Roger Pistola: "En el festival de Jazz de Manacor vi uno de los mejores conciertos de mi vida"
Músico, actúa en el festival Jazz Manacor


PalmaTras el éxito de la primera edición, el Festival Jazz Manacor vuelve con una programación que incluye grandes nombres de la música actual como Salvador Sobral, Benji Habichuela y Caramelo de Cuba, entre otros muchos. También sonarán, en formato dueto, los manacorenses Jorra Santiago y Roger Pistola, en una actuación que tendrá lugar el sábado día 27 de septiembre en la plaza del Rector Rubí. Pistola, quien asegura que en la primera edición del festival, celebrada hace poco menos de un año, vio uno de los mejores conciertos de su vida, reconoce que su relación con el jazz ha cambiado a lo largo de los años. "Antes de hacer el grado no me interesaba mucho el jazz, me hacía sueño. Pero estudiar me sirvió para aprender recursos y combatir mi pánico a la improvisación", asegura.
Existen toda una serie de prejuicios alrededor del jazz, como es mal entender o que no todo el mundo tiene el oído preparado, que hacen que haya gente que aún siente cierto miedo a acercarse. ¿Por qué cree que ocurre esto?
— Es lo mismo que ocurre con la música clásica, que desde el momento en que se convirtió en una música elitista se cavó su propia fosa. La misma palabra 'conservatorio' ya lo dice todo. El jazz es por definición una música basada en la improvisación y la experimentación, no es 'conservadora'. Y nació de los bares de los barrios bajos y, por tanto, era la música del pueblo. Y si era la música del pueblo significa que es apta para todos, no es difícil entender ni necesitas tener un oído de oro. Lo que ocurre es que cuando la clase alta, con sus aires de "tú no lo entenderías", se la apropió, quedó congelada en el tiempo. Y cualquier cosa que se detenga durante demasiado rato, se estanca y se pudre. A lo sumo, se convierte en una pieza de museo. Citando a Drexler: "El mismo cono las canciones, los pájaros, los alfabetos / Si quieres que algo se muera, déjalo quieto".
¿Y cómo se puede combatir?
— Yo creo que es muy importante el trabajo de asociaciones como s'Escat, una asociación autogestionada e independiente que ofrece, desde hace varios años y de forma incansable, una programación regular y de calidad, con conciertos y jam sesiones semanales. Y con esto lo que hacen es devolver el jazz a su función original, le acercan al pueblo, a todo el mundo. Conozco a más de uno que nunca había ido a un concierto de jazz, por el mismo prejuicio que has expuesto, y gracias a las jam sesiones gratuitas de s'Escat le ha cambiado el chip y piensa: "Ah, pero si esto me gusta". Ver interactuar a músicos de una manera despreocupada y comunicarse es universal. No es un privilegio reservado a unos pocos. Está al alcance de todos. Que no te digan lo contrario.
El festival de Jazz de Manacor, en cualquier caso, es una apuesta del Ayuntamiento de Manacor. ¿Cómo lo valora?
— Surgió como una iniciativa de s'Escat, que presentaron el proyecto para hacer un primer festival de Jazz en Manacor y éste habría tenido que ser muy miope para no adherirse –podría haber pasado. El primer año, el pasado año, fue espectacular. No hace falta decir nada más que eso: llevaron a Maria Schneider, uno de los mejores conciertos de mi vida! ¡Y he visto unos cuantos!
¿Cuáles son los principales referentes que le han marcado, del mundo del jazz?
— El jazz que más me estira es el más tranquilo, el más cool, el más pop. Somos mucho fan de Chet Baker y de Bill Evans, y de según qué épocas, de Miles y de Mingus. Pero sobre todo de Brad Mehldau.
Y todo esto seguro que estará presente en la actuación que ofrecerá con Jorra Santiago el próximo sábado, 27 de septiembre, en la plaza del Rector Rubí. ¿Cómo se la ha planteado?
— No sé exactamente qué haremos porque todavía no nos hemos visto para ensayar. Pero le he preguntado si puede venir con el contrabajo porque creo que es necesario.
Con Jorra Santiago forma un dúo muy sólido, que ha participado e impulsado muchos proyectos juntos en los últimos años, como si fuera los Paul McCartney y John Lennon manacorenses. Pero, ¿quién es quién?
— Yo siempre he estado más de John Lennon, por su vertiente antisistema. Jorra es más de Scott Walker, directamente.
¿Cómo valora actualmente la escena musical de Manacor, una de las que históricamente más impulso ha tenido?
— De forma moderada. Hay varios grupos. No es la efervescencia de los años noventa, ni el desierto inhóspito de principios de los dos mil.
Más allá de Manacor, ¿qué piensa, de la escena musical mallorquina?
— Mira, hace poco acompañé a Mon Joan Tiquat en las semifinales del concurso Pop-Rock de Palma. Y me sorprendió gratamente saber que se habían presentado hasta 96 grupos distintos. Esto demuestra que grupos existen, hay muchos. Te pueden gustar más o menos (a mí no me gusta casi nada), pero la gente con ganas de hacer cosas siempre es bienvenida. Pero lo que es muy alarmante es la falta de espacios donde hacer conciertos. Cada vez hay menos y las pocas salas que quedan los llueve mierda de por todos los lados. Es una tragedia, hay que remediarla.