Náutica

El Govern alarga la privatización de los puertos de las Islas

Modifica la ley vigente desde 2005 para ampliar el plazo de concesión hasta los 50 o 75 años, estimular la modernización de las instalaciones y permitir centros comerciales

Pantalán de la Colársega del puerto de Maó.
Náutica
David Marquès
04/10/2025
5 min

CiudadelaEl Govern balear, con el apoyo de Vox, ha aprovechado la reivindicación de la asociación de clubes náuticos para perpetuar las concesiones actualmente en marcha en tres cuartas partes de los puertos de las Islas que tienen privatizada la gestión. Con la idea de actualizar la ley de puertos vigente desde hace veinte años y adaptarla a la normativa estatal, propone alargar la gestión indirecta de los puertos y marinas desde los 35 años actuales a 50 o, incluso en casos muy excepcionales, a 75 años. La novedad, que permitiría extender las concesiones que inicialmente deben terminar en 2040 hasta 2055 o 2080, ha motivado los recelos de la oposición. En especial del PSOE, que ha cuestionado en el Parlamento "los intereses personales que se pueden esconder" tras esta propuesta.

El diputado socialista Marc Pons, antiguo consejero de la materia, ha puesto nombres y apellidos: Juan Manuel Lafuente Mir. El actual consejero del Mar y del Ciclo del Agua que, según admitió en sede parlamentaria, aún no ha decidido si acepta la herencia para compartir con su hermano la gestión de los amarres del puerto de Addaia, en el norte del Mercadal.

Conflicto de intereses

"Acepte o no, el conflicto de intereses ya es evidente", remarca Pons ante el hecho de que uno de los concesionarios presuntamente favorecido sea familiar directo del conseller. "Se incumple el Código Ético y la Ley de buen gobierno", añade, por lo que pide que se retire de la ley todo lo referente a la prolongación de la concesión a las 12 marinas existentes.

Pero la sospecha de los socialistas va más allá de los lazos del conseller. En la letra pequeña de la iniciativa presentada a finales de julio y tomada en consideración esta misma semana figura también la posibilidad de que, además de disponer de un mayor tiempo de concesión, las empresas privadas que gestionan las marinas puedan levantar grandes superficies comerciales en sus instalaciones. "Hasta 20 metros cuadrados por amarre; es decir, que gestionando 150 pueden edificar un centro comercial de 3.000 metros cuadrados", calcula Marc Pons. "Y no sólo eso, sino que a cambio de poder gestionar otros 15 años los puertos, tendrán que pagar un máximo de un 40% más a la Administración. Esto equivale a un 2,5% anual, equiparable al IPC. ¿A quién quieren engañar?", se queja.

Para no levantar sospechas y garantizar una mejor gestión de los puertos autonómicos, el diputado del PSOE cree que "sería mejor convocar un nuevo concurso, de tal modo que quien lo gane te garantice ya las mejoras de todo tipo que se exigen hoy en día". En este sentido, la ampliación de plazos que se propone a la reforma debería beneficiar sólo a los clubes náuticos ya las entidades sin ánimo de lucro, "que son las únicas que desempeñan una función verdaderamente social y deportiva ya las que hay que proteger desde la Administración".

Consolida el "modelo dual"

El director general de Puertos y Transporte Marítimo, Antoni Mercant, destaca que ha sido, precisamente, la iniciativa de las asociaciones de clubes náuticos y de marinas la que ha empujado al Govern a proponer su reforma. De hecho, apunta la importancia que tendrá la nueva ley para consolidar los "dos modelos" que conviven en la gestión de los 43 puertos de titularidad autonómica en Baleares, aparte de los 4.000 amarres que controla de manera directa la Administración: "El modelo de los clubes náuticos, que hacen una valiosa promoción de la actividad social y deportiva y, son entidades mercantiles que gestionan instalaciones cada vez más modernas y que, como nos dicen, necesitan nuevas inversiones con el fin de ajustarse a todo lo que ahora se les reclama en cuanto a la sostenibilidad, la recogida y el tratamiento esmerado de residuos o el ahorro de agua haciendo éstas que es ampliarles el plazo de concesión para que puedan amor.

La ley estatal, que ahora se quiere "armonizar" con la autonómica, ya permite desde 2011 ampliar las concesiones a los puertos de Palma, Ibiza, Alcúdia y Maó, pero Autoridad Portuaria aún no la ha aplicado, por distintos motivos. Sí se hará en los puertos que dependen del Govern, que "disponen en general de buenos gestores y buenas instalaciones", explica.

Sólo Andratx y Cala en Bosc al margen

Mercante se ampara en la "gran paz social y empresarial" que ha dado la Ley de puertos de 2005 para promover ahora su modificación, dando un mayor margen a los actuales concesionarios. Solo dos quedan al margen: el puerto de Andratx, donde la gestión está judicializada desde hace 23 años, y la dársena deportiva del lago de Cala en Bosc, en Ciutadella, en estado precario desde que este pasado mes de abril caducara la concesión concedida hace 30 años a Nexport y Ports no la prorrogase.

Mercant recuerda que, según el redactado de la ley, los concesionarios deben realizar inversiones equivalentes a al menos el 20% del coste de la instalación que gestionan y que todas deben estar debidamente justificadas. "Solo les damos más seguridad económica y jurídica", dice el director general, quien niega rotundamente que con esta iniciativa se esté fomentando la especulación y el enriquecimiento de las empresas privadas. "Queremos evitar la especulación brutal que existe en el ámbito marítimo, que siempre se ha visto como un pastel muy goloso para las empresas del sector", apunta Mercant, para quien el único objetivo de Ports es, "simplemente estimular la inversión para que se modernicen las instalaciones, con las mismas condiciones que los puertos del Estado".

El canon concesional se incrementará, pero no tanto como podía preverse porque, dice el director general: "No queremos que la adjudicación de la gestión de nuestros puertos se convierta en una subasta. Nos es más importante que se pueda invertir y poner unas tarifas máximas".

"El usuario también saldrá ganando –afirma–, ya que dispondrá de mejores instalaciones y unas tarifas ajustadas. Precisamente, si no se ampliara el plazo de concesión, las empresas tendrían la tentación de repercutir la subida del canon en el pequeño usuario, pero dándoles más años". Mercant remarca que "Ports tiene capacidad de intervenir en este ámbito, y prevaleceremos que se dé lugar a las barcas más pequeñas para garantizar que la náutica popular se pueda mantener".

En cuanto al uso comercial de las futuras instalaciones, Mercant le quita hierro, ya que los amarres que se dedican a esta actividad, sea en forma de embarcaciones chárter, turísticas o varaderos, apenas representan el 17% de la cabida de las marinas de gestión indirecta y entre náuticos. "Es una proporción menor de la que esperábamos y que, por tanto, tiene margen de crecer en el futuro", comenta.

Lo que no toca la propuesta del PP y Vox es la imposibilidad de ampliar los puertos ya existentes. Mantiene, por tanto, lo que se aprobó en la ley del 2005 y deja el aumento de la demanda de amarre en manos de los campos de boyas que ambas administraciones, la estatal y la autonómica, están impulsando en varios puntos de las Islas. Según sus cálculos, en junio del próximo año ya se dispondrá de 900 puestos de fondeo regulados, incluso en zonas protegidas.

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