Vecinos contra el Christmas Market de Palma: "Es una colonización descarada"
La lengua propia queda relegada a un cartel de bienvenida ya los rótulos oficiales de normativa dentro del mercadillo
PalmaEl Christmas Market de la Fajina ya está en marcha: con más de 60 casitas uniformadas, una pista de hielo y una ambientación marcadamente alemana, quiere recordar a los grandes mercados europeos. Pero esta propuesta representa para muchos vecinos la imposición de un modelo comercial que esconde su identidad propia y arrebata espacios de convivencia. El mercado ofrece una cuidada estampa –casitas de madera, luces cálidas y ambiente nórdico. Algunos valoran su esfuerzo: "Es como en Viena y Estrasburgo, es lo que Palma merece", dice un vecino con marcado acento alemán. Pero otros cargan contra la instalación: "Le falta personalidad".
La ubicación del mercado en la Feixina se decidió sin consultar a los residentes, artesanos ni feriantes tradicionales, según denunció la asociación de vecinos Barrio Cívico de Santa Catalina y El Jonquet. La asociación vecinal criticó una decisión "arbitraria, sin concurso público y con favoritismos".
"Empleo total del espacio"
Según recuerda un miembro de la junta, gracias a la movilización de los vecinos se ha logrado que "no haya ruido, que no pase más allá del parque". Pero el problema no es solo el ruido: "La ocupación del espacio público es un drama. Es una ocupación total: incluso utilizan los accesos del parque como plazas de aparcamiento".
Otros vecinos denuncian que no se puede hacer un uso normal de la zona en determinados momentos del día. "No tienes alternativa para pasear el perro y los skaters –usuarios habituales del parque– tampoco pueden estar. Todo está a disposición de este negocio". De esta forma, el uso del espacio público queda "borrado al servicio de la explotación comercial".
La lengua propia queda relegada a un único cartel de bienvenida ya los rótulos oficiales de normativa dentro del mercadillo. El resto de la señalización –nombres de tenderetes, listados de productos, ofertas– está en castellano, inglés o alemán. También faltan los productos locales y navideños, critica Barrio Cívico. La entidad lamenta que el mercado se asemeja más a una feria genérica europea que a una muestra con identidad mallorquina. Una integrante de la junta vecinal lo dice sin tapujos: "No hay nada. Prácticamente todo es de comida y para ver. Es de alemanes para alemanes… Es una colonización descarada". Además, las piezas de artesanía "no son nada del otro mundo: bolas rojas de Navidad que puedes comprar en cualquier bazar".