Menorca acumula 12 edificios públicos sin ningún tipo de uso
El retraso en darles una segunda vida, en algunos casos superior a los 20 años, agrava su deterioro y obliga a las administraciones a invertir millones de euros.

CiudadelaLas administraciones de Menorca acumulan al menos una docena de edificios vacíos y sin uso oa la espera de una futura reconversión, algunos de los cuales llevan más de 20 años cerrados, un tiempo que ha agravado su deterioro. Los proyectos públicos para darles una segunda vida tardan tanto como los de construcción de nuevos inmuebles que mejoren la prestación de los servicios a los que están destinados, y la ciudadanía sufre sus consecuencias.
En Mahón hay cinco edificaciones en esta situación, y el alcalde Héctor Pons ha aprovechado la presentación del proyecto de la nueva comisaría de la Policía Nacional para levantar la voz al respecto y pedir que "cada administración se haga cargo de los inmuebles que deja" por no acumular edificios públicos desocupados en plena crisis de la vivienda.
"Deberíamos intentar no cometer los errores del pasado", dice Pons, para quien "estaría bien pensar en los edificios que abandonamos a la vez que ejecutamos nuevas inversiones". Por ello, se ha puesto a disposición del Ministerio del Interior para "estudiar las opciones urbanísticas" y no demorar una solución para la actual comisaría, que en dos años se vaciará.
Desde la oposición, el PP se ha adelantado y ha propuesto que se transforme en una residencia para acoger a los efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado, que muchas veces tienen problemas para establecerse en la isla debido a la creciente dificultad para encontrar una vivienda a un precio digno.
El Virgen del Toro y la Sala Augusta
El caso de la Comisaría no es único. El antiguo hospital Virgen del Toro lleva ya cerca de dos décadas cerrado y sin uso. Desde que abrió el nuevo hospital Mateu Orfila, la vieja Residencia sanitaria acumula retrasos y deterioro. La Conselleria de Salut promueve su transformación en un centro sociosanitario, un proyecto de más de 30 millones de euros que se encuentra con múltiples dificultades técnicas, de tramitación y de presupuesto, que han obligado a detener temporalmente las obras. Según el último plazo, la reapertura del Virgen del Toro no se producirá, en el mejor de los casos, hasta 2028.
También lleva más de 20 años –desde 2003– que la Sala Augusta está cerrada. Se empleaba para acoger festivales y proyecciones de cine hasta que se descubrió aluminosis y salieron otros problemas estructurales. El Ayuntamiento la apuntaló y, desde entonces, se le ha planteado como posible sede del Conservatorio de Música. A la hora de la verdad, ni se ha reformado ni se ha vuelto a abrir. El consistorio está en contacto con la Dirección General de Vivienda para tratar de recuperarla. "La idea es que pueda convertirse en un espacio polivalente que dé respuesta a diferentes servicios y necesidades", dice el alcalde de Maó.
La antigua fábrica de la Seat se ubica en un lugar privilegiado, entre el mercado del Claustro y la plaza Miranda, y con unas espectaculares vistas del puerto de Maó. El Ayuntamiento valoró su potencial y en 2018 la compró por 1,2 millones de euros. Desde entonces, todavía no ha podido ponerla a disposición de la ciudadanía. Por el contrario, su estado ha empeorado ya principios de año hubo que apuntalar el techo. Un proceso participativo estableció que debe tener un uso cultural y artístico, pero el Ayuntamiento tampoco ha concretado nada al respecto. El alcalde, eso sí, dice que en otoño se abrirá un concurso de anteproyectos para iniciar su reforma. Al menos una tercera parte de éste el inmueble deberá ir bajo.
El Ayuntamiento aprovecha desde hace 20 años el antiguo cuartel de Santiago para dar un uso municipal a la que fue infraestructura militar de Defensa. Puso la Policía Local y la brigada de obras hasta que, recientemente, ésta se ha trasladado a la nueva nave que se ha construido en el polígono industrial. La Consejería de Educación y Universidades ha presentado ahora un proyecto de reforma del antiguo cuartel con el objetivo de que se convierta en la futura sede de la Escuela de Adultos, donde este último curso se han matriculado 2.434 alumnos.
A esta relación de edificios hay que añadir también la antigua sede de Correos, en el centro de Maó, que el Consell de Menorca compró a finales de año con fondos europeos por 1,1 millones de euros. La idea es que pueda albergar servicios públicos.
Ciutadella, a la espera
En Ciutadella sólo la antigua Fonda Espanya –en el camino de Maó– sigue sin utilizarse desde hace décadas. Recientemente, el Ayuntamiento ha tenido que apuntalar y limpiar el edificio por dentro a la espera de decidir un uso y realizar las reformas pertinentes.
El problema, comenta el alcalde Llorenç Ferrer, llegará al municipio cuando acabe construyendo la sede de los Juzgados, después de décadas de espera. Entonces, quedarán vacíos tanto la planta superior del edificio de Correos, donde ahora se encuentra el Juzgado de lo Social, como el edificio de la calle de la República Argentina, que acoge los Juzgados de Instrucción. En el primer caso, ya se ha decidido que se trasladen nuevas dependencias municipales.
Lo mismo ocurrirá con el actual centro de salud del Canal Salat. La Conselleria de Salut construirá uno nuevo en la zona de Santa Rita, con una inversión de 33,8 millones de euros. Cuando entre en funcionamiento, el actual centro de salud del Canal Salat, que ya se ha vuelto obsoleto, quedará sin uso. "Su titular es la Tesorería General de la Seguridad Social. Empezaremos a repensar qué se hace cuando se ponga la primera piedra del de Santa Rita", dice el alcalde.
Sa Tanca, un negocio frustrado
El caso más sangriento fuera de Maó, seguramente, está en Sant Lluís. El Ayuntamiento compró en 2021 el frustrado centro comercial de iniciativa privada de Sa Tanca, que se levantó justo en la entrada del pueblo. Costó 1,7 millones, que el Ayuntamiento aportó con la ayuda del Consell de Menorca. Pero desde entonces ha sido incapaz de convencer a ninguna otra administración para conseguir la financiación que permita poner en marcha esta infraestructura.
El Ayuntamiento, encabezado por la alcaldesa Loles Tronch, ofreció este edificio al Gobierno para construir vivienda social a través del programa Construir por Alquilar, pero esta opción se ha descartado porque primero había que echar bajo parte de la estructura y el Ejecutivo exige que el solar esté limpio y sin edificar para poder edificar.
El PSOE propuso convertir Sa Tanca en aparcamiento, pero el elevado coste, cercano al millón de euros, hizo desistir al Ayuntamiento. "No hay dinero y no hemos podido aportar ninguna solución", admite la alcaldesa, que ha logrado incluir una partida dentro del Plan Insular de Cooperación que impulsa el Consell, "para que al menos se pueda condicionar". Se gastarán 54.500 euros en sustituir 21 pilares metálicos que están completamente carcomidos. Hacerse cargo de este 'muerte' supone un coste adicional para el Ayuntamiento. Antiguos informes municipales advertían de que poner en condiciones el edificio en caso de comprarse requería una inversión de entre ocho y 12 millones de euros.
Alaior, el municipio que más compra
Alaior, el municipio que más ha invertido en los últimos años en la adquisición de edificios para reforzar su atractivo cultural. Acaba de comprar en la Iglesia el centro de Cas Corbo. El año pasado utilizó fondos europeos para invertir otros 1,2 millones en comprar los terrenos de la antigua fábrica de Coinga, cuyo uso público tardará en verse –hasta el próximo año no se derrumbarán los edificios.
En el Castell, el Ayuntamiento compró hace cinco años el antiguo teatro El Salón, que llevaba mucho tiempo cerrado. Pero aún no ha puesto en marcha la inversión de 756.000 euros que se necesita para reformarlo y poder abrirlo de nuevo al público.
Ferreries también da pasos para transformar la antigua base norteamericana del Enclusa, abandonada desde hace décadas, en un centro de divulgación de la Reserva de la Biosfera y una casa de colonias para los niños del pueblo.
El otro edificio vacío del municipio, el que ocupaba la Fundación de Personas con Discapacidad de Menorca, lo ha convertido en una sede de entidades a la que se han trasladado la escuela de adultos, el centro micológico y, próximamente, la asociación de comerciantes.
Es Mercadal también pretende rehabilitar al antiguo matadero de Fornells para que se convierta en una sala de exposiciones y tenga una oficina de información turística. Actualmente, sólo se emplea de forma puntual con motivo de las fiestas patronales o las actividades de la Cruz Roja.