El GOB reclama la documentación del traslado de residuos de Eivissa a Mallorca
La posible importación masiva de residuos por ser incinerados en Son Reus constituye "una grave amenaza ambiental y vecinal", apunta la entidad
PalmaEl grupo ecologista GOB ha registrado este jueves una solicitud formal de acceso al expediente completo de documentación relativo al traslado de residuos de Eivissa a Mallorca, una operación que considera "totalmente insostenible" porque traslada el problema de residuos de una isla a otra con el apoyo de 50 millones de euros públicos. La solicitud es para acceder a los informes técnicos y jurídicos ya los convenios y acuerdos formalizados que sustentan esta decisión y se ampara en el derecho ciudadano de acceso a la información pública y ambiental, detalló la entidad en un comunicado recogido por Efe.
La posible importación masiva de residuos de Ibiza y Formentera para ser incinerados en Son Reus constituye "una grave amenaza ambiental y vecinal", que la entidad ecologista ya ha abordado en una reunión con la Asociación de Vecinos de Son Sardina.
Ibiza y Formentera producen anualmente unas 125.000 toneladas de residuos, aproximadamente el 70% de los cuales son desperdicios que se tiran al vertedero de Ca na Putxa, en Santa Eulàlia, ha recordado la entidad.
Según el GOB, aumentar la incineración en Mallorca supone un retroceso en la jerarquía de residuos establecida por la Unión Europea, que prioriza la reducción, la reutilización y el reciclaje. "Trasladar residuos para quemarlos es una solución cortoplacista, irresponsable e insostenible. La incineración genera contaminación atmosférica, cenizas y escorias tóxicas: un 30% de lo que se incinera acaba en el vertedero como ceniza o escorias y además contribuye al cambio climático", ambientales y sanitarias de albergar una de las mayores incineradoras en relación con la población que atiende.
La entidad ha recordado, además, que el vertedero de cenizas cementadas tiene vida útil hasta el 2034 y si se aumenta la incineración se reduce la vida útil del vertedero, lo que genera un problema a 10 años vista.
En el comunicado también denuncia que esta decisión perpetúa un modelo fracasado de centralización de la gestión de residuos y la gestión a través de la concesionaria Tirme, en lugar de fomentar la responsabilidad insular y local. Así, los ecologistas han reclamado a Eivissa que mejore su propia gestión, con un Plan director sectorial de residuos, y han denunciado que es una contradicción absoluta con los discursos institucionales sobre sostenibilidad y economía circular.
"El mensaje que se transmite a la ciudadanía es que los residuos pueden 'desaparecer' si se llevan a otra isla, lo que desincentiva la implicación colectiva en una gestión responsable", critican.
Por todo ello, considera imprescindible que una operación de este alcance, con consecuencias ambientales y económicas tan relevantes, se gestione "con la máxima transparencia y con la iAnformación accesible a la sociedad".
