disfrutar de esta impresionante 'cala de silencios'. Un privilegio de los meses de invierno. Podemos contemplar las viejas alvas y sus varaderos. Empapados de su tranquila belleza, moldeada por la acción del viento y de las olas, tomamos el camino que se inicia en la parte posterior de la zona de aparcamiento y que sube hacia nuestra derecha, orientados hacia el interior de la cala. [10 min] Un kilómetro después de nuestra partida, encontramos a la derecha un camino ancho de tierra, orientado hacia tramontana, por donde proseguimos ahora nuestra ruta. Nada más entrar en esta camada, encontramos a la derecha una explanada, junto a unos algarrobos, donde se pueden dejar vehículos.
A partir de este punto, damos pasos por una de las principales arterias de la venta de Xarracó. De repente, avanzamos entre antiguos bancales, ahora en desuso, testigo mudo de un pasado agrícola de intensa supervivencia. Más adelante dejaremos de lado una estación eléctrica y entraremos en el pinar. El camino gira suavemente hacia la izquierda hasta alcanzar un primer cruce, un cartel nos conduce en la dirección opuesta hasta la siguiente bifurcación [25 min]. Aquí encontramos a la izquierda el inicio de la bajada a pie en el puerto del Canaret. Se trata de una de las calas más bellas de la isla, a pesar de encontrarse ocupada por un grupo de chalés que ocupan la franja del dominio público marítimo-terrestre. El descenso es rápido, [35 min] pronto nos situamos en la orilla del mar. Antiguamente conocida como Cala Xarracó o Canaret de Xarracó, nos encontramos en un espacio inigualable. Al norte, emerge el islote del Canaret; al abrigo del islote y la regana que forma la costa restan un grupo de varaderos, los varaderos de la Reganeta.
Recuperamos la ruta principal por el mismo camino que hemos bajado y al llegar a la izquierda, hacia tramontana, hasta la siguiente bifurcación [50 min], tomamos el camino de la izquierda, en sentido descendente. La pista termina en una especie de callejón sin salida, giramos hacia poniente. Cerca del borde arrancan unas estropeadas escaleras de hormigón que descienden al mar. Se trata de un viejo paso de arrantzales que termina sobre una ancha tenaza [1 h 05 min]. Una vez hemos disfrutado del entorno, deshacemos pasos hasta el anterior cruce [1 h 25 min]. Seguimos la pista hacia la izquierda, de nuevo orientados hacia tramontana. Pronto encontramos una nueva bifurcación, a la izquierda tenemos la continuación de nuestra ruta. Sin embargo, ahora avanzamos unos metros hacia la derecha hasta encontrar el vértice geodésico [1 h 45 min], a apenas 73 metros de altura sobre el nivel del mar.
Islote de la Mezquita
Recuperamos la ruta a partir de la última bifurcación. El sendero nos baja por un terreno accidentado que nos obliga a poner todos los sentidos. Entre una especie de sementer de cocones y pequeñas cuevas, recorremos este tramo de litoral que nos debe llevar de la punta de Levante a la cueva de Jaumet, con el islote de la Mezquita a la vista. El caminito muere en un caló [2 h 15 min], desde donde se inicia a la derecha un camino de carro. Escondida en el acantilado, a la izquierda, se esconde el citado coval. El acceso es un poco empuñedad, pero vale la pena ir. La panorámica lo empapa todo, una belleza que no necesita explicaciones. "Pero no sólo las calas, sino también las múltiples rendijas y cuevas existentes en las erosionadas laderas y timbas son los que confieren un atractivo constante pero cambiante en el escenario costero", escribió el archiduque Luis Salvador a Baleares. Las antiguas Pitiusas (1869).
Recuperamos altura y nos situamos de nuevo sobre la cota de los 70 metros, para seguir el camino principal de regreso hacia Cala Xarraca, ahora orientados hacia el mediodía, con la mirada puesta hacia el interior de la isla. Primero, por un camino ancho de tierra, y después, por un breve tramo asfaltado [2 h 40 min], que tomamos a la izquierda en dirección al mar. Todo ello, deshaciendo los primeros pasos de nuestro itinerario a la vez que en nuestro pensamiento empezamos a incubar los recuerdos de una caminata tan intensa como cautivadora, breve pero contundente. Donde los modernos caminos y pistas de tierra se entrelazan con viejos y deshechos senderos. Todo un reto, por el paso y la mirada, siempre con los cinco sentidos. La ruta termina en el aparcamiento de Cala Xarraca [2 h 50 min].
Dificultad 2 sobre 5
Distancia 7,5 km
Desnivel 194 m
Duración 2 h 50 min
Altitud máxima 73 m
Ruta no circular
@Fita_a_Fita